.El Constitucional suspende el 12 09 2017 la ley de transitoriedad y el artículo 5 del código tributario catalán ..Ley de transitoriedad separatista de Cataluña. . . El prusés. . ..HISTORIA DE ESPAÑA. ...INDEX

El Parlamento autonómico de Cataluña aprueba la transitoriedad en la madrugada del 8 09 2017

http://www.libertaddigital.com/espana/2017-09-07/los-separatistas-no-acusan-el-golpe-de-rajoy-y-persisten-en-el-1-o-1276605512/

A cinco minutos de las nueve de la noche Forcadell dio paso a la votación de la alteración del orden del día, que salió adelante con 71 votos a favor. Tras un breve rifirrafe con los diputados de la oposición, se votó la exención de los trámites para la ley de "transitoriedad". Los diputados de PP, Cs y PSC se marcharon de la cámara.

Sustanciadas a trancas y barrancas las dos votaciones, Forcadell abrió un plazo hasta las once de la noche para presentar enmiendas al articulado de la nueva norma, una especie de "constitución" que aspira a regir Cataluña a partir del 2 de octubre y hasta la redacción de la carta magna de la república tras unas elecciones constituyentes y otro referéndum.

A las 00:45, comenzaban la votación de la ley de transitoriedad. Los diputados de Ciudadanos, PSC y PP abandonaban sus escaños. El PP no dejó banderas en prenda. Carme Forcadell daba pasó a la criba de enmiendas. La CUP y Junts pel Sí se había autoenmendado. Se trataba de dar un pátina de burocracia parlamentaria al golpe tras las intervenciones de la oposición.

Todo salió a pedir de boca de los separatistas. A las 00:48 del viernes 8 de septiembre daba por aprobada Forcadell la ley "fundacional" en ausencia de los diputados de la oposición. Acto seguido, suspendía la sesión hasta este viernes a las diez de la mañana.

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JxSí y CUP imponen la Ley de Transitoriedad en otra sesión caótica

http://www.elmundo.es/cataluna/2017/09/08/59b1c326ca474170688b45a5.html

El Parlament consumó ayer jueves 7 09 2017 su desafío a la arquitectura institucional española con la aprobación de la segunda ley de desconexión, la de Transitoriedad Jurídica. El resultado ya estaba claro: Junts pel Sí y la CUP iban a aprobar, contra la posición del resto de la Cámara, la norma que regula cómo serán los primeros meses de una Cataluña independiente en caso de victoria del sí en el eventual referéndum del 1 de octubre.

La sesión de ayer, jueves 7 09 2017 [hasta la madrugada del 8 09 2017],  fue un calco de la del miércoles. Hubo modificación sorpresa del orden del día, hubo bronca contra Carme Forcadell, alineada de nuevo con los intereses de la mayoría independentista, y hubo múltiples interrupciones provocadas por los diputados de la oposición para intentar defender sus derechos parlamentarios. De nuevo se impuso la voluntad de Junts pel Sí y la CUP de aprobar la nueva ley de ruptura antes de que llegaran las advertencias explícitas del Tribunal Constitucional, y la jornada se alargó hasta la madrugada.

«Hoy se vota la ley sí o sí», dijo la presidenta del Parlament en uno de los múltiples recesos que forzó la oposición para tratar que la Mesa se replanteara la decisión de tramitar la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República -es el nombre completo- por encima de los usos democráticos habituales. Su obstinación topó con la de los grupos no independentistas, que resumió el portavoz del PP, Alejandro Fernández: «Estaremos defendiendo la libertad hasta que se congele el infierno». Así que la sesión se alargó sin remedio, aunque todo el mundo en la Cámara tenía claro cómo terminaba la película.

Forcadell y los otros miembros de la mayoría parlamentaria independentista -aunque tienen menos del 50% de los votos- sortearon de nuevo advertencias como la del Consell de Garanties Estatutàries, que ayer fue más explícito que con su censura a la Ley del Referéndum aprobada el miércoles. «Todas las proposiciones de ley, sin excepción, en fase de tramitación y antes de ser aprobadas definitivamente deben ser objeto de solicitud de dictamen ante este Consell», dijo el TC catalán en un escrito que la Mesa obvió.

Tanto la actitud de Forcadell como los sucesivos debates sobre la pertinencia o no de la inclusión del debate en el Parlament dejaron momentos reseñables. Como la indignación de Miquel Iceta (PSC), que protestó con grandes aspavientos la inflexibilidad de la presidenta del Parlament, o el discurso de Joan Coscubiela (Catalunya Sí que es Pot) contra el «atropello a la democracia» con que se estaba conduciendo la mayoría independentista y el president Carles Puigdemont. Pero los independentistas, espoleados por la CUP, ya han completado su desafío, y ahora esperan las llamadas al orden del Estado. Para desobedecerlas.

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Votación en la madrugada del 8 09 2017

https://elpais.com/ccaa/2017/09/08/catalunya/1504825206_721981.html

Lo han vuelto a hacer esta medianoche, esta vez para aprobar la ley de transitoriedad con la que el independentismo pretende armar una república catalana. Junts pel Sí y la CUP impusieron su mayoría para forzar el reglamento de la Cámara y aprobar la que quieren que sea la ley suprema de Cataluña en el caso de que el sí se imponga en el referéndum del 1 de octubre. Lo han hecho a costa de un Parlamento roto en dos, en el que se ha manifestado la mayor unidad vista hasta ahora entre los cuatro grupos que integran la oposición.

El bloque independentista invocó este jueves, 7.09.2017, el artículo 81.3 del reglamento y, pese al rotundo rechazo de la oposición, pasó el rodillo de su mayoría para forzar la votación primero y aprobar la ley de desconexión después. En la votación definitiva, sus 71 votos se impusieron en una cámara semivacía, de la que, otra vez, se ausentó la mayor parte de la oposición. Solo 10 miembros de Catalunya Sí que es Pot se mantuvieron en su escaño, para votar en contra.

“El pueblo tiene derecho a saber qué ha de pasar a partir del día siguiente del 1-O”, ha afirmado Jordi Orobitg (Junts pel Sí) para defender la necesidad de aprobar la ley. Desde la CUP, Benet Salellas, la ha ensalzado como “un instrumento que declare nuestra soberanía” y una forma para acabar “con el procesismo” que ha copado la política catalana en los últimos 18 meses.

La jefa de la oposición, Inés Arrimadas (Ciudadanos), ha denunciado que Junts pel Sí se ha puesto “a jugar en el campo de la CUP”, el “de la desobediencia”. Y ha acusado que la fórmula escogida para aprobar la norma se “va a cargar la legitimidad de este Parlament”. El popular Xavier García Albiol consideró el 1-O como “solo una estrategia de agitación y propaganda” al negar la posibilidad de que este se pueda celebrar.

El socialista Miquel Iceta ha censurado todo el articulado de la ley y ha cuestionado la forzada aprobación de la ley. En su opinión, esas prisas solo tienen un objetivo: “Saben que no se celebrará el referéndum y que al menos quede alguna cosa en el boletín oficial del Parlament, aunque solo sea 48 horas. Pasar a la historia aunque solo sea con una nota a pie de página”. Joan Coscubiela, de Catalunya Sí que es Pot, lamentó que en las últimas “48 horas negras” el soberanismo “se haya pulido su capital político” y hayan facilitado la “estrategia antidemocrática del PP y la criminalización del derecho a decidir”.

La de este jueves ha sido una jornada similar a la del miércoles. Maratoniana y que no ha tenido como principal escenario el hemiciclo, sino la sala donde mantienen sus reuniones la Mesa y la junta de portavoces del Parlament. Debate agrio y trabado por las continuas pausas forzadas por las peticiones de la oposición, cuyo objetivo pasaba por reforzar una imagen de aprobación anómala en un marco de desbarajuste general. El objetivo de los independentistas tampoco albergaba dudas. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, lo dejó claro en uno de los muchos encuentros de la Mesa: “De aquí no nos vamos hasta que esto se vote”. Y no ha sido hasta las 00.50.

El frente independentista hizo caso omiso, de nuevo, a un escrito del Consejo de Garantías Estatutarias (CGE) que insistía en la potestad de los grupos parlamentarios de demandar un dictamen sobre cualquier proposición de ley impulsada desde la Cámara Catalana. El PSC anunció que también pediría amparo ante el Tribunal Constitucional para evitar la aprobación de esta segunda ley de desconexión, una suerte de norma suprema con la que se quiere activar la declaración de independencia de Cataluña, crear una república y armar una estructura institucional que define quién es el jefe del Estado, quién es catalán, cuáles son las lenguas oficiales (catalán, castellano y aranés) y, entre otras cosas, cómo se configura el poder judicial (la elección de sus figuras clave quedaría en manos del Gobierno catalán).

La victoria del independentismo con la aprobación de la ley de ruptura dejó una imagen que le debilita, la mayor unidad de la oposición desde que se puso en marcha la legislatura: La mayoría de los miembros de los cuatro partidos de la oposición (Ciudadanos, PSC, PP y Sí que es Pot) puestos de pie y aplaudiendo unas palabras de Joan Coscubiela (CSQP), miembro de uno de los grupos que más se ha aproximado a las posiciones a favor del referéndum del Govern: “No quiero que mi hijo Daniel vea que una mayoría puede tapar los derechos de los que no piensen como ella”.