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Anglicanos y episcopalianos que se unen a la Iglesia Católica
El Ordinariato anglocatólico de la Cátedra de San Pedro de EEUU y Canadá crece
Rev. Steenson: Éste es el alma del Ordinariato: volver a casa, a Roma
El papa crea ei 1.01.2012 el ordinariato anglocatólico de Estados Unidos
ReL 3.01.2012
El ordinariato anglocatólico de Estados Unidos
ya está en marcha y tiene un responsable: el ordinario Jeffrey
Steenson, que fue durante 24 años cura episcopaliano (anglicanos
de EEUU), y durante 3 años fue obispo de la diócesis
episcopaliana de Río Grande (que cubre Nuevo México y parte de
Texas).
Steenson es un especialista en los Padres de la Iglesia que
siempre tuvo un gran respeto por el catolicismo. A medida que
estudiaba cómo eran los cristianos de los primeros siglos y sus
creencias, y al ver cómo en el protestantismo episcopaliano no
había ninguna autoridad para enseñar doctrinas (tanto los que
defendían el matrimonio gay como los que lo condenaban
aseguraban seguir la Biblia y la inspiración del Espíritu Santo)
acabó aceptando la plenitud de la enseñanza católica y fue
recibido en el catolicismo en 2007, junto con su esposa Debra.
Estudió más patrística unos años en Roma. En diciembre de
2008 era ordenado diácono en la ciudad de Pedro y Pablo, en
Santa María la Mayor. Y en febrero de 2009 era ordenado
sacerdote católico.
"Lo frustrante de ser protestante es que cada
mañana te levantabas y tenías que reinventarte la Iglesia de
cero", decía Jeffrey Steenson al Catholic News
Service en 2009.
Citando al siglo II
Después Steenson fue profesor de patrística
en el seminario de Houston, en Texas, mientras diseñaba un
itinerario para formar a clérigos de origen anglicano que
quieran ser sacerdotes católicos. Se nota su mano en la cita de
San Ireneo (padre de la Iglesia del siglo II) que puede leerse en
la web del Ordinariato de EEUU: Es necesario que todas las
iglesias estén de acuerdo con esta iglesia [Roma] en base a sus
excelentísimos cimientos apostólicos" (de su libro "Contra
los herejes", 3,3,2).
Ahora, el Papa pone a Steenson al frente del ordinariato (dedicado
a la Cátedra de Pedro, símbolo del poder que Cristo dio a Pedro
para enseñar con autoridad, como portador de las Llaves del
Reino). El ordinariato cubre todo el territorio de EEUU: es una
estructura de la que han pedido formar parte 1.400 laicos de
origen anglicano de 22 comunidades distintas y más de 100
clérigos anglicanos o episcopalianos. De ellos, 47 clérigos
están ya en un proceso avanzado de formación en la doctrina y
disciplina católica, y la mayoría de ese grupo serán ordenados
como sacerdotes católicos en la primera mitad de 2012.
Monseñor con mitra y báculo, pero no obispo
Steenson, al ser un hombre casado (con tres
hijos ya crecidos y un nieto), no puede ser ordenado obispo y por
lo tanto no podrá ordenar sacerdotes, pero como
sucedió en 2011 con Keith Newton, el ordinario
anglocatólico para Inglaterra y Gales (otro ex-obispo
anglicano casado); sí recibirá el título de monseñor,
llevará báculo, mitra, anillo y capa y participará en las
reuniones de la Conferencia Episcopal.
Será el superior y responsable de los clérigos y laicos del
Ordinariato (dependerán de él, no de los obispos locales) y
supervisará su admisión, selección y formación, aunque para
la ceremonia concreta de consagración de nuevos clérigos
necesite que la imposición de manos la realice un obispo.
El ordinariato inglés y el norteamericano
El ordinariato inglés para ex-anglicanos que se unen a la Iglesia Católica manteniendo elementos de su liturgia y tradición se puso en marcha en 2011. Forman parte de él ya 60 ex-clérigos anglicanos (incluyendo 5 antiguos obispos) que hoy son sacerdotes católicos, además de 1000 laicos ex-anglicanos de Inglaterra y Gales (y un clérigo en Escocia).
Lo "bueno" del caso inglés es que
los clérigos tenían una formación académica y disciplina
eclesial bastante parecida a la católica, así que la
transición no ha sido complicada. Además, las distancias en
Inglaterra son bastante asequibles. Se espera que otros 20
clérigos y 200 laicos anglicanos más se sumen al ordinariato
inglés este año.
Lo malo del caso inglés es que los nuevos católicos no tienen
templos ni locales propios, muchos de esos nuevos sacerdotes
tienen esposa e hijos que hay que mantener, y la Iglesia
católica inglesa es minoritaria y no muy rica, compuesta en gran
parte por inmigrantes humildes y le cuesta financiar al
Ordinariato británico y sus particularidades. Hay cargos pagados
de capellanes en prisiones, colegios y hospitales, pero no son
tan abundantes como se necesita.
En el caso de EEUU, Steenson tiene en contra la enorme diversidad
de procedencia de sus conversos. Pueden ser:
- antiguos miembros de la Iglesia Episcopaliana, la más liberal
de la Comunión Anglicana mundial
- católicos miembros de las 3 parroquias y diversas comunidades
católicas de "Uso Anglicano"
- miembros de la llamada Iglesia Católica Anglo-Luterana, un puñado de parroquias que han pedido integrarse
- miembros de otros grupos pequeños independientes de tradición
anglicana, pero no episcopalianos
La seriedad de la formación teológica que han recibido los
líderes de estos grupos tan diversos es de lo más variado, y
por eso la Iglesia Católica examina caso a caso qué pastores
pueden ser ordenados como sacerdotes católicos. Además, el
inmenso tamaño del país dificulta el apoyo conjunto a los
grupos del Ordinariato.
A favor, el Ordinariato tiene que muchos grupos llegan ya con sus
propios templos y edificios. Para empezar, ya tienen catedral: la
iglesia de Nuestra Señora de Walsingham en Houston, Texas, una
de las parroquias de "Uso Anglicano", que desde los
años 80 es católica pero con rito anglicano adaptado.
Por otra parte, en Estados Unidos la Iglesia Católica es mucho
más rica y potente que en Inglaterra, y encontrar capellanías y
financiación para los clérigos conversos desde el anglicanismo
con sus mujeres e hijos no será difícil.
Por último, en Estados Unidos es más evidente que en Inglaterra
la descomposición del anglicanismo liberal, y los
norteamericanos son mucho más dados a cambiar de religión, a
buscar su lugar espiritual, mientras que los ingleses son mucho
más sedentarios y menos inquietos espiritualmente. Una pequeña
comunidad del Ordinariato que nazca con 30 o 40 personas en EEUU
puede crecer con programas misioneros y atraer conversos
vibrantes y entusiastas.
Los 1.400 que han pedido entrar este año se convertirán en un
goteo continuo año tras año. Las 22 comunidades que han pedido
su ingreso podrían aumentar su número muy pronto en este país
que premia a los emprendedores.
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Otras dos parroquias episcopalianas de EEUU piden ingresar en los ordinariatos católicos en septiembre de 2010
La Comunión Tradicional Anglicana de Estados Unidos pide su ingreso en la Iglesia Católica en marzo de 2010
3 marzo 2010 ReL
Acogiéndose a las disposiciones del Papa en la constitución apostólica «Anglicanorum coetibus», los episcopalianos más próximos al catolicismo siguen así los pasos de los ingleses.
Los anglicanos tradicionalistas de Estados
Unidos han decidido formalmente ingresar en la Iglesia Católica,
acogiéndose a las disposiciones de Benedicto XVI en la Constitución Apostólica Anglicanorum coetibus de 4 de noviembre de 2009, que establece unos ordinariatos personales para
facilitar su regreso a Roma.
Según un comunidado emitido este miércoles, los obispos de la Comunión
Tradicional Anglicana de Estados Unidos, reunidos en
Orlando (Florida), conjuntamente con su primado, y con el
Reverendo Christopher Phillips, sacerdote ya católico del uso
anglicano, han decidido solicitar formalmente a la
Congregación para la Doctrina de la Fe que se les apliquen las
disposiciones de dicha constitución apostólica.
De esta forma, siguen el ejemplo de sus hermanos ingleses, que lo
hicieron en noviembre. Continúa así un lento proceso que
en los últimos años ha ido acercando a la Iglesia Católica a
los anglicanos más descontentos con la deriva relativista y
secularizante de su confesión religiosa.
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Una congregación episcopaliana y otra de la Iglesia Episcopal Misionera de EEUU piden ingresar en los ordinariatos católicos
Pablo J. Ginés, jueves, 30.09.2010 ReL
Inmediatamente después de la visita del Papa a
Inglaterra, la Iglesia Católica en Estados Unidos anunció
quién era el hombre al que debían acudir "los grupos e
individuos" de tradición anglicana en territorio
norteamericano con interés en unirse a un ordinariato
anglocatólico: el arzobispo de Washington Donald W. Wuerl.
Además de las parroquias que ya eran católicas pero que rezaban
según el llamado "uso anglicano" y de parroquias y
obispos de la Comunión Tradicional Anglicana (TAC),
la gran plataforma tradicionalista anglicana que primero pidió
ser admitida por Roma, este jueves, 30.09.2010, se dieron a
conocer dos parroquias que han pedido ingresar en los
ordinariatos y que vienen de dos ambientes muy distintos y pueden
servir como "campo de pruebas".
Por un lado, la parroquia de San Columba, en Nevada,
que pertenecía a un grupo independiente de anglicanos
conservadores llamado Episcopal Missionary Church,
(www.emchome.org), compuesto por unas 40 parroquias norteamericanas. En
su web defienden la cultura de la vida frente al aborto, el rock
cristiano evangelizador contra la música mundana y muestran su
pequeño edificio que han llenado de iconos bizantinos.
Se trata del primer grupo anglicano que se acoge a la
propuesta de ordinariatos del Papa, viniendo de la órbita del
llamado "continuum" (grupos anglicanos
conservadores, independientes de Canterbury y la Comunión
Anglicana) . Su caso será muy interesante, porque plantea un
precedente para otros grupos similares. Probablemente, su ingreso
no será muy complicado, ya que cuentan con su propio edificio y
organización, y puede inspirar a más parroquias en un estado
parecido.
Al mismo tiempo, se dio a conocer la petición de incorporación
de otra parroquia, la de Mount Calvary, en Baltimore,
Maryland. Este caso es especial porque hasta ahora pertenecía a
la Iglesia Episcopaliana (los "anglicanos liberales" de
Estados Unidos, con obispos y obispesas homosexuales y lesbianas,
en comunión con Canterbury). Esta parroquia, de larga tradición
anglocatólica, ha visto en las últimas décadas como varios de
sus feligreses y hasta párrocos se hacían católicos en un
goteo lento pero constante. El último caso fue el de todo un
convento de monjas anglicanas cercano a su espiritualidad. Ahora
es la parroquia en pleno la que quiere aprovechar la oferta de
los ordinariatos creados por el Papa.
Desde 2007, cientos de parroquias han abandonado la Iglesia
Episcopaliana, a veces para fundar sus propias congregaciones,
aunque en su mayoría se han integrado en la nueva Anglican
Church of America (anglicanos
conservadores de tradición evangélica, en comunión con
Canterbury).
En todos y cada uno de los casos pasados, la Iglesia
Episcopaliana ha dedicado grandes cantidades en abogados a
reclamar los edificios y propiedades de las parroquias tránsfugas.
En cierto caso que se hizo famoso, una vez expulsados los
feligreses conservadores del edificio, los episcopalianos
liberales vendieron el local a una asociación musulmana.
Pero hasta ahora una parroquia tránsfuga no se había pasado a
la Iglesia Católica. ¿Habrá lucha de abogados por el edificio
de Baltimore entre episcopalianos y (anglo)católicos?
Si los episcopalianos deciden no presentar batalla por el
edificio (un gesto de cortesía ecuménica) otras parroquias de
sensibilidad anglocatólica que aún puedan quedar en la Iglesia
Episcopaliana podrían animarse a volver a Roma (en vez de, por
ejemplo, crear su propio grupo independiente: se sentirían
protegidos por Roma).
Si los episcopalianos, por el contrario, deciden poner las cosas
complicadas a sus congregaciones que optan por Roma y les
reclaman los edificios y propiedades, ¿qué hará la Iglesia
católica? ¿Se volcará en apoyar legalmente a sus nuevos
miembros? ¿Dejará que sea sólo el nuevo ordinariato -cuando se
cree- quien libre sus batallas legales contra los abogados
episcopalianos? ¿O quizá ofrecerá nuevos locales a los recién
llegados, recomendándoles no pleitear contra la Iglesia
Episcopal y abandonar sus viejas instalaciones?
El tipo de respuesta católica ante la Iglesia Episcopal (que
lleva años mostrándose muy dura con los tránsfugas) será
observado con atención por los anglocatólicos que quieren
volver a Roma: "¿cuánto están dispuestos a esforzarse los
católicos de-toda-la-vida para acogernos?", se preguntarán.
La voluntad del Papa quedó clara en su discurso de despedida
ante los obispos ingleses en Birmingham, en su último día en
Gran Bretaña, recordándoles que ya en febrero "los invité
a ser generosos en la aplicación de la Constitución
Apostólica Anglicanorum Coetibus".
Los que ya han dicho sí
Antes de estos dos casos, ya ha habido pronunciamientos de grupos
importantes que están diciendo "sí" a la oferta del
Papa. Los primeros fueron los miembros de la Iglesia
Tradicional Anglicana en el Reino Unido (un puñado
pequeño de parroquias). Los segundos, las 16 parroquias
del movimiento "Forward in Faith"
de Australia: pueden tener problemas con sus edificios,
si los reclama la Iglesia Anglicana de Australia. Poco después
se manifestaron con entusiasmo las 20 parroquias de la
Iglesia Tradicional Anglicana en las islas entre Australia y
Papúa (pidiendo su propio ordinariato). Los miembros de
la Iglesia Tradicional Anglicana en EEUU y Canadá
se están pronunciando en estos días (hay tres obispos de este
grupo que querrían echar "marcha atrás", pero en
general es el grupo más grande y con más capacidad de dar el
paso, al contar con sus propios edificios).
Y queda la gran incógnita: ¿cuándo y como darán el
paso los anglocatólicos del Reino Unido, que por el
momento siguen en comunión con Canterbury organizados en cuatro
"diócesis" conservadoras: Ebbsfleet, Fulham,
Richborough y Beverley? Los ingleses, apegados a sus
edificios y mucho menos emprendedores que los norteamericanos,
son aún una gran "equis" a despejar. Muchos querrán
ver antes lo que pasa en otros países.