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Artur Mas dice el 13 de octubre de 2014 que no va a hacer un referéndum independentista el 9N e inicia el plan B
Plan B de Artur Mas ante el fracaso del referéndum independentista
DN EFE. Barcelona, martes, 14/10/2014 a las 07:10
El presidente de la Generalitat, Artur
Mas, ha informado este lunes, 13.10.2014, a ERC,
ICV-EUiA y CUP de que no podrá hacer la
consulta del 9N en los términos del decreto de
convocatoria y ha planteado una alternativa que ya han rechazado
los republicanos, que han pedido una declaración unilateral de
independencia "inmediata".
Tras siete horas de una reunión tensa
en el Palacio de Pedralbes de Barcelona, Mas y los partidos que
impulsaron la consulta no han logrado un acuerdo
sobre las posibles salidas para sortear la suspensión temporal
decretada por el Tribunal Constitucional (TC) de la ley de
consultas y del decreto de convocatoria del 9N.
Mas comparecerá este martes en el Palau de la
Generalitat para explicar su propuesta
alternativa que, según fuentes de la negociación, pasa
por un proceso de "participación ciudadana",
que está contemplado en una serie de artículos de la ley de
consultas que no han sido impugnados.
Pero ERC lo ve como una "renuncia"
del Gobierno de Cataluña a la consulta y cree que es un
escenario que aboca, a su juicio, a que el Parlamento autonómico
haga una declaración de independencia "inmediata",
sin hacer mención alguna a unas elecciones plebiscitarias
previas.
Para Esquerra, un proceso participativo no puede
ser "en ningún caso" un "sustituto de la consulta",
por lo que "ante la imposibilidad de hacerla por la
oposición del Gobierno español y la renuncia del gobierno
catalán", los republicanos advierten de que "sólo hay
un camino", que es que el Parlamento catalán haga una
"declaración de independencia inmediata y la apertura de un
proceso constituyente".
A la salida de la reunión sólo ha hecho declaraciones a los
medios el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, que
ha explicado que su partido ha propuesto, si no se puede celebrar
el 9 de noviembre, que esa fecha haya una movilización
coordinada en todo el territorio que sea "cuantificable"
no sólo por la cantidad de personas que pueda estar en las
calles manifestándose esa jornada.
Una posibilidad es que el 9 de noviembre puedan
ser convocados plenos simultáneos en el
Parlamento de Cataluña y en los ayuntamientos catalanes para
reivindicar el derecho a decidir; y otra opción que se baraja es
realizar en toda Cataluña un consulta informal como se hizo en
primera instancia en Arenys de Munt (Barcelona).
Mas y los líderes de los partidos proconsulta (CiU, ERC, ICV-EUiA
y CUP) se citaron este lunes en el Palacio de Pedralbes de
Barcelona a partir de mediodía para celebrar la tercera cumbre
de forma secreta, aunque los medios de comunicación al final han
dado con el lugar de la reunión.
Fuentes de la negociación han explicado que, en el transcurso
del encuentro, Mas ha admitido que no ve la forma de hacer la
consulta en función de lo que estrictamente establece el decreto.
Sin embargo, ha puesto sobre la mesa una propuesta para
hacer posible el 9N explorando vías para ampararse en un título
de la ley de consultas, relativo a los "procesos de
participación ciudadana", que no fue impugnado por el
Gobierno.
La cumbre, que se quería hacer con total discreción,
arrancó al mediodía con Mas, la vicepresidenta del Gobierno
catalán, Joana Ortega; el conseller de Presidencia, Francesc
Homs; el líder de ERC, Oriol Junqueras; el presidente del grupo
de CiU en el Parlamento catalán, Jordi Turull (CDC); el
secretario general de Unió, Ramon Espadaler; el líder del grupo
de ICV-EUiA en el Parlament, Joan Herrera; el portavoz adjunto de
los ecosocialistas, Joan Mena; y los diputados de CUP Isabel
Vallet y David Fernández.
Los participantes hicieron un receso, de un par de horas, durante
las cuales sólo permanecieron en el Palacio de Pedralbes Mas,
Junqueras y Turull.
Al regresar a las dependencias de dicho palacio sólo David
Fernández -representante de la CUP- lanzó a
los periodistas una escueta frase mientras entraba a pie:
"ni un paso atrás".
La reunión vino precedida de una serie de declaraciones que
abrían la puerta a estudiar alternativas si no se podía
celebrar la consulta soberanista.
Tras la reunión de la ejecutiva de ERC, la portavoz del partido,
Anna Simó, ya había admitido que cada día que pasa hay menos
garantías para el 9N y se mostró abierta a estudiar
alternativas.
Por su parte, Joan Herrera, antes de acudir a Pedralbes,
consideró que si no se vota el 9N "no se acaba el
proceso".
También abrió las puertas a alternativas el presidente del
Consejo Asesor para la Transición Nacional, Carles Viver Pi-Sunyer,
quien indicó que si no hay consulta el 9 de noviembre se
pueden convocar unas elecciones plebiscitarias.
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Mas anuncia ahora para el 9N una consulta "previa a la definitiva"
DN EFE. BARCELONA 14/10/2014 a las 10:18
El presidente de la Generalitat asegura que su gobierno seguirá adelante con el referéndum
Artur Mas reconoce que los partidos del bloque soberanista "no están tan juntos como hace 10 días"
El presidente de la Generalitat,
Artur Mas, llevará a cabo una consulta
alternativa el 9 de noviembre "con locales abiertos,
urnas y papeletas", un proceso de participación
en el que se guarda como última posibilidad unas "elecciones
plebiscitarias" que supondrían la "consulta definitiva".
Desde la asunción de que los partidos del bloque
soberanista "no están tan juntos como hace 10 días",
Mas ha comparecido este martes en la galería gótica del
Palau de la Generalitat tras renunciar anoche a la consulta del 9N tal y como la estableció en el decreto suspendido por
el Constitucional.
"Mantengo la consulta", ha dicho Mas, pero, acto
seguido, ha explicado que dicha consulta, en la que se mantendrá
la doble pregunta sobre la independencia, no
seguiría los parámetros establecidos por el decreto de
convocatoria suspendido por el Tribunal Constitucional.
Según Mas, esta nueva consulta se basará en
"marcos legales preexistentes" a la Ley de Consultas
impugnada por el Gobierno y también suspendida por el
Constitucional, pero no ha concretado a qué se refería para
"no ponerlo fácil" ante un posible nuevo recurso del
Ejecutivo central.
Mas sí que ha detallado que se creará un "consejo
general de participación" para el 9 de noviembre,
que "se hará un recuento" y que se darán a conocer
los resultados al día siguiente.
Asimismo, el Govern prevé contar con "más de 20.000
voluntarios" para hacer esta consulta alternativa y
Mas ha dejado claro que los locales de participación serán
propiedad de la Generalitat, con lo que demuestra que su
compromiso con el 9N se mantiene "intacto y firme".
"Habrá locales abiertos, habrá urnas y habrá papeletas",
ha subrayado Mas, que ha ironizado, en alusión al presidente del
Gobierno, Mariano Rajoy, al decir que "a
veces las noticias excelentes duran pocas horas", y ha
vuelto a recordar a las fuerzas proconsulta que "el
adversario es el Estado español".
En todo caso, el presidente de la Generalitat ha
insistido en que "la consulta definitiva, con plenas
garantías, sólo se puede hacer a través de unas elecciones
plebiscitarias", una carta que se guarda por el
momento "y que es la que más teme Madrid (Estado)".
Respecto a esta posibilidad de "elecciones plebiscitarias",
cree que la mejor opción sería lograr una amplia mayoría
gracias a una "candidatura y programa conjuntos" de las
fuerzas soberanistas, una alusión dirigida
principalmente a ERC.
El líder de ERC, Oriol Junqueras, pidió anoche,
tras la reunión de partidos proconsulta que certificó la
renuncia de la consulta del 9N en los términos previstos, "una
mayoría parlamentaria para hacer una declaración
de independencia e iniciar el proceso constituyente de
la República Catalana".
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Una votación con papeletas, pero sin censo y gestionada por voluntarios
DN Colpisa. Barcelona 15/10/2014 a las 06:00
El plan alternativo de Artur Mas
recibió este martes, 14.10.14 calificativos de todo
tipo: simulacro, sucedáneo, "gigaencuesta",
"referéndum de costillada", esperpento... pero, al
margen de la definición, lo que el presidente de la Generalitat
propone es un "proceso de participación ciudadana"
que podría tomar como base el artículo 9.2 de la
Constitución, el 43 y el 122 del Estatuto catalán e, incluso,
una de las partes del título tercero de la ley de consultas que
el Tribunal Constitucional no ha suspendido. Mas no quiso dar
demasiadas pistas para "no facilitarle el trabajo al
Gobierno", que pretende también impugnar la consulta
alternativa. La original estaba convocada por un decreto
que se amparaba en la ley de consultas y que detallaba todos los
aspectos de su desarrollo. En cambio, en la nueva el paraguas
legal es algo tan inconcreto como los "marcos legales
preexistentes", según Mas.
En principio, el jefe del Ejecutivo autonómico no piensa firmar
ningún decreto para poner en marcha la votación, que en esencia
podría ser un híbrido entre la consulta independentista de
Arenys de Munt y una recogida de firmas. La votación la
impulsará la Generalitat y por tanto tendrá carácter oficial.
La administración catalana facilitará "cientos" de
locales que harán las veces de colegios electorales y para
las mesas solicitará la colaboración de 20.000 voluntarios, que
sustituirán a funcionarios u otros trabajadores
públicos, que si participasen en el proceso corrían el riesgo
de ser inhabilitados. Los Mossos, en cualquier
caso, formarán parte del "dispositivo necesario" para
el 9-N, según afirmó el consejero de la Presidencia, Francesc
Homs.
No habrá censo ni registros previos como en la
consulta suspendida. El que quiera participar, siempre y
cuando sea mayor de 16 años, deberá acudir al colegio con el
DNI para inscribirse 'in situ', justo antes de depositar la
papeleta en la urna. De esta manera, Mas evita una de sus mayores
preocupaciones, que era que con el formato anterior, que
conformaba el censo a partir de los datos del registro de
población, miles de ciudadanos contrarios al proceso pudieran
denunciar a la Generalitat por violar la ley de protección de
datos. "Eso sería un ridículo internacional
terrible que no estoy dispuesto a asumir", dijo. La
papeleta incluirá la doble pregunta prevista
para el referéndum inicial: "¿Quiere que Cataluña sea un
Estado? Y, en caso afirmativo, ¿quiere que sea un Estado
independiente?". El presidente de la Generalitat confirmó
que habrá un consejo general de participación,
que será el encargado de supervisar que se cumplen las
garantías democráticas propias de una votación -como que
alguien no vote dos veces, según detalló el presidente catalán-,
y que el recuento se hará oficial el 10 de noviembre mediante un
sistema informático.
Una de las principales pegas de esta fórmula de participación
ciudadana es que solo acostumbran a votar los que están
a favor. Es lo que ocurrió en Arenys de Munt,
la consulta popular que en 2009 encendió la chispa del
incremento del sentimiento independentista en Cataluña. En
aquella votación hubo una participación del 41 por ciento (2.600
personas), que apoyaron la secesión con un porcentaje del 96 por
ciento. Los del 'no' apenas acudieron a votar. Mas, en cualquier
caso, trató hoy de marcar distancias con la consulta de la
localidad del Maresme. La principal diferencia, dijo, es que la
nueva consulta del 9-N la promueve el Gobierno catalán mientras
que la de Arenys la impulsaba una entidad privada y, justo por
esta razón, pudo esquivar la impugnación de la Abogacía del
Estado. Después de Arenys, unos 500 municipios (sobre un total
de 947) celebraron iniciativas similares con resultados muy
parecidos. La última votación se hizo en 2011en Barcelona
capital, donde se registró un 21 por ciento de participación y
un 90 por ciento de síes a favor de la secesión.
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Artur Mas propone una consulta descafeinada
DN Colpisa. Barcelona 15/10/2014 a las 09:17
Artur Mas se sacó un conejo
de la chistera ante la imposibilidad de convocar su referéndum
secesionista: propuso una suerte de consulta descafeinada del
9-N, en forma de pseudo votación popular supervisada por
voluntarios y sin censo. Todo ello, como antesala o
ensayo general a unas elecciones autonómicas en las que todos
los partidos soberanistas concurrirían en una sola lista.
Comicios que, según su nueva hoja de ruta, serían "plebiscitarios"
y que darían el pistoletazo a un Cataluña independiente.
Un día después de anunciar en la reunión del frente
soberanista que el referéndum sobre la independencia,
tal y como estaba planteado en el decreto suspendido por el
Tribunal Constitucional, no podría llevarse a cabo,
porque carecería de garantías democráticas y supondría un
desafío sin precedentes al Estado de derecho, el presidente de
la Generalitat, se negó a tirar la toalla. Y se reinventó.
"No reculamos. Estamos decididos a seguir adelante y hacer
la consulta, se equivoca el que dé por liquidado el proceso",
dijo, al tiempo que elevaba el tono contra "Madrid".
En una huida hacia adelante para ganar tiempo, que podría
encallar en las mismas rocas que la votación original, es decir,
suspendida por el Constitucional a instancias del Gobierno
central, Mas plantea ahora un 9-N alternativo,
en forma de participación ciudadana y amparado por "marcos
legales preexistentes". La intención de la Generalitat es
que esta especie de movilización reivindicativa con urnas haga
las veces de votación "anticipada", de primera vuelta
del referéndum final, el importante, en este caso la
convocatoria de unas elecciones anticipadas autonómicas, que
tendrían carácter plebiscitario.
Esta última fórmula es la que más "temen" en Madrid,
señaló. Mas ha cambiado su discurso y si hasta la fecha
afirmaba que las elecciones no eran una prioridad y que estaban
guardadas en un cajón, desde este martes están encima de la
mesa y en el lugar central de su escritorio. "La consulta
definitiva solo se podrá hacer a través de elecciones que los
partidos transformen en un referéndum", expresó. Por
primera vez, desveló al 100 por cien su estrategia.
ADELANTO
El problema que tiene Mas es que a día de hoy ninguna fuerza
catalana quiere un adelanto electoral, aunque Esquerra se lo pida,
en buena parte porque la mayoría se espanta de un posible mal
resultado. Pero sobre todo, el problema que tiene el presidente
de la Generalitat es que ERC no quiere formar una lista única
con Convergència. Entre los recortes, la marcha atrás de la
consulta original y el caso Pujol, Mas sabe que la formación que
preside no puede concurrir sola a unas elecciones.
Por esta razón, trata de cortejar a Oriol Junqueras,
que no se deja seducir, porque primero quiere dar la campanada en
las municipales de mayo de 2015 y porque los republicanos
consideran que ir de la mano del partido de Pujol puede restarles
votos. Y es que, una cosa es acompañar a Convergència en el
proceso y otra compartir una lista y un programa.
A Mas y Junqueras les separa la estrategia partidista de cada
unas de sus formaciones y les separa el objetivo final de las
plebiscitarias. Para los republicanos las elecciones, siempre que
ganaran los partidarios de la secesión, serían el paso
inmediato a la declaración unilateral de independencia, mientras
que Convergència va más lenta. "¿Lista unitaria, para
qué?", expresó gráficamente Junqueras. El líder de ERC
se siente fuerte para presionar y acusar a Mas de romper la
unidad. Los republicanos no acaban de fiarse del todo porque si
el convergente no ha sido capaz de llegar hasta el final en su
compromiso de celebrar una consulta pactada por las cuatro
formaciones, que está suspendida por el Constitucional,
difícilmente se saltará la legalidad para declarar la
independencia.
'LIGHT'
Mas, en cualquier caso, cree que con la consulta 'light' cumple
con su compromiso de que los catalanes voten el 9-N. "Nunca
se había llegado tan lejos, el 9-N habrá locales abiertos,
urnas y papeletas", afirmó. El líder de CiU reconoció no
obstante que solo avanzará las elecciones si son de
carácter plebiscitario. "Para que sea un
referéndum debe haber programa y lista conjuntas", aseguró.
La negociación con Esquerra se presenta larga y tortuosa.
El otro gran quebradero de cabeza que tiene Mas es que no ha
logrado mantener la unidad en el proceso soberanista. La
comparecencia del pasado martes en la sala gótica del Palau
de la Generalitat contrastó con la de hace diez días, cuando
tras la primera reunión del frente preconsulta el presidente
catalán posó con el resto de compañeros. En esta ocasión, el
dirigente nacionalista se presentó solo y reconociendo que el
consenso está resquebrajado, que no roto, aunque no descartó
que pueda recomponerse en "otro momento".
La falta de consenso, según admitió, podría incluso poner en
peligro el pacto de estabilidad parlamentaria que suscribió con
Esquerra hace dos años. Con vistas a recomponer el consenso
perdido, elevó su tono contra el Gobierno central. "El
adversario es el Estado español", afirmó. Actúo en "legítima
defensa" ante las "agresiones" de Madrid, remató.