La negociación de Zapatero con la ETA de 2005 a 2007 y siguientes

Rajoy dice que nada ha cambiado sobre la ETA y Mayor denuncia que sí: "No se entiende bien que se presente un plan y un programa y se diga que no hay cambio en la política penitenciaria"

LD Pablo Montesinos 2012-04-26

Nada ha cambiado, a ojos del presidente del Gobierno. Ni una sola coma de la política antiterrorista, incluida la penitenciaria, suscrita en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones, hace menos de un trimestre. "Es la misma de siempre. ETA tiene que desaparecer. No hay más camino que ése y el cumplimiento de la ley", zanjó un molesto Mariano Rajoy, que a través de su entorno se quejó de las "interpretaciones" realizadas por el último movimiento del ministerio del Interior.

El jefe del Ejecutivo intentaba así echar agua al incendio político que dio inicio a primera hora de la mañana, y que acabó convirtiéndose en una auténtica crisis política. Para Rajoy, el plan para la reinserción de presos de la ETA no supone "beneficio penitenciario alguno", pero no lo creen así las víctimas, que ven en "una cesión" a los verdugos y "un varapalo" a quienes sufrieron su terror.

Pero es que, además, en el partido que sustenta al Gobierno se volvió a revivir un intenso debate interno sobre la línea marcada en la lucha contra la ETA. La calma se rompió en añicos y volvieron las dos almas; quienes reclaman mando dura y los que piden -principalmente del PP vasco, a las puertas de las elecciones- gestos ante el nuevo escenario, enmarcados en la discreción.

Una vez más, Jaime Mayor Oreja abanderó el criterio de que a la banda terrorista, ni agua: "El mayor error, el mayor desenfoque, que podemos cometer unos y otros es dar la impresión de que estamos administrando el fin de ETA", afirmó. En un primer diagnóstico, realizado en los micrófonos de esRadio, el exministro del Interior añadió: "Todo lo que signifique ahondar en la mentira del proceso de paz me parece un desenfoque". Y en este sentido criticó abiertamente el paso dado por el Ejecutivo: "No se entiende bien que se presente un plan y un programa" sobre los presos "y se diga que no hay cambio en la política penitenciaria".

"Preocupación" e "inquietud" que se traslada a otros representantes del partido, de los cuadros medio y alto. Para un veterano dirigente, "el que el PNV celebre que Interior haya movido ficha" no es una buena señal. Menos aún, añade otro, "que hagamos como los socialistas y no contemos con las víctimas, que parece que nos estorban".

Frente a estas voces de su propio partido que por primera vez protestan, Rajoy negó la mayor. En una comparecencia junto con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, solemnizó que "nada hay que negociar con ETA. Ni lo hemos hecho ni lo vamos a hacer". Es lo que él mismo suele titular como "Ley y Estado de Derecho" contra los asesinos. En línea, aún afirmó que el plan anunciado "no varía ni va a variar" su plan de acción en la materia.

En cuanto a la llamada vía Nanclares, el presidente no entró en el detalle, sino que se quedó en la brocha gorda. Ésa que le sirvió para decir que "es un plan para presos que se hayan desvinculado clara y públicamente" de la banda terrorista, para que "empiecen a trabajar en su reinserción" y también para que "pidan perdón y se arrepienten", si bien este extremo no sería de obligado cumplimiento, papeles en mano. Así las cosas, reiteró: "No atribuye beneficio penitenciario".

Nuevo error de comunicación

En el Gobierno y en el PP cundió el desconcierto. La filtración, vía agencia EFE, se conoció a primera hora de la mañana. Entonces empezaron a sonar por doquier los teléfonos. Un alto cargo del Ejecutivo admitió: "No tenía ni idea". En Génova, miembros de la dirección nacional confirmaron la descoordinación. "Hasta que no habló el ministro, no supimos la postura oficial". Y, en mitad, una reunión de la cúpula -presidida por María Dolores de Cospedal- con los barones locales del PP precisamente para vender las políticas del Ejecutivo. "Nos piden que expliquemos las reformas, pero nos enteramos de decisiones de tal calado por los digitales", se quejó un asistente a la cita.

Pocos minutos después de la comparecencia de Rajoy, el PP respaldaba oficialmente su versión de los hechos. No salió Cospedal, tampoco estaba previsto. Quien se expuso ante la prensa fue, una vez más, Carlos Floriano, que retrasó su salida al ruedo para evitar al máximo interpretaciones confusas, a tenor de lo delicado del debate. El vicesecretario de Comunicación sí que mandó un mensaje expreso a las víctimas, cosa que el presidente obvió: "Ley y Estado de Derecho, ni una sola modificación", afirmó, sin incluir nada más.

Los habituales portavoces advirtieron que era "difícil" explicar el paso dado por Interior, más allá de insistir en que no supone un beneficio penitenciario. "No es un cambio legal", insisten. Las palabras de Mayor Oreja, miembro de la dirección nacional, lo ponían más complicado. "Entre otras cosas, por su gran predicamento interno", evidenció un dirigente. Algunas voces incluyeron un matiz importante: la cercanía de los comicios vascos, y la intención de ganar votos "por el lado del PSE". Algunos pusieron lupa en la ponencia Gestión del final de ETA que se aprobará en el congreso del PP vasco del 12 al 13 de mayo, y que Rajoy respaldará con su presencia.

La unidad, el cierre de filas, que tan claramente se evidenció en materia económica, a pesar de los duros ajustes y de las medidas impopulares, saltó a consecuencia de algo mucho más ideológico: la lucha contra ETA. La mayoría de críticas en privado, pues el aura de poder del presidente es inmenso. Pero la voz de Mayor Oreja resonó con fuerza: "No es nada tranquilizador", advirtió.

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El Gobierno asume la 'vía Nanclares' para el acercamiento de los etarras sin que pidan perdón, ni colaboren con la justicia, ni que empiecen a hacerse cargo de la responsabilidad civil

El ministro dice que l ETA ha engañado a sus presos diciéndoles que iba a ver "una negociación y una amnistía".

J. Arias Borque / A. Martialay 2012-04-26

La vía Nanclares que iniciase Rubalcaba, plasmada por escrito. El Gobierno ha filtrado en las últimas horas los puntos principales de su nuevo Plan Integral de Reinserción, que no sólo va destinado a los quinientos terroristas de LA ETA que cumplen condena en las cárceles españolas, sino también a los otros quinientos que forman parte de otras estructuras terroristas, como los GRAPO, los grupos yihadistas o miembros del crimen organizado.

Los terroristas podrán acogerse al nuevo plan con el único requisito de firmar por escrito que renuncian a la banda terrorista de la que han formado parte y al uso de la violencia. Un procedimiento que se seguía hasta ahora con quienes accedían a la denominada 'vía Nanclares'. Para iniciar el proceso no será necesario ni que pidan perdón, ni que colaboren con la justicia, ni que empiecen a hacerse cargo de la responsabilidad civil aneja a sus sentencias.

Por el hecho de haber roto con la banda criminal, estos presos accederán a un programa de educación en valores, que se desarrollará en las aulas de los centros penitenciarios, con el objetivo que reflexionen sobre el daño causado con su actividad terrorista y/o delictiva, y conozcan la realidad social en la que viven, para así poder integrarse de una forma más idónea a una sociedad democrática. Asimismo, participarán en cursos de mejora de su "capacitación socio-profesional", con el objetivo de facilitarles salidas profesionales una vez hayan abandonado la cárcel.

Durante este proceso, no muy diferentes a los talleres que realizaron los presos acogidos a la vía Nanclares en las prisiones-laboratorio de Villabona (Asturias) o Zuera (Zaragoza) antes de ser acercados al País Vasco, los presos que se hayan acogido a estos programas podrían tener más facilidades para ser acercados a las prisiones más cercanas a su lugar de procedencia, a la comunidad vasca en el caso de los terroristas de ETA.

No obstante, la obtención de beneficios penitenciarios para estos terroristas sí requerirá de un paso mayor. Ya no sólo tendrán que renunciar por escrito, sino que también deberán pedir perdón a sus víctimas, colaborar con la justicia y hacerse cargo de las responsabilidades civiles a las que fueron condenadas. En estos requisitos tampoco hay ningún tipo de cambio respecto a lo que había hasta ahora, pues vienen expresamente reflejados en el código penal y la ley penitenciaria.

En una comparecencia tras la reunión de los ministros del Interior de la Unión Europea, Jorge Fernández Díaz, aseguró que la política del Ejecutivo "es la de la reinserción individual en el marco de la ley". "Para fomentarlo, es por lo que ponemos en marcha este programa. Si un preso pertenece a una organización terrorista, sea la que sea, tiene muy difícil acogerse si lo desea a la vía de la reinserción individual, las organizaciones terroristas no les dejan acogerse a ellas.

"El programa pretende fomentar que renieguen de la organización terrorista a la que pertenecen. Si reniegan de ello, pueden ir desarrollando las tareas de reinserción, que no tiene nada que ver con los beneficios penitenciarios", prosiguió. "Este programa pretende impulsar esa vía de reinserción individual. No hemos negociado ni vamos a negociar nada con ETA", añadió.

Según el ministro, "ETA ha engañado a sus presos diciéndoles que iba a ver una negociación y una amnistía", lo que habría hecho que desde el comunicado del alto el fuego definitivo del pasado mes de octubre, ningún preso de ETA se haya unido a la vía Nanclares.

Presos con beneficios hasta hoy

Actualmente, de la veintena de presos agrupados en la cárcel alavesa de Nanclares de Oca –expulsados de la banda– sólo cinco de ellos gozan de un régimen abierto o de tercer grado. Se trata de un régimen de semilibertad donde los internos se acogen a los beneficios penitenciarios más amplios diseñados por la legislación vigente.

Tanto el Código Penal como la ley Penitenciaria exigen unos requisitos muy concretos para que los presos por terrorismo puedan acceder a ellos: rechazo y desvinculación de la violencia, perdón a las víctimas, colaboración con la Justicia y hacer frente a las indemnizaciones civiles. Todos estos pasos tienen que ser verificados para que el preso pueda lograr el tercer grado.

Estos beneficios consisten en salir durante el día de prisión para ir a trabajar o recibir cursos formativos y volver a sus celdas para pernoctar. Hasta ahora los cinco permisos de este tipo que se concedieron en los últimos años a presos de la ETA se han sustentado en que los terroristas habían presentado por escrito su renuncia a la violencia y habían pedido perdón a las víctimas. Es el caso por ejemplo, del único permiso de este tipo concedido por el Gobierno de Rajoy que dio la libertad condicional al preso etarra José Manuel Fernández Pérez.

No obstante, es menester recordar que más de un centenar de miembros de ETA encarcelados en España disfrutan de un régimen de segundo grado donde ya pueden acogerse a determinados beneficios.

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La portavoz de Voces contra el Terrorismo dice: "Han traicionado a los vivos y a nuestros muertos"

esradio 2012-04-27

La portavoz de Voces contra el Terrorismo, Mamen Álvarez, ha descrito el encuentro con el ministro del Interior como "una de cal y otra de arena". "Hemos tenido momentos cordiales y momentos muy tensos y duros". Cuando le ha preguntado si cederían al País Vasco las competencias sobre política penitenciaria, el titular de Interior "se ha enfadado muchísimo" y ha dicho que "no sabía de lo que estaba hablando". Después ha pedido disculpas aunque, según Álvarez, no ha respondido su pregunta.

Según ha explicado la representante de las víctimas en Es la Noche de César, de esRadio, el ministro no ha aceptado, como le pedían, la retirada del plan de reinserción de presos etarras y de la Vía Nanclares. También Fernández Díaz ha defendido su estrategia argumentando que es "una ampliación de la Vía Nanclares porque no ha funcionado" y "hay que reinsertar a los presos porque eso hace daño a la banda". La respuesta de Mamen Álvarez ha sido preguntarle si "les tomaba por tontos".

Preguntada sobre una posible respuesta en la calle, la esposa de Francisco José Alcaraz ha indicado que le han avisado de que "si no cambiaba su política les iba a encontrar enfrente, donde estaban ellos antes". También le han reprochado que hayan asumido "la política de Zapatero" y le ha pedido que lo reconociera.

"Nos sentimos traicionados por completo", ha añadido Mamen Álvarez, que ha recordado cómo el proyecto cuenta con el beneplácito de PSOE, PNV y "también de Gara, que hablaba estupendamente de él". "Yo creo que saben lo que están haciendo. Han traicionado a los vivos y a nuestros muertos", ha concluido.

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El ministro del Interior explica su plan sobre los presos de la ETA y dice que "este programa de reinserción contribuye a la derrota de la banda"
A partir de ahora, no se exige a los terroristas que pidan perdón a sus víctimas para ser acercados a cárceles del País Vasco en la primera fase del Plan Integral de Reinserción

29 ABR 2012 | MIGUEL GIL

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, accedió a última hora del viernes a explicar a LA GACETA su controvertida iniciativa penitenciaria tras la maratoniana ronda de encuentros que mantuvo con las asociaciones de víctimas del terrorismo. Las organizaciones mayoritarias salieron de aquella reunión como entraron: defraudadas. Se sienten “traicionadas y engañadas”. Pese a todo, el ministro sigue adelante con su plan y sostiene que no ha variado la política de dispersión ante ETA, sino que se trata de sistematizar, negro sobre blanco, el apoyo a los presos con delitos por terrorismo para librarse “del yugo” de la banda, tras las falsas expectativas que ETA les ofrece de una salida conjunta. La polémica ha surgido porque, a partir de ahora, no será preciso que los terroristas pidan perdón a sus víctimas para ser acercados a cárceles del País Vasco en la primera fase del Plan Integral de Reinserción. Según Fernández Díaz, “el programa contribuye a la derrota de ETA. No hay nada que haga más daño a la banda que la disidencia interna”, sostiene el ministro.

“El Gobierno ni ha negociado ni va a negociar jamás con los terroristas –dice Fernández Díaz–. Nuestra política no ha cambiado en absoluto, digan lo que digan; es la de la reinserción individual en el marco de la ley. Y este programa pretende revitalizar esa política en la medida en que, desde el 20 de octubre, tras la declaración de ETA sobre el cese definitivo de su actividad, la banda ha venido diciendo a los presos que saldrían a la calle por una negociación política, lo cual es un engaño absoluto”. Fernández Díaz hace hincapié en que, ante estas expectativas generadas por la banda, “algunos presos que estaban dispuestos a acogerse a esa vía han suspendido su decisión” de dar el paso de cortar con ETA. “Como pretendemos la reinserción individual en el marco de la ley, sistematizamos por escrito ese programa, decir en qué consiste y en qué no y, al mismo tiempo, animar a la reinserción en el marco de la ley a aquellos presos de ETA que estén dispuestos a romper con la organización y sacudirse el yugo de su coacción”.

Se trata de una vuelta de tuerca a la denominada vía Nanclares que impulsó en su momento Alfredo Pérez Rubalcaba. “Lo que decimos a los terroristas –matiza– es que para empezar el programa pueden manifestar de manera pública, solemne, rotunda e indubitada que rompen con la organización terrorista. A partir de ahí, empieza el programa. Evidentemente, la siguiente fase es pedir perdón a las víctimas”. En otras palabras, se conceden acercamientos a las prisiones vascas a los presos que apunten un primer grado de reinserción y disidencia antes de acogerse a la vía Nanclares y los beneficios penitenciarios que esta conlleva, con base en el discutido artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario.

Con todo, Fernández Díaz declara que “la política de dispersión está basada en que existe una organización terrorista y se dispersa a los presos para que la banda tenga más difícil ejercer la coacción sobre ellos. Si pese a todo hay un preso que se desvincula públicamente de la organización, ya no se le tiene por qué aplicar la política de dispersión, porque no tiene que estar subordinado a la disolución de ETA cuando él públicamente sí que abomina de su pertenencia a ETA”. En este sentido, el titular de Interior reitera que “la política de dispersión está basada en que hay una organización terrorista. A un preso que pública, clara y rotundamente manifiesta su rechazo y desvinculación de ETA –insiste– no habría que aplicarle la dispersión, ya que de hacerse así, su decisión estaría condicionada a la decisión de la banda”.

“Que quede claro que con esto no se modifica ni la ley ni los beneficios penitenciarios”, sostiene el ministro en declaraciones a LA GACETA. Efectivamente, en puridad, el acercamiento no es un beneficio en sí mismo, ya que la dispersión es una decisión política. Las víctimas denuncian, sin embargo, que se trata de una medida que favorece a los presos de forma manifiesta que además no exige el arrepentimiento y la petición pública de perdón por los crímenes cometidos.

Las víctimas se sienten engañadas y así lo denunciaron el viernes en sus reuniones con el ministro. “Unas sí y otras no”, sostiene Fernández Díaz, quien elude “entrar en una confrontación” respecto a la nimia representatividad de las víctimas de ETA que sí apoyan su Plan Integral de Reinserción.

La vía Nanclares apenas surtió efecto entre el 5% de los presos de la banda y contó con la contestación de las asociaciones de víctimas e incluso del propio Partido Popular, que denunció públicamente la forma en que se estaba aplicando. Según el ministro, “la vía Nanclares iba funcionando hasta el 20 de octubre, cuando ETA anuncia el cese definitivo de su actividad terrorista y engaña a los presos”. Así, Fernández Díaz sostiene que “es el momento de revitalizar nuestra apuesta en política penitenciaria. Todo partiendo de la base de que ni hemos negociado ni jamás vamos a negociar con ETA; exigimos su disolución incondicional y nuestra política penitenciaria es la reinserción en el marco de la ley. Desde el 20 de octubre esa vía esta cegada por lo que he comentado y el programa busca revitalizar la vía de la reinserción individual”.

El ministro se afana en subrayar que, a su juicio, “la política de dispersión no cambia. Se trata de un programa de reinserción individual. La dispersión tiene sentido en la medida en que existe una organización terrorista y forma parte de la política penitenciaria al servicio de la antiterrorista. (...) ¿A alguien que hace el gesto de sacudirse el yugo de la coacción terrorista le seguimos aplicando la dispersión porque ETA no se ha disuelto?


Por otro lado, los dirigentes del PP vasco, siempre en privado, critican frontalmente tanto el plan como las formas en que se ha anunciado. Un malestar que se ha extendido a amplios sectores del partido y del propio Gobierno. “No opino de las críticas de los demás. El presidente habló ayer, yo también y he informado al Consejo de Ministro”, declara el titular de Interior.

El hecho de que el ministerio no informase previamente a las víctimas ha merecido las críticas más aceradas. “No me arrepiento de nada –asegura Fernández Díaz–. El día anterior tuve una comparecencia de tres horas en la Comisión de Interior en el Congreso; de ahí me fui directamente al Consejo de Ministros de Interior en Luxemburgo y pasan cosas que no deseas, pero, en fin, qué le vamos a hacer... Hoy [por el viernes] me he reunido durante cinco horas con las víctimas...”.


A la pregunta de si estamos más cerca de la derrota de ETA, dice: “ETA está derrotada policialmente. Lo que ahora estamos exigiendo es su disolución. Otra cosa es que a su derrota, al cese definitivo de su actividad terrorista, le siga su disolución. No vamos a cesar de exigir su disolución incondicional. Lo tienen que hacer por las buenas o por las malas y estamos convencidos de que este programa, en la medida en que revivifica la vía de la reinserción individual en el marco de la ley, también contribuye a ello, porque no hay nada que haga más daño a ETA que la disidencia interna”.