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Una tesis sobre la maqbara o necrópolis islámica de Pamplona del siglo VIII aporta datos de la invasión y conquista musulmana de Hispania
DN EFE Alicante 6/03/2016
Los musulmanes que llegaron a la península
ibérica al inicio de la conquista, en el siglo VIII,
no solo fueron militares, sino también grupos familiares
islamizados del norte de África que se
relacionaron tempranamente con la población autóctona dentro de
un proceso de mestizaje cultural.
Así consta en la tesis doctoral 'La maqbara de Pamplona
(s.VIII). Aportes de la osteoarqueología al
conocimiento de la islamización en la Marca Superior', aprobada
recientemente por la Universidad de Alicante (UA) y que ha
obtenido la calificación sobresaliente cum laude
por la unanimidad.
Este aspecto novedoso, que obliga a revisar el conocimiento
establecido sobre la conquista de Hispania (desde
entonces conocida como al-Andalus), ha sido
revelado tras los últimos estudios de osteoarqueología -análisis
de los huesos- y de ADN realizados a los restos
óseos hallados en la extensa necrópolis islámica medieval o
maqbara descubierta en 2002 en la plaza del Castillo
de Pamplona.
Su autora, la navarra María Paz de Miguel Ibáñez,
doctora en Historia, licenciada en Antropología y matrona del
Hospital General de Alicante, ha asegurado en una entrevista que,
con su trabajo, se atestigua la relevancia de la islamización en
el norte peninsular.
Por primera vez, la arqueología ilustra un complejo proceso
histórico hasta ahora solo conocido a través de escasos
testimonios escritos, gracias a esta tesis, codirigida por el
catedrático de Prehistoria de la UA Mauro Hernández Pérez y la
catedrática de Arqueología y directora del Instituto de
Investigación de esta disciplina y Patrimonio Histórico de la
UA, Sonia Gutiérrez.
El estudio llevado a cabo por María Paz de Miguel de los restos
humanos de la maqbara de Pamplona -no está excavada en su
totalidad- ha identificado el número mínimo de individuos
enterrados (177 en 172 sepulturas), sus edades, sexo, procedencia
y las enfermedades o traumatismos que sufrieron.
La de Pamplona es la primera necrópolis islámica medieval de la
península ibérica, que se data entre los años 715 y 770, es
decir, un periodo próximo al inicio de la conquista árabo-bereber
de Hispania (año 711).
Según la tesis, la población islámica en Pamplona en el siglo
VIII estaba integrada por individuos autóctonos y alóctonos (africanos)
de ambos sexos, un dato que no estaba comprobado hasta ahora y
que se ha determinado a partir de los marcadores de ADN
realizados en la Universidad del País Vasco por
el equipo dirigido por la catedrática Concepción de la
Rúa.
Un hallazgo llamativo de esta maqbara ha sido la identificación
de manipulaciones dentarias intencionales de origen cultural, con
limado estético de los incisivos superiores e inferiores.
Ello sugiere que "estamos ante personas islamizadas que
vinieron directamente de un lugar todavía impreciso de África,
posiblemente del Magreb", y que formaban parte de grupos
familiares como miembros de la primera generación de inmigrantes
que participaron en la conquista musulmana, ha
señalado María Paz de Miguel Ibáñez.
Ha indicado que "este tipo de manipulaciones dentarias se da
preferentemente en mujeres, una de las cuales tiene
marcadores genéticos locales (navarros), lo que
demuestra que hubo un mestizaje cultural" entre la
población autóctona y la foránea.
Ese mestizaje queda también patente en los anillos con
inscripciones cúficas (árabe primitivo) aparecidos en dos
necrópolis cristianas -Argaray y Casa
del Condestable- situadas cerca de la maqbara de
Pamplona y contemporáneas a la misma.
Por otra parte, casi la mitad de los restos exhumados de esta
maqbara corresponde a individuos menores de 20 años, indicador
de una población en crecimiento y asentada en el territorio.
Los traumatismos que presentan los varones -destacan las
fracturas de Parry (cúbito y radio) o "parada de golpe"
con el antebrazo- revelan violencia interpersonal y una época de
enfrentamientos entre grupos opositores.
Además, se ha constatado la existencia de soporte familiar de
cuidados a personas enfermas y que hubo casos de tuberculosis,
brucelosis, sinusitis y lepra.