LIBERTAD DIGITAL. Martes, 28-08-2007. (Efe)
El presidente ha dado otro esquinazo a la evidencia y ha optado por desmentir al primer ministro francés, François Fillon, para tapar sus propias vergüenzas. François Fillon declaró el pasado fin de semana al canal TF-1 que Rodríguez Zapatero le había confesado en privado que "lamenta amargamente" haber regularizado a un millón de inmigrantes. Zapatero ha negado este martes haberse arrepentido de esa medida, anuncia una nota aclaratoria del Gobierno galo y lleva la relación con el país vecino a un puntilloso intercambio de chismes. El Gabinete de Fillon, lejos de emitir la nota vaticinada por Zapatero, se ha limitado a transmitir que el primer ministro "entiende" que Zapatero "no tuvo otra opción" que entregar papeles a inmigrantes indocumentados.
El presidente del Gobierno, José Luis
Rodríguez Zapatero, aseguró este martes que el proceso de
regulación de emigrantes que llevó a cabo su gobierno fue
"necesario, conveniente y positivo" y subrayó que
"nadie puede trabajar en la ilegalidad".
Zapatero se pronunció en estos términos a raíz de la polémica
surgida por unas declaraciones del primer ministro francés,
François Fillon, en las que aseguraba que el presidente español
se arrepentía de haber llevado a cabo ese proceso.
En unas breves declaraciones a los periodistas momentos antes de
mantener una reunión con el presidente del Principado, Vicente
Álvarez Areces, en Villanueva de Oscos, donde pasa ocho días de
vacaciones, Zapatero dijo que no se arrepentía de haber hecho el
proceso de regularización de inmigrantes llevado a cabo en 2005.
De hecho, el jefe del Ejecutivo afirmó que cree que "el
gobierno francés va a emitir una nota de aclaración de lo que
ha podido ser una mala interpretación". Lejos de
emitir la nota anunciada por el presidente español, el Gabinete
del Primer Ministro galo se ha limitado a transmitir, a través
de fuentes anónimas "de su entorno" citadas por la
agencia gubernamental española Efe, que Fillon "entiende
que el presidente español no tuvo otra opción" que
regularizar a inmigrantes indocumentados cuando lo hizo.
"Los empresarios no pueden tener trabajadores que estén en
la ilegalidad y cuando llegamos al Gobierno había 700.000
inmigrantes en situación de ilegalidad que desde luego mi
gobierno no va a consentir", subrayó Zapatero este martes.
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LIBERTAD DIGITAL. Lunes, 27-08-2007. (Efe)
Una indiscreción de Rodríguez Zapatero ha obligado a Moratinos este lunes, 27-08-2007, a aclarar ante la comunidad internacional la política española de Extranjería. El primer ministro francés, François Fillon, había revelado el pasado fin de semana al canal TF-1 que Zapatero le confesó antes del verano que "lamenta amargamente" haber regularizado a "cientos de miles de inmigrantes" y "se ha comprometido a no hacerlo de nuevo". El presidente calla sobre lo revelado por Fillon, pero ha puesto a Moratinos a salvarle la cara: la regularización, dice ahora el ministro, "fue un gran éxito" y "un modelo", "reconocido por muchos países".
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel
Ángel Moratinos, defendió este lunes que la regularización de
inmigrantes ilegales que el Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero realizó al comienzo de su mandato fue "un
gran éxito reconocido por muchos países" y hoy es un
"modelo".
Moratinos respondió de este modo en Santander a las
declaraciones del primer ministro francés, François Fillon,
quien aseguró al canal de televisión TF-1 de su país que el
presidente Rodríguez Zapatero "lamenta amargamente"
aquella regularización de "cientos de miles de inmigrantes"
y "se ha comprometido a no hacerlo de nuevo".
"La regularización de inmigrantes fue un gran éxito en
España, muchos países lo han reconocido. Y de hecho es un
modelo, porque se realizó a través del diálogo y respetando
los acuerdos con todos los agentes sociales y económicos",
señaló el ministro al ser preguntado por esas declaraciones de
Fillon.
El jefe de la diplomacia española subrayó que "lo más
importante" de la decisión que tomó en aquel momento su
Gobierno fue que se convirtió en "legales a aquellos que
trabajaban para el desarrollo económico y social de España y
que, sin embargo, eran tratados como no ciudadanos".
"Un gobierno, cualquier gobierno europeo con un sentimiento
de respeto a los derechos humanos, debe abordar un problema como
ése", añadió.
El ministro de Asuntos Exteriores reiteró también el propósito
del Gobierno de España de que la UE establezca una política
común en materia de inmigración, que supere la situación
actual, en la que "cada país tiene su registro, sus
compromisos, sus dificultades".
"En ese sentido, estamos trabajando conjuntamente con
Francia y con todos los países, para que, a partir de las
próximas etapas europeas, en cuanto se firme el Tratado de la UE,
podamos ir inmediatamente a esa política común migratoria",
dijo.