España a la cabeza en precariedad
laboral
El 34% de los trabajadores españoles tiene contrato temporal
frente al 14'9% de la media europea
Menos del 9% de los trabajadores españoles disfruta de un horario flexible, porcentaje que supera el 23% entre los empleados de los países de la Unión Europea, según el Euroíndice Laboral IESE-Adecco del segundo trimestre de 2007. De hecho, España se encuentra a la cola de los países con mayor flexibilidad horaria, sólo por delante de Portugal en el caso de los hombres, y de Portugal, Hungría e Italia en el de las mujeres.
En concreto, España es el segundo país con horarios menos variables entre los hombres, pues sólo el 8% de los ocupados disfrutan de flexibilidad en sus horarios. Le sigue Portugal, con el 6,1%. En el otro extremo se sitúan Alemania, Finlandia y Reino Unido, donde el 49,6%, el 41,2% y el 31,3% de los hombres ocupados tiene un horario flexible.
En la UE de 25 miembros, el 23,8% de los varones que trabajan cuenta con algún grado de flexibilidad, que en la mitad de los casos consiste en la posibilidad de modificar la hora de inicio o final de su jornada dentro de una banda horaria predefinida.
Los resultados de este informe apuntan a que el 73,4% de los trabajadores europeos varones de entre 25 y 49 años tiene un horario inflexible. De ellos, nueve de cada diez tiene un horario fijo de entrada y salida al trabajo, en tanto que el resto trabaja a turnos (con horarios de entrada y salida fijos, pero en días variables).
En la mitad de los países analizados (España, Hungría, Irlanda, Italia y Portugal), el porcentaje de trabajadores con un horario rígido es más elevado, al afectar al 88% del total.
En cuanto a las mujeres, la cifra de españolas que disfrutan de horarios flexibles es más alta que la de los varones, con un 9,2%, porcentaje que sólo supera al de Portugal (4%), Hungría (6,1%) e Italia (7,5%). De nuevo, Alemania, Finlandia y Reino Unido se sitúan a la cabeza, con el 44,8%, el 35,4% y el 26,8%, respectivamente.
En total, el 88,2% de las trabajadoras españolas tiene un horario rígido, siendo España, junto con Irlanda, los dos únicos países donde existe la misma proporción de mujeres y hombres con horarios inflexibles. En el resto de países, hay más hombres con flexibilidad que mujeres.
En cabeza de la temporalidad
Mientras que España se encuentra en el vagón de cola en cuanto a flexibilidad horaria, en temporalidad ocupa el puesto de cabeza, con una tasa del 34% en 2006, frente al 14,9% de la UE-25. Tras España, figura Polonia (27,3%) y Portugal (20,6%). En el otro extremo se sitúan Irlanda, con sólo un 3,4% de trabajadores temporales, Reino Unido (5,8%) y República Checa (8,7%).
La proporción de temporales es algo superior entre las mujeres, con un 15,5% de promedio europeo. Con excepción de Alemania y Polonia, todos los países presentan una mayor tasa de temporalidad para las mujeres que para el total de asalariados.
La mayor diferencia la registran España e Italia, donde la tasa de temporalidad femenina es 2,7 puntos superior al total. En concreto, las españolas tenían una tasa de temporalidad del 36,7% en 2006, frente a Irlanda, Reino Unido y República Checa, países que con un 3,9%, un 6,4% y un 10,1%, presentan la menor proporción de mujeres con contratos temporales.
Respecto a los jóvenes de entre 16 y 24 años, en Polonia y España dos de cada tres, alrededor del 66%, tienen un contrato de duración determinada, porcentaje superior en más de 20 puntos a la media de la UE-25, situada en el 42%.
Creación de empleo
Según el Euroíndice IESE-Adecco, en el que se analizan los datos de siete países (Reino Unido, Portugal, Polonia, Italia, Francia, España y Alemania), la creación de empleo en Europa pasa por una fase de estabilidad, con un crecimiento estimado del 1,7% en 2007.
En España, se prevé la creación de 569.000 puestos de trabajo este año, un 2,8% más, el menor crecimiento en 12 años, aunque superior a la media europea. El número de parados, por su parte, sólo descenderá en 17.000 personas (-1%), aunque la tasa de paro finalizará el ejercicio en el 8%, tres décimas menos que en 2006. Polonia será el país de los siete recogidos en este informe que más empleo genere, con 698.000 nuevos puestos de trabajo, un 4,7% más.
El estudio estima que el empleo femenino se acelerará a finales de año en paralelo a una leve moderación de la ocupación masculina, de tal forma que las mujeres aumentarán su participación en el empleo, hasta lograr el 49% de los puestos de trabajo. En España, por el contrario, la creación de empleo femenino se ralentizará hasta absorber el 50% de las nuevas ocupaciones, la menor proporción en seis años.
Las previsiones recogidas en este informe apuntan a que la tasa de paro de las mujeres españolas alcanzará a finales de año el 10,5%, ocho décimas inferior a la de 2006 y el menor registro desde 1979. Aún así, será la tasa de desempleo más elevada de los siete países analizados. En la UE, el paro femenino es del 7,8%, la proporción más reducida desde 1983, y terminará el año en el 7,9%, según el Euroíndice.
------------------------------------España a la cabeza de Europa en temporalidad laboral un año atrás
Libertad Digital. Miércoles, 22-11-2006. Agencias
Los informes de Eurostat demuestran, según la Comisión Europea, que España se sitúa a la cabeza de Europa en cuanto a temporalidad laboral. Más de un 33 por ciento de los contratos que se firman son temporales en nuestro país. El pasado 21 de octubre de 2003 José Luis Rodríguez Zapatero, todavía jefe de la oposición, aseguró que "la estabilidad en el empleo y el acceso de los jóvenes a la vivienda conforman un tándem imprescindible para el PSOE". Tres años después, España está a la cabeza de la UE en temporalidad laboral y el precio de las viviendas, así como de las hipotecas, continúa subiendo.
España se sitúa a la cabeza de la Unión Europea en porcentaje de contratos temporales, con un 33,3 por ciento sobre el total, mientras que el otro extremo lo ocupan países como Irlanda, donde apenas cuatro de cada cien contratos son temporales, y Estonia, con una incidencia del 2,7 por ciento. La contratación a tiempo parcial tiene mucho éxito en Países Bajos y ninguno en Hungría o Eslovaquia.
Estos datos, que figuran en los informes de Eurostat relativos al año 2005, demuestran, según la Comisión Europea, que la modalidad contractual varía notablemente en función del Estado miembro de que se trate y además que las formas de trabajo "no estandarizado", es decir lejos del modelo del contrato fijo y a tiempo completo, empieza a ser predominante en el ámbito europeo, según Europa Press.
De hecho, si se suman los contratos temporales, a tiempo parcial, por obra o servicio, los de las agencias temporales y los 'freelance' se obtiene el 25 por ciento del total de la fuerza de trabajo. A ello hay que añadir que unos 31 millones de trabajadores europeos, es decir casi el 15 por ciento, son autónomos y de ellos, el 10 por ciento no tiene empleados a su cargo.
Este contexto es el que ha llevado al comisario de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, a abrir el debate sobre la revisión del derecho laboral para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI y a pedir a Estados miembros y agentes sociales que hagan llegar a Bruselas sus ideas para flexibilizar el mercado de trabajo garantizando, al mismo tiempo, la seguridad de los trabajadores, concepto al que el Ejecutivo comunitario ha bautizado con el nombre de 'flexiguridad'. La consulta iniciada hoy se prolongará durante cuatro meses y las opiniones vertidas a la Comisión servirán de base para una comunicación que sobre este asunto tiene previsto presentar Spidla en junio de 2007. Durante la presentación de la iniciativa, el comisario expuso que, si bien el 60 por ciento de los actuales contratos de la UE son indefinidos y a tiempo completo, el 40 por ciento restante ya se incluyen en la categoría de contratos no convencionales.
"Eso no significa que sean precarios", se apresuró a decir Spidla, quien aseguró que este tipo de contratos gozan de "buena acogida" entre los propios trabajadores. En todo caso, admitió que el mercado de trabajo comunitario se caracteriza por "cierta precariedad" y una "creciente fragmentación" y que los problemas asociados al mercado laboral son compartidos por todos los Estados miembros, de ahí que defendiera abordar el asunto a escala europea.
Entre los argumentos que esgrime el comisario para revisar el derecho laboral actual, además de las nuevas formas de trabajo, figura el avance de las nuevas tecnologías y los efectos de la globalización sobre el mercado de trabajo europeo.
"Las formas de trabajo más flexibles son vitales para afrontar los efectos de la mundialización y el envejecimiento de la población sobre nuestro mercado laboral. Al mismo tiempo, es fundamental que en este proceso los trabajadores no se conviertan en perdedores y que se escuchen sus peticiones en materia de seguridad", declaró Spidla.
El comisario pide, pues, un debate "abierto" para adaptar el derecho laboral a la nueva realidad, tanto a nivel nacional como europea, para tener reglas claras y comprensibles tanto para la patronal como para los trabajadores. Aunque muchos aspectos del derecho laboral son competencia de los Estados miembros, existe una sólida base comunitaria para garantizar determinadas condiciones de igualdad, por ejemplo en materia de información a trabajadores y sindicatos o condiciones laborales.