.....HISTORIA DE NAVARRA.......

UPN y PP irán juntos a las generales de 2011, pero no compartirán grupo en las Cortes

DN BEATRIZ ARNEDO. PAMPLONA . 9/09/2011

El acuerdo no ha sido rápido, como auguraban hace unos días desde UPN. Ha sido supersónico. UPN y PP volverán a ir juntos a las elecciones generales, si los órganos de ambos partidos ratifican el preacuerdo alcanzado ayer entre sus presidentes Yolanda Barcina y Mariano Rajoy. Ambos líderes encabezaron una reunión que duró una hora y 45 minutos, desde las doce menos cuarto del mediodía hasta la una y media, en la sede nacional del PP en la calle Génova en Madrid.

La rapidez tiene una explicación. En los días previos, ambos líderes habían estado intercambiado borradores. Las negociaciones las han llevado directamente los dos. Cuando ambas partes se sentaron ayer en la mesa, sabían que no había aristas que limar y que todo iba a ir sobre ruedas. Por UPN acudieron junto a Barcina el vicepresidente del partido, Alberto Catalán, y el secretario general, Carlos García Adanero. Por el PP, acompañaron a Rajoy la secretaria general Mª Dolores de Cospedal, la vicesecretaria de Organización, Ana Mato, y el presidente del PP en Navarra, Santiago Cervera.

El partido de Barcina encabezará la lista al Congreso, donde tendrá los puestos 1, 3 y 4. El PP, el 2 y el 5. En la candidatura al Senado por Navarra, compuesta por tres personas, dos serán de UPN.

En la reunión no se habló de nombres. Los deberán decidir los respectivos partidos. Eso sí, deberán coordinarse para intentar respetar el principio de paridad, la presencia mínima exigida de hombres y mujeres.

La "voz propia", lo más difícil

Uno de los aspectos mas relevantes del acuerdo es que UPN tendrá "voz propia" en las Cortes. Es decir, los diputados y senadores de este partido que resulten elegidos no se integrarán en el Grupo Popular, sino que estarán, como ahora, en el Grupo Mixto.

Ha sido el punto más difícil de acordar, precisamente porque fue lo que ocasionó hace tres años el divorcio político entre ambos partidos. Al final, UPN podrá seguir interviniendo en la tribuna en todos los asuntos que se debatan en ambas cámaras como hasta ahora. Eso sí, se compromete a apoyar a Rajoy en un posible proceso de investidura, a votar con el PP los presupuestos generales del Estado y a no participar en ninguna moción de censura contra el líder popular. UPN respaldará todas las acciones de gobierno, señala el acuerdo, que da así por sentado la victoria en las urnas de Rajoy.

De ese modo, si UPN-PP consiguieran dos diputados (como en 2008), uno se iría al Grupo Mixto (el cabeza de lista, por ser de UPN) y el segundo, al Grupo Popular (por ser del PP). Si como afirman ambos partidos, consiguieran tres, dos irían al Mixto, ya que el tercero de la lista será también del partido de Barcina.

Los dirigentes del PP, pese a lo que ha llovido, confían en que los diputados y senadores de UPN votarán con ellos en todos los asuntos. Los de UPN también lo aseguran y recuerdan que durante la legislatura han coincidido con el PP en prácticamente todas las votaciones. Sólo se han apartado cuando "por responsabilidad", según destacaron, hicieron posible con su apoyo o su abstención medidas "necesarias" contra la crisis promovidas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Como fue el caso, por ejemplo, del llamado decretazo, que recogía el recorte salarial de los funcionarios o la prohibición de endeudarse a los consistorios.

Temas que, por cierto, enfrentaron políticamente a UPN y al PP, que responsabilizó a los regionalistas de salvar a Zapatero. Han sido tres años de discrepancias, acusaciones, desconfianzas que de un plumazo parecen haberse superado.

Porque no hay que olvidar el factor clave que está tras el preacuerdo de ayer. El relevo en UPN y en el Gobierno foral. La marcha de Miguel Sanz y la entrada de Yolanda Barcina. Aunque desde ambos partidos insistan en que el ex presidente no ha sido casi citado en los contactos que han tenido, está claro que Rajoy y el resto de su ejecutiva, empezando por De Cospedal, su número dos, ven de un modo muy distinto a este UPN liderado por la que es hoy también presidenta de Navarra. Barcina ha lanzado durante estos años duras críticas al PSOE y a Zapatero, en un mensaje en este sentido más alineado con el del PP que con el del ex presidente de su partido. Y Sanz, que rechaza abiertamente este acuerdo con los populares, ha decidido apartarse para no dividir a UPN.

Ambos partidos sí reconocen otro factor decisivo para este reencuentro político: el riesgo de que, ante su separación, Bildu y Aralar consiguieran ser en Navarra la primera fuerza el 20-N. Y que sumando los escaños en Euskadi lograran, además, tener grupo en las Cortes. Rajoy y Barcina están seguros de que UPN y PP juntos serán, con gran diferencia, la primera fuerza.

Los partidos decidirán

El lunes votará el preacuerdo la ejecutiva de UPN, órgano que convocará al consejo político del partido para el viernes 16. El consejo está formado por 232 personas (los cargos de UPN en las instituciones y representantes de las 60 asambleas locales del partido). Este órgano es el que debe tomar la decisión y, en su reunión, Barcina literalmente se la juega. En cuanto al PP, debe ser su junta directiva nacional la que ratifique el acuerdo. Como tal vez no se reúna hasta octubre, Rajoy podría firmar el acuerdo con UPN a expensas de esa ratificación. Mañana abordará el asunto la junta directiva del PP de Navarra, encuentro al que asistirá la dirigente nacional Ana Mato para convencer de sus bondadesa los popularesnavarros, que tan apartados se han sentido de toda esta negociación.

LAS CLAVES DEL ACUERDO

ESCAÑOS

UPN liderará la candidatura al Congreso y elegirá también los puestos 3 y 4. El PP ocupará el 2 y el 5. En la candidatura al Senado dos nombres serán de UPN y el tercero del PP

VOZ PROPIA

Los diputados y senadores de UPN pasarán al Grupo Mixto

DISCIPLINA DE VOTO

UPN respaldará, en el caso de que se produzca, la investidura de Rajoy y votará con el PP los Presupuestos Generales

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Sanz da marcha atrás y comunica a Barcina que no optará a liderar la lista al Congreso. Sanz se aparta así definitivamente de la primera línea política

DN BEATRIZ ARNEDO PAMPLONA 8/09/2011

El ex presidente Miguel Sanz ha decidido finalmente retirar su ofrecimiento para liderar la candidatura de UPN al Congreso de los Diputados en las próximas elecciones generales. Y así se lo ha comunicado tanto a la presidenta del partido, Yolanda Barcina, como al secretario general, Carlos García Adanero.

Sanz se aparta así definitivamente de la primera línea política de cara a la cita con las urnas del 20 de noviembre, rematando el paso que dio el lunes pasado al no acudir al comité ejecutivo de su partido que abordó y autorizó el inicio de conversaciones con el PP para ir juntos a las elecciones generales.

Sanz explicó ayer que no está "disponible" porque no tiene "ni ilusión ni ganas de participar en una campaña electoral" en estos momentos. Y no oculta el motivo: no le gusta el rumbo que ha emprendido UPN de entendimiento con el PP para ir en coalición a los comicios. En su opinión, esa vía no va a llevar a su formación política "a ningún lado". "Es pan para hoy y hambre para mañana", destacó en declaraciones a este periódico.

El ex presidente de UPN y del Gobierno navarro mantuvo que en todo este asunto se ha limitado a expresar libremente su opinión. No citó en ningún momento a la presidenta de su partido, Yolanda Barcina, que ha sido precisamente la que ha impulsado este entendimiento con el PP, pero sí dejó claro que, a su juicio, por esa vía, UPN va a perder "chance electoral, va a perder discurso y va a debilitar su liderazgo". Sanz considera que si el partido regionalista va junto al PP a las generales "será más difícil que pueda aglutinar a todos esos votantes descontentos con el Partido Socialista" que hubiesen podido optar el 20-N "por UPN".

Allana el camino a Barcina

Lo que está claro es que la decisión adoptada por Miguel Sanz allana a la presidenta de UPN el posible acuerdo electoral con el PP. El ex presidente ha evitado un pulso con la actual líder de UPN de consecuencias internas inesperadas y en el que el partido nada tenía que ganar.

Hay que recordar que Sanz se enteró de las intenciones de Yolanda Barcina el pasado viernes, 2.09.2011. La presidenta hizo público en Cadreita, en un acto interno del partido, el inicio de contactos con el PP para ir a las generales, dejando sorprendidos a todos los asistentes. Después llamó al ex presidente, que no estaba en el acto, para comunicarle la decisión.

Sanz reconoció que no había sido "un buen trago". Destacó las "deslealtades" que sufrió por parte del PP y estratégicamente consideró un error el camino emprendido. Su primera reacción fue manifestar: "Hoy estoy más dispuesto que ayer a ofrecerme a liderar la candidatura de UPN al Congreso". Una declaración de intenciones que ponía en todo un brete a la presidenta de UPN, ya que era evidente que si alguien no encajaba en una lista de coalición entre regionalistas y populares era Sanz, al que el PP responsabiliza de la ruptura del pacto entre ambos partidos. Era un nombre que el dirigente popular Mariano Rajoy nunca iba a admitir.

Pero el ex presidente ha sopesado las consecuencias de su paso y enseguida decidió dar marcha atrás. El lunes, explicó por carta al comité ejecutivo de UPN que había decidido no ir a la reunión para no ocasionar malentendidos y, sobre todo, para no dividir al partido. Expresó su opinión contraria a un acuerdo entre UPN y el PP, pero dejó también claro que será la formación regionalista la que tome la decisión. Y, sobre todo, dejó claro que él no liderará ninguna corriente interna sobre este tema.

Una carta que leyó en la reunión el secretario general de UPN, García Adanero, y en la que también Sanz lamentó, sin citar a nadie, que había sufrido alguna deslealtad que no esperaba.

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UPN y PP concurren juntos desde 1982

DN LUIS M. SANZ. PAMPLONA 9/09/2011

 

Del Burgo, Aznar y Aizpún, en la firma del convenio de colaboración UPN-PP de 1991.
Foto: JORGE NAGORE.

LA unión del centro derecha en los comicios electorales nacionales ha sido un reto y un hecho desde 1982. En las ocho elecciones generales celebradas desde ese año, UPN y PP (antes AP) han concurrido unidos en coalición electoral y han compartido grupo con Alianza Popular primero y con el Partido Popular después.

La legislatura de 1979 a 1982 fue la única en la que UPN se presentó en solitario, logró 28.428 votos y un diputado, Jesús Aizpún.

En septiembre de 1982 UPN pactó con AP y PDP una única lista en Navarra para las elecciones generales de ese año. Lograron más de 76.000 votos, dos diputados (Jesús Aizpún y Javier Gómara) y un senador (Alfonso Añón).

Fue la primera piedra de lo que años después, en 1991, sería el acuerdo permanente con el PP. El objetivo, unir a todas las fuerzas del centro derecha de Navarra para no dispersar el voto. Pero no fue un camino de rosas. Ya entonces hubo partidarios de la unidad y quienes rechazaban confluir con un partido nacional. El que fue vicepresidente de UPN, Josecho Andía, hacía un llamamiento a la unidad (UPN, UCD y AP) y decía que "sus ideologías son prácticamente coincidentes y sus hombres tienen el mismo origen". Javier Gómara, uno de los negociadores de aquel primer acuerdo, señalaba que "UPN nació con la vocación de captar a toda la gente de centro derecha, fueran liberales, socialdemócratas, democristianos... No es que tuviéramos puertas anchas, es que no teníamos puertas".

En la siguiente convocatoria electoral a las Cortes, en 1986, UPN volvió a pactar con AP, PDP y UL para formar una candidatura conjunta. Obtuvieron casi 81.000 votos, dos diputados (Jesús Aizpún y Luis Fernando Medrano) y un senador (Jaime Ignacio del Burgo). Sin embargo, los resultados no dejaron satisfecha a la coalición, y de ello se culpó a la imagen de "derechización" que encarnaba la figura de Manuel Fraga.

Tres años después, en 1989, UPN volvió a ir en coalición con el PP, ya con José María Aznar de líder de los populares, y ganaron las elecciones en Navarra con 92.000 votos. Los tres diputados fueron Jesús Aizpún, Jaime Ignacio del Burgo y José Antonio Gayarre, y los tres senadores Javier del Castillo, José Iribas y José Javier Viñes. En el seno de UPN ya se iba madurando la conveniencia de negociar con el PP un acuerdo que fuese más allá de las generales. Es el germen que desembocaría, dos años después, en el pacto estable entre UPN y PP y que mucho antes, Javier Gómara lo había expresado a su manera: "En Navarra, nosotros; fuera de Navarra, con vosotros".

Fue en 1991 cuando Del Burgo lanzó la propuesta concreta de un pacto estable entre UPN-PP, por la que los populares desaparecerían en Navarra, se integrarían en UPN, y a cambio, UPN se uniría al proyecto nacional del PP. "Se trata de unificar el centro derecha en Navarra para eliminar la competencia por un electorado común".

Es decir, el PP renunciaba a existir en Navarra, pero exigía que los representantes de UPN se integrasen en el Grupo Popular y aceptasen la disciplina de voto. El acuerdo no resultó fácil, precisamente por esta última exigencia de los populares.

En UPN, los principales valedores de esta fusión fueron Juan Cruz Alli y Miguel Sanz, las cabezas visibles del sector renovador del regionalismo navarro. Por el contrario, el histórico Jesús Aizpún amenazó con su dimisión si se pactaba con el PP "porque supondría la pérdida de soberanía política de UPN". No obstante, el 25 de marzo de 1991 Aizpún, Alli, Aznar y Del Burgo firmaron en Pamplona a el pacto entre UPN y PP.

A partir de ese momento, UPN y PP se presentan bajo el paraguas del pacto estable en las generales de 1993, 1996, 2000, 2004 y 2008. En todos ellos la coalición del centro derecha resultó ganadora. En las elecciones de 2000, con Jaime Ignacio del Burgo de cabeza de lista al Congreso, obtuvieron la cifra mayor de sufragios recibidos por un partido en unas elecciones: más de 150.000 votos.

Una relación amistosa y sin contratiempos que se mantuvo hasta el verano de 2008. Tan sólo unos meses después de las elecciones de ese año, en octubre, UPN y PP daban por roto el pacto. Habían transcurrido 17 años y las siglas del PP volverían a la política navarra. Rajoy y Sanz se acusaron mutuamente de poner punto final a esta larga y fructífera relación.

La causa de la ruptura fue el anuncio de Miguel Sanz de que UPN podría apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2009, alegando la autonomía de su partido en las Cortes Generales y el interés de Navarra. Mariano Rajoy consideró que no podía aceptar el desmarque de los diputados de UPN, lo que unido a otras decisiones de los órganos directivos regionalistas (como la suspensión de militancia a Cervera y Del Burgo), condujo a la fractura del acuerdo de colaboración.