La Iglesia reconoce en 2009 que hay 20.000 sacerdotes católicos implicados en el terrible crimen de la pedofilia
La Razón, 26 de junio de 2009
El cardenal prefecto de la
Congregación para el Clero del Vaticano, el brasileño
Claudio Hummes, ha calificado la pedofilia como "un
crimen terrible" y reconoce que afecta al cuatro por
ciento de los sacerdotes. Teniendo en cuenta que en el mundo
hay alrededor de medio millón de sacerdotes católicos, el
cálculo de Hummes daría como resultado que son unos 20.000
los implicados en casos de estas
características.
En una entrevista en Roma con la revista 'Vida Nueva' recogida
por Europa Press, Hummes agrega que la Iglesia "no
puede cerrar los ojos" ante este problema, al tiempo
que recalcó que "no hay sitio en el ministerio
sacerdotal para las personas que han comentido estos
crímenes". "La Iglesia no puede aceptar los casos de
pedofilia; los culpables deben ser punidos tanto con las
leyes civiles como con las canónicas", manifestó, aunque
quiso dejar claro que la mayoría del clero "no tiene
nada que ver con estos problemas". Así, dijo que
la Iglesia "debe reaccionar y no aceptar"
que sea esta la imagen del sacerdote católico, formada,
según dijo, "con un preconcepto negativo muy fuerte
que humilla y hiere a la inmensa mayoría de
los sacerdotes".
Además, el cardenal Hummes aborda también la cuestión
del celibato, que un porcentaje importante de sacerdotes
"no respeta". En cualquier caso, insistió en que
el resto de sacerdotes son "hombres dignos y
honrados", que "se baten por la dignidad humana, por
los derechos humanos, la justicia social y la solidaridad
con los pobres".
Año sacerdotal convocado por Benedicto XVI
Sobre el año sacerdotal
convocado por Benedicto XVI, el cardenal Hummes dice que
"ha venido en un momento propicio" e insta a
los sacerdotes a vivir su misión y vocación "en la
cultura imperante de Occidente, que está en contra de la
religión y considera que debe estar relegada a la esfera
privada de la persona".
En cualquier caso, dijo que "no se debe demonizar la
cultura actual y formar guetos"; por contra, apuesta
por que esta sociedad "sea evangelizada, como ocurre
con cualquier otra cultura". "Tenemos que
afrontarla con alegría, determinación, convicción y
entusiasmo. Incluso el hombre y la mujer posmodernos y
alejados de la religión pueden abrazar a Jesucristo",
concluyó.
Asimismo, espera que la celebración especial de este año sirva
para que se eleven el número de vocaciones al sacerdocio.
"Si somos capaces de ofrecer a los sacerdotes mejores
condiciones para que sean más felices, los jóvenes que sienten
la llamada del sacerdocio estarán más decididos",
dijo.