Los crímenes de la ETA y su castigo
La ETA asesina en Palmanova (Mallorca) a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada García (Burgos, 1980) y Diego Salvá Lezaun (Pamplona, 1982) el 30 de julio de 2009
Libertad Digital. Jueves, 30 de julio de 2009
Dos guardias civiles fueron asesinados este jueves por los terroristas de ETA en el municipio mallorquín de Calviá, al explotar una bomba-lapa que los etarras colocaron en el vehículo patrulla en el que iban a prestar su servivio los agentes, según informó la Delegación del Gobierno en Baleares. La deflagración se produjo minutos antes de las 14.00 horas en las inmediaciones de las instalaciones del Instituto Armado en la zona de Palmanova, un edificio de propiedad municipal, situado a unos 500 metros del acuartelamiento de Calviá, y que se usan mientras se construye un acuartelamiento mayor en la localidad.
Los dos guardias civiles fallecidos en el atentado son Carlos Saenz de Tejada García y Diego Salvá Lezaun, según informaron fuentes del Instituto Armado. Saenz de Tejada tenía 28 años, había nacido en Burgos y tras ingresar como soldado profesional en el Ejército se había presentado a las pruebas de ingreso en la Benemérita. Casualmente, uno de sus primos reside en la capital burgalesa junto a la casa cuartel en la que ETA intentó el miércoles prepetrar una matanza.
Salvá Lezaun, de 27 años, había nacido en Pamplona, aunque había residido junto a su familia desde hacía años en Mallorca. Se encontraba de regreso a la isla desde enero de este año, cuando fue destinado a Mallorca. Todavía estaba en su periodo de prácticas. Su identidad fue la primera en trascender a la prensa, ya que antes de las identificaciones oficiales, la web del Sindicato Médico Libre de Baleares mostraba su apoyo y solidaridad con el padre de la víctima, un conocido urólogo de la isla.
El vehículo todoterreno de la Guardia Civil llevaba aparcado desde las 10 de la mañana en el mismo lugar donde se produjo posteriormente la explosión. Los terroristas colocaron una bomba-lapa en los bajos del vehículo, que activaron a distancia, siempre según la información facilitada por la Delegación del Gobierno en Baleares, lo que provocó que los dos guardias civiles se encontraran el interior del Nissan Patrol en el momento de la explosión y que ésta les cogiera de lleno.
Varios testigos presenciales apuntan a que la explosión del vehículo fue muy grande y provocó daños en los edificios cercanos, donde en este momento reinó durante los primeros minutos una gran confusión entre los residentes y turistas que se encuentran en este conocida zona turística de la Isla.
La explosión se produjo en una zona muy concurrida ya que cerca hay una oficina de correos y un centro de salud. Todo el perímetro quedó acordonado por las fuerzas de seguridad y hasta el lugar acudieron también los servicios de emergencia sanitarios, así como los bomberos. La zona está ubicada a menos de 500 metros de una playa y a pocos kilómetros del palacio de Marivent, donde pasan sus vacaciones estivales la familia Real. El próximo sábado estaba prevista la llegada de los Reyes a la isla para iniciar su periodo de descanso en la isla.
Segunda bomba-lapa
Horas después del atentado, a media tarde,
los agentes detectaron una segunda bomba-lapa colocada por
los terroristas etarras en los bajos un segundo vehículo del
Instituto Armado, esta vez junto al acuartelamiento propio de
la Guardia Civil en la localidad, situado a unos 500 metros de
las instalaciones municipales donde se produjo el asesinato. Los
miembros del Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos
(GEDEX) de la Guardia Civil no pudieron desactivar el artefacto,
por lo que se vieron obligados a llevar a cabo una explosión
controlada del vehículo.
Según datos facilitados por el Instituto Armado, el coche
patrulla llevaba en desuso más de un mes aparcado en las en las
proximidades del cuartel.
Durante gran parte del jueves permanecieron cerrados todos los
accesos viarios a Palmanova, con controles de la Guardia
Civil, que impidieron el acceso al tráfico rodado a la zona
donde se produjo la explosión. Palmanova es un
importante enclave turístico de Mallorca frecuentado
por turistas ingleses. En estos momentos la zona se encuentra
vigilada por cientos de agentes del Instituto Armado que impiden
el acceso a vehículos y peatones.
Rubalcaba
El ministro del Interior lamentó minutos después de visitar el
lugar del atentado, que tras el fallido atentado del martes en
Burgos, en el que no logró su objetivo, este miércoles ETA haya
"atinado" matando a dos jóvenes guardias civiles en
Mallorca.
Asimismo, desmintió al delegado del Gobierno
en Baleares y dijo que se desconoce si la explosión del
coche en Calviá se debió o no a una bomba lapa, así como el
tipo de explosivo utilizado. Es más, remarcó que todavía se
desconoce qué tipo de explosivo se utilizó en "este brutal
atentado", y si se trata o no de una bomba-lapa, mientras
que el ministro sí confirmó que el artefacto detonado de forma
controlada en un segundo vehículo, horas después del atentado,
sí se trató de una bomba-lapa.
Segundo atentado en 24 horas
Se trata además del segundo atentado de ETA en poco más de 24
horas, después de la explosión de una potente furgoneta-bomba
contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil de Burgos, que causó
medio centenar de heridos leves e importantes daños materiales.
Desde hacía aproximadamente una semana, las Fuerzas de Seguridad
del Estado se encontraban en máxima alerta ante la posibilidad
de que ETA perpetrara un atentado inminente. Según informaciones
llegadas desde Francia, la banda terrorista había robado tres
furgonetas en el país vecino, una de las cuales podía ser la
utilizada ayer en el atentado contra el cuartel de Burgos.
ETA mató a dos guardias civiles en Huesca en 2000 con un modus operandi idéntico al de hoy
DN AGENCIAS. Madrid Jueves, 30 de julio de 2009
La banda terrorista ETA mató a dos guardias civiles hace nueve años con un modus operandi idéntico al que este jueves ha acabado con la vida de dos agentes el Instituto armado en Palma de Mallorca. En aquella ocasión, el 20 de agosto de 2000, ETA asesinó en Sallent de Gállego (Huesca) a los agentes José Angel de Jesús Encinas e Irene Fernández, mediante una bomba lapa adosada a los bajos del Nissan Patrol en el que se disponían a patrullar un domingo a las 6.00 horas.
La banda terrorista ETA ha asesinado a un total de 210 guardias civiles desde el inicio de su actividad criminal, incluyendo los dos asesinados hoy en Palma de Mallorca. El último asesinato se remonta al 14 de mayo de 2008, cuando, sin previo aviso, estalló una furgoneta-bomba de gran potencia junto al cuartel del instituto armado en Legutiano (Alava), que acabó con la vida del agente Juan Manuel Piñuel.
Antes de este asesinato, los anteriores se habían producido en diciembre de 2007 en Capbreton (Francia), cuando la banda asesinó en las inmediaciones de un supermercado a los agentes Raúl Centeno y Fernando Trapero. Estos asesinatos llegaron después de cinco años sin víctimas mortales en el Instituto armado. No había muerto ninguno desde el año 2002, cuando los terroristas mataron al cabo Juan Carlos Beiro Montes en Leitza y al guardia Antonio Molina Martín en una salida de la autopista Madrid-La Coruña, próxima a Collado Villalba, a la altura del kilómetro 38.
El año más duro para el Instituto Armado fue el de 1980, cuando la banda terrorista asesinó a 31 agentes, seguido de los ejercicios 1979 y 1986, en los que los terroristas acabaron con la vida de 22 guardias civiles, y 1978, con 18 agentes asesinados. La peor década fue la de los 80, en los que hubo años con más de diez muertos, como 1986, con 23 agentes asesinados; 1985, con 10; 1982, con 12 o 1987, con once. En la década de los noventa, el año 1991 fue el peor con 11 agentes asesinados y el resto de los años fue disminuyendo el número de guardias civiles asesinados por ETA.