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El papa Francisco reafirma en abril de 2013 las conclusiones de la Evaluación Doctrinal de la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas estadounidenses (LCWR) de abril de 2012, que denunciaba su «situación doctrinal y pastoral grave»  e iniciaba su reforma

VIS/InfoCatólica 15/04/13 4:58 PM

Los Superiores de la Congregación para la Doctrina de la Fe se han reunido esta mañana con la Presidencia de la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas, Leadership Conference of Women Religious (LCWR), de Estados Unidos. El Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe Mons. Müller ha informado a la Presidencia de que había tratado recientemente la Evaluación doctrinal con el Papa Francisco, quien ha reafirmado las conclusiones de la misma y el programa de reforma para esta Conferencia de superioras mayores de religiosas estadounidenses.

También ha participado en la reunión Mons. Peter J. Sartain, arzobispo de Seattle y delegado de la Santa Sede para la Evaluación Doctrinal de la LCWR. Según el comunicado de la Congregación para la Doctrina de la fe, «el Prefecto ha subrayado la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre la importante misión de los religiosos para promover una visión de la comunión eclesial fundada en la fe en Jesucristo y en las enseñanzas de la Iglesia como ha sido fielmente enseñada a través de los tiempos bajo la guía del Magisterio».

Mons Müller ha hecho también hincapié «en que las Conferencias de superiores mayores, como lo es la LCWR, tienen su razón de ser en promover los esfuerzos comunes entre los Institutos miembros, así como la cooperación con la Conferencia episcopal local y con los Obispos en particular. Por esta razón, dichas Conferencias se constituyen y permanecen bajo la dirección de la Santa Sede».

El 18 de abril del 2012 la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una amplia Evaluación Doctrinal dirigida a la LCWR, en la cual se denunciaba su «situación doctrinal y pastoral grave» y se anunciaba la intervención del organismo.

Este es el comunicado en inglés:

“Today, the Superiors of the Congregation for the Doctrine of the Faith met with the Presidency of the Leadership Conference of Women Religious (LCWR) of the United States of America. Archbishop James Peter Sartain, archbishop of Seattle, Washington, USA, and the Holy See’s Delegate for the Doctrinal Assessment of the LCWR, also participated in the meeting. 

“As this was his first opportunity to meet with the Presidency of the LCWR, the Prefect of the Congregation, Archbishop Gerhard Ludwig Muller, expressed his gratitude for the great contribution of women Religious to the Church in the United States as seen particularly in the many schools, hospitals, and institutions of support for the poor which have been founded and staffed by Religious over the years. 

“The Prefect then highlighted the teaching of the Second Vatican Council regarding the important mission of Religious to promote a vision of ecclesial communion founded on faith in Jesus Christ and the teachings of the Church as faithfully taught through the ages under the guidance of the Magisterium. He also emphasized that a Conference of Major Superiors, such as the LCWR, exists in order to promote common efforts among its member Institutes as well as cooperation with the local Conference of Bishops and with individual Bishops. For this reason, such Conferences are constituted by and remain under the direction of the Holy See. 

“Finally, Archbishop Muller informed the Presidency that he had recently discussed the Doctrinal Assessment with Pope Francis, who reaffirmed the findings of the Assessment and the program of reform for this Conference of Major Superiors. 

“It is the sincere desire of the Holy See that this meeting may help to promote the integral witness of women Religious, based on a firm foundation of faith and Christian love, so as to preserve and strengthen it for the enrichment of the Church and society for generations to come”.

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Reunión del 7.05.2013 de los Prefectos de la Congregaciones para la Doctrina de la Fe y para los Religiosos para reafirmar su encargo común para la renovación de la Vida Religiosa y en particular para la Evaluación Doctrinal de la LCWR y su programa de reforma, en concordancia con los deseos del Santo Padre

COMUNICATO DELLA SALA STAMPA SULLA COLLABORAZIONE TRA LA CONGREGAZIONE PER LA DOTTRINA DELLA FEDE E LA CONGREGAZIONE PER GLI ISTITUTI DI VITA CONSACRATA E LE SOCIETÀ DI VITA APOSTOLICA

7.05.2013

The Congregation for the Doctrine of the Faith and the Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life have for some time been collaborating on a renewed theological vision of Religious Life in the Church. The concern of the Holy See, expressed partially in the Doctrinal Assessment of the Leadership Conference of Women Religious in the United States, is motivated by a desire to support the noble and beautiful vocation of Religious so that the eloquent witness of Religious Life may prosper in the Church to the benefit of future generations.

The initiatives of the Holy See in this area are concerned primarily with the faith of the Church and its expression in Religious Life. The Church’s faith—in the loving plan of the Father who sent his Son to be our Savior, in the inspiration of Sacred Scripture, in the gift of grace through the Sacraments, in the nature of the Church guided by the Holy Spirit—this faith is at the heart of the Evangelical Counsels. It motivates the passion for justice shared by so many Religious women and men, and it seeks ever to be expressed in active charity towards those most in need.

Recent media commentary on remarks made on Sunday May the 5th during the General Assembly of the International Union of Superiors General by Cardinal João Braz de Aviz, Prefect of the Congregation for Institutes of Consecrated Life, has suggested a divergence between the CDF and the Congregation for Religious in their approach to the renewal of Religious Life. Such an interpretation of the Cardinal’s remarks is not justified. The Prefects of these two Congregations work closely together according to their specific responsibilities and have collaborated throughout the process of the Doctrinal Assessment of the LCWR. Archbishop Gerhard Müller, Prefect of the Congregation for the Doctrine of the Faith, and Cardinal Braz de Aviz met yesterday and reaffirmed their common commitment to the renewal of Religious Life, and particularly to the Doctrinal Assessment of the LCWR and the program of reform it requires, in accordance with the wishes of the Holy Father.

[00629-02.01] [Original text: English]

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Primaveral decisión papal sobre las monjas rebeldes de EE.UU

InfoCatólica 16.04.2013 A las 9:31 AM, por Luis Fernando

Hace ahora un año que la Congregación para la Doctrina de la Fe decidió coger por los cuernos el toro de las religiosas disidentes de EE.UU. El dicasterio publicó una “Evaluación Doctrinal” dirigida a la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas Estadounidenses, en la cual se denunciaba su “situación doctrinal y pastoral grave” y se anunciaba la intervención del organismo. Juanjo Romero explicó la mar de bien en su blog las medidas adoptadas.

La reacción del mundo progre-eclesial no se hizo esperar y se acusó a Roma de practicar la intolerancia, de la vuelta de la Inquisición, etc. De hecho, la LCWR (Leadership Conference of Women Religious) decidió rebelarse contra la autoridad de la Iglesia pretendiendo poner condiciones para acatar el dictamen de la Santa Sede y colaborar con la renovación ordenada.

Dentro de los Estados Unidos, fue el National Catholic Reporter (NCR), principal medio de comunicación progre-eclesial, el encargado de dar una cobertura mediática de primer orden a favor de las tesis de las religiosas heterodoxas. Desde ese medio se mantuvo la esperanza de que la decisión de Roma pudiera revocarse. De hecho, al renunciar Benedicto XVI, creyeron ver las puertas abiertas y aseguraron que dicha renuncia “ponía en cuestión el mandato sobre la LCWR”. Pues bien, lasciate ogni speranza.

Ayer mismo hemos sabido que en la reunión que mantuvo Mons. Müller, Prefecto de la CDF, con el papa Francisco, el Santo Padre decidió ratificar tanto el dictamen como la intervención de la LCWR. Y aquí toca hacer una breve digresión sobre la honestidad periodística. Mientras el principal medio eclesio-progre español manipula la realidad sobre las monjas de EEUU, [Religión Digital] dando a entender poco menos que el Papa las ha sacado en hombros por la plaza de San Pedro, el NCR reconoce los hechos y da un titular verdadero y no manipulado.

Dentro de la información ofrecida por NCR se apunta a una posible diferencia de criterio entre los dicasterios de Doctrina de la Fe y Vida Consagrada. El primero estaría más por la labor de aplicar las medidas necesarias para corregir el desmadre de las religiosas y el segundo abogaría por el diálogo, el buen rollo, etc. El anterior secretario de Vida Consagrada, Mons. Tobin, era muy favorable a aplicar el buenismo, pero fue removido del cargo y enviado a EE.UU en un tiempo récord. No sabemos por dónde querrá ir Mons. Carballo, nuevo secretario de ese dicasterio, pero en todo caso corresponde al cardenal prefecto marcar las líneas a seguir. Y mientras deciden qué hacen o dejan de hacer, el Papa acaba de apoyar las tesis de Doctrina de la Fe. No parece lógico que Vida Consagrada vaya a convertirse en un dicasterio donde se haga oposición a la CDF y al mismísimo Santo Padre.

Supongo que en breve se producirá una nueva reacción de la LCWR. Dudo que quieran colaborar con Mons. Sartain, el arzobispo responsable de llevar a cabo la reforma que la Iglesia desea para ellas. En alguna ocasión se sugirió que podrían constituir una nueva asociación de caráceter civil para librarse de tener que rendir cuentas a la Santa Sede, pero eso podría conllevar que se pusiera en marcha un proceso de secularización masiva. Al fin y al cabo, para la Iglesia es preferible quedarse sin un buen número de monjas, antes mantener en su seno a quienes se pitorrean constantemente de sus enseñanzas. Si no quieren estar bajo la autoridad del Magisterio, que se larguen. Como bien ha dicho el papa Francisco, la Iglesia no es una mera ONG caritativa. La labor social que realizan esas religiosas no puede servir de tapadera y justificación de su rebelión abierta.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Si uno ve los comentarios a la noticia de NCR, se aprecia que el progre-eclesial medio estadounidense está desolado ante el hecho de que este Papa apoye la intervención de las religiosas. Fin a la luna de miel falsa e interesada de ese sector de la Iglesia con el papa Francisco.

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Decidida intervención de Doctrina de la Fe en USA sobre la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas de USA (LCWR) en 2012

InfoCatólica 19.04.12 A las 6:10 AM, por Buhardilleros
La Buhardilla de Jerónimo

La Congregación para la Doctrina de la Fe publicó ayer, 18 de abril de 2012, una amplia Evaluación Doctrinal de la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas Estadounidenses, en la cual se denuncia su “situación doctrinal y pastoral grave” y se anuncia la intervención del organismo. Presentamos nuestra traducción del informe del sitio web de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos y algunos párrafos particularmente significativos del texto publicado por el dicasterio que preside el Cardenal Levada.

La Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) ha llamado a la reforma de la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas de USA y ha designado al Arzobispo de Seattle Pedro Sartain como Arzobispo Delegado para esta iniciativa. Para ayudarlo en este empeño, han sido también nombrados los obispos Leonard Blair y Thomas John Paprocki.

La CDF ha formulado esta convocatoria en una Evaluación Doctrinal de la LCWR publicada el 18 de abril de 2012. El documento expone las conclusiones de la Visita Apostólica de la LCWR iniciada por la CDF en 2008, la evaluación fue conducida por el Obispo de Toledo, Ohio, Leonard Blair e incluyó tanto sus conclusiones, como una respuesta de la LCWR enviada para finales de 2009, y un informe posterior del mismo Obispo Blair en 2010. También está disponible una declaración del Cardenal William Levada, Prefecto de la CDF.

El informe del 2010 incluía “documentación sobre el contenido del Manual de Liderazgo de la LCWR y sobre organizaciones asociadas con la LCWR, explícitamente Network y el Centro de Recursos para Institutos Religiosos”. Network es un lobby de justicia social fundado por religiosas. El Centro de Recursos provee asistencia legal y financiera a las órdenes religiosas.

El rol del Arzobispo Delegado es proveer “revisión, guía y aprobación, donde sea necesario, al trabajo de la LCWR”, dice el documento de la CDF. El mandato del Delegado “será por un período de hasta cinco años, si se lo considerase necesario”. El documento pide que existan otros consejeros – obispos, religiosas y peritos – “que trabajen con los líderes de la LCWR para alcanzar las metas necesarias en orden a tratar los problemas esbozados en esta declaración”. También pide un vínculo formal entre el Delegado y la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB).

“Será tarea del Arzobispo Delegado trabajar en colaboración con las oficiales de la LCWR para alcanzar las metas delineadas en este documento, e informar sobre el progreso a la Santa Sede… De esta forma, la Santa Sede espera ofrecer una importante contribución al futuro de la vida religiosa en la Iglesia en los Estados Unidos”, dice el documento.

La CDF agrega que el papa Benedicto XVI aprobó la actuación de la CDF el 14 de enero de 2011, dos días después de que una sesión regular de la CDF había decidido que “la actual situación doctrinal y pastoral de la LCWR es grave y un asunto de seria preocupación, dada también la influencia que la LCWR ejerce sobre Congregaciones religiosas en otras partes del mundo”. La CDF también recomienda que después de la Visita Apostólica de las comunidades religiosas femeninas en los Estados Unidos – cuyo informe final fue enviado a la Santa Sede en diciembre de 2011 –, “la Santa Sede intervenga con los prudentes pasos necesarios para efectuar la reforma de la LCWR”. El documento también dice que la CDF “examinará las distintas formas canónicas de intervención para la resolución de los aspectos problemáticos presentes en la LCWR”.

El mandato del Delegado incluye:

- La revisión de los Estatutos de la LCWR.

- La revisión de los planes y programas de la LCWR, incluyendo sus Asambleas Generales.

- La creación de programas de formación inicial y permanente para las congregaciones miembros de la LCWR.

- La revisión de la aplicación de las normas y textos litúrgicos por parte de la LCWR.

- La revisión de la afiliación de la LCWR con “Network” y con el “Centro de Recursos para los Institutos Religiosos”.

La evaluación doctrinal critica posiciones expuestas en las asambleas anuales de la LCWR y en su literatura, al igual que la ausencia de apoyo por parte de la LCWR a la enseñanza de la Iglesia sobre la ordenación de mujeres y la homosexualidad.

La CDF dice que la documentación “revela que, mientras de parte de la LCWR hay un gran trabajo emprendido en la promoción de la justicia social en armonía con la doctrina social de la Iglesia, la misma LCWR calla acerca del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, una cuestión que es parte del vívido debate público sobre el aborto y la eutanasia en los Estados Unidos. Más aún, asuntos de importancia crucial en la vida de la Iglesia y la sociedad como la visión bíblica de la Iglesia acerca de la vida familiar y la sexualidad humana no son parte de la agenda de la LCWR. Incluso ocasionales declaraciones públicas de la LCWR que están en desacuerdo o desafían las posiciones de los obispos – auténticos maestros de la fe y la moral – no son compatibles con el propósito de la LCWR”.

Hasta aquí la nota, ciertamente muy medida, publicada por el sitio oficial de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos. Para mejor explicitar la magnitud del problema y los motivos que llevan a la intervención de la Santa Sede, traducimos a continuación algunos párrafos del texto de la CDF.

Evaluación Doctrinal

[…]

- Ponencias en las Asambleas de la LCWR. Las ponencias dadas durante las Asambleas anuales de la LCWR manifiestan declaraciones problemáticas y serios errores teológicos e incluso doctrinales. El Cardenal [Levada] ofreció como ejemplo específicos pasajes de una ponencia de la Hna. Laurie Brink acerca de algunas religiosas que estaban yendo en una dirección que va “más allá de la Iglesia” o incluso más allá de Jesús. Esto es un desafío no sólo a los contenidos centrales de la fe católica: tal rechazo de la fe es una seria fuente de escándalo y es incompatible con la vida religiosa. Posiciones así de inaceptables permanecen de rutina sin ningún tipo de confrontación por parte de la LCWR, que en lugar de esto debería proveer recursos a las congregaciones miembros que fomentaran una visión eclesial de la vida religiosa, ayudando a corregir una visión errónea de la fe católica como acto importante de ejercicio de la caridad.

- Políticas de disenso corporativo. El Cardenal habló de este tema en referencia a las cartas recibidas por la CDF de parte de “grupos de liderazgo” de distintas congregaciones entre los que estaban incluidos oficiales de la LCWR, en los que se protesta contra la Santa Sede por acciones relativas a la ordenación de mujeres y a la correcta aproximación al ministerio pastoral con personas homosexuales. Los términos de estas cartas sugieren que estas religiosas, colectivamente, toman una posición que no está en conformidad con la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad humana. Es un asunto serio cuando estos “grupos de liderazgo” no proveen un liderazgo efectivo y un ejemplo para sus comunidades, sino que se ubican ellos mismos fuera de la enseñanza de la Iglesia.

- Feminismo Radical. El Cardenal nota un predominio de ciertos tópicos del feminismo radical incompatibles con la fe católica en algunos de los programas y presentaciones patrocinados por la LCWR, incluyendo interpretaciones teológicas que corren el riesgo de distorsionar la fe en Jesús, en el Padre amoroso que envió a Su Hijo para la salvación del mundo. Más aún, algunos comentarios sobre el “patriarcado” distorsionan el modo en que Jesús estructuró la vida sacramental de la Iglesia; otros socavan la doctrina revelada sobre la Santísima Trinidad, la Divinidad de Cristo y la inspiración de la Sagrada Escritura.

Implementación: Conclusiones de la Evaluación Doctrinal y Mandato

[…]

Algunos ponentes [en las Asambleas anuales] sostienen que el disenso con la doctrina de la Iglesia está justificado como un ejercicio del oficio profético. Pero esto se basa en una errada comprensión de la dinámica de la profecía en la Iglesia: justifica el disenso estableciendo la posibilidad de divergencia entre el magisterio de la Iglesia y una intuición teológica “legítima” de algunos fieles. La “profecía”, como principio metodológico se dirige aquí contra el magisterio y los pastores de la Iglesia, mientras que en el caso de la verdadera profecía se trata de una gracia que acompaña el ejercicio de las responsabilidades en la vida cristiana y los ministerios dentro de la Iglesia, regulados y verificados por la fe de la Iglesia y su oficio de enseñar.

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La Buhardilla de Jerónimo

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El Vaticano «interviene» la disidente Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas USA e insta a la reforma

InfoCatólica 19.04.12 A las 8:12 AM, por Juanjo Romero

La situación de las religiosas en Estados Unidos es alarmante. Un descenso brutal de vocaciones y de la «calidad de vida religiosa» que ha llevado a una reducción del 23% en 5 años. Consecuencia directa de la falta de fidelidad al carisma fundacional, vida muelle, el disenso como manera de ser, una ideología feministoide fruto la mayoría de las veces de lecturas mal digeridas.

Hace cuatro años la Santa Sede tomó cartas en el asunto con dos iniciativas en paralelo:

En 2008, en Roma, el Cardenal Levada comunicó a las representantes de la LCWR el inicio de la investigación:

«La actual situación doctrinal y pastoral de la LCWR es grave y es motivo de grave preocupación»

La Evaluación se centró en tres aspectos:

La CDF con la misma fuerza con que alaba la fidelidad a la Doctrina Social de la Iglesia en la labor desarrollada por la LCWR en el campo de la justicia social, les reprocha el atronador silencio en los temas que atañen a la vida –aborto y eutanasia— y recrimina que la vida sexual y familiar a la luz de Evangelio no forme parte de la vida y las enseñanzas de las religiosas.

El resultado de la Evaluación ha sido la publicación por parte de la CDF de un demoledor informe de ocho páginas que recoge las principales inquietudes y las actuaciones a seguir.

Para ello dispone:

Ojalá surtan efecto las medidas. Yo veo difícil reconducir la situación.

Supongo que la biología dará la puntilla. La LCWR reúne al 90% menguante de las religiosas de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades Apostólicas de USA. En 1992, viendo la deriva, algunas «órdenes» se separaron para formar su propia confederación, el «Council of Major Superiors of Women Religious» (CMSWR), hoy esas órdenes, fieles al Evangelio, a la Iglesia y su carisma son el destino de las jóvenes vocaciones, mientras que la LCWR muestra un 91% de religiosas mayores de 60 años.

En cualquier caso: recemos.

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Extensas declaraciones en febrero de 2010 de la Visitadora Apostólica de las religiosas estadounidenses, la Reverenda Madre Mary Clare Millea

NCR/InfoCatólica 20/02/2010 8:44 AM

Desde hace un año la M. Mary Clare Millea, superiora general de las Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, es la responsable de la Visita apostólica a las religiosas de vida activa en Estados Unidos, visita que sido recibida y acogida con mal disimulado disgusto por parte de las diversas congregaciones y religiosas que hasta ahora venían «marcando la agenda» del disenso al magisterio doctrinal y moral de la Iglesia en los EEUU. En una entrevista concedida al periodista John Allen para National Catholic Reporter, Miller explica la situación actual de la Visita y cuáles son los pasos a tomar hasta el fin de la misma. Reconoce que algunas comunidades religiosas están pensando en disolverse y reorganizarse como grupos civiles para no estar sujetas a la autoridad canónica de la Iglesia.

Ahora se está desarrollando la tercera etapa de la visita, después del intercambio de opiniones entre Millea y las superioras generales (etapa primera) y la recogida de las respuestas escritas a un cuestionario enviado a cada congregación (fase segunda).

La consiste en la preparación de un informe detallado de las 420 congregaciones de religiosas de vida activa y sus diversas provincias, que será enviado a Roma, para terminar con un informe final en que se resumirán las conclusiones de la visita, incluyéndose probablemente recomendaciones o medidas a adoptar para mejorar la vida de las religiosas estadounidenses.

Como resume John Allen jr en su reportaje en el NCR de ayer, “a los ojos de algunas críticas, la visita está siendo un intento de la estructura de poder de la Iglesia, dominada por hombres, para `meter la pasta de dientes en el tubo´, intentando reconducir a las religiosas emancipadas hacia su lugar más tradicional y obediente”, en tanto que “quienes defienden la visita la consideran como una reacción, necesaria desde hace tiempo, a la crisis que siguió al Concilio Vaticano II, crisis que se ha manifestado en el declive de las vocaciones, el disenso crónico y una espiritualidad de estilo horizontal que a veces antepone las batallas políticas o las tareas sociales a la piedad  y la oración”.

John Allen entrevistó el martes a la madre Clara Millea, en la casa madre de las Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús en Hamden, Connecticut, en la cual ha instalado también la oficina para la Visita apostólica. Estas son algunas de sus respuestas.

-NCR: Después de un año trabajando en la Visita, ¿se encuentra mejor situada para comprender algunos de los temores y resistencias que ha generado?

M. Clara. Al comienzo, tuve algunas reacciones, en el sentido de “nosotras no hemos sido consultadas, no hemos sido advertidas, esto va contra nosotras”. Ciertamente, esto resulta raro para nuestra mentalidad americana y nuestro modo de hacer las cosas… Una vez dije a una superiora general que vive en Roma: “Tú y yo vivimos aquí, y sabemos que esto es lo que ocurre. ¿Por qué no lo tratamos?” Ella se rió y dijo “Tienes razón. Tratémoslo”.

No conozco si el nivel de temor de la gente está mejor ahora, no puedo hablar tanto. Lo que sí sé es que hemos intentado comunicar cada paso del camino. Cada etapa de la Visita ha sido ajustada de acuerdo con lo que hemos ido escuchándoles. Estamos intentando ser lo más abiertas que podemos… Con total esperanza nosotras podemos reconstruir la confianza y remover esos temores que se han creado.

-¿En qué punto de la visita se encuentra usted y hacia dónde va a ir ahora?

Estamos todavía evaluando todos los datos recibidos de las congregaciones. En este porceso, estamos escogiendo algunas congregaciones, a las que realizaremos una visita directa. Esas visitas comenzarán una semana después de Pascua. Tendremos ocho semanas de visitas en la primavera, y varias semanas más en el otoño. Estamos escogiendo una muestra representativa, entre congregaciones cuyas casas-madre estén en diferentes lugares del país, porque las realidades son verdaderamente diferentes. Algunas son pequeñas, otras grandes; algunas están florecientes y otras en declive.

-O sea que ¿las congregaciones que recibirán visitas no serán las marcadas como problemáticas?

Exactamente. Creo que eso es muy importante. Queremos mostrar lo que es realmente la vida religiosa. Ciertamente, no vamos a mostrarles 420 diferentes versiones de la misma, pero tampoco vamos a centrarnos en aquellas que tienen problemas

-¿Será una mezcla de las congregaciones consideradas como progresistas y las consideradas como tradicionales?

Sí, claro… de las federaciones distintas a las que pertenecen, de todas las clases. Queremos también visitar algunas congregaciones que se dedican al área de salud, otras de la educación, en fin, abarcar tanta variedad como podamos.

-¿Cuántas congregaciones serán visitadas?

Creo que en primavera haremos entre 30 y 40 visitas, y más de esa cifra en otoño.

-¿En total, aproximadamente cien?

Probablemente sí, lo que sería más o menos un 25 por ciento de las congregaciones integradas en la Visita. Ciertamente, no podríamos hacerla a todas ellas. Sería muy interesante a cada una de ellas, pero humanamente es simplemente imposible. ¡Esta visita tuvo un comienzo, y nosotros queremos que tenga un final!

-¿Cuándo podría ser ese final?

Si podemos tener una buena muestra durante este año, desde abril hasta comienzos de diciembre, me gustaría cerrar las visitas directas al final de 2010, y luego, a lo largo de 2011 completar los informes individuales para la Congregación, pero esto puede que no sea realista, porque cada uno de ellos requiere bastante trabajo. La fecha de mi informe final depende de mis entrevistas con las superioras generales en la pasada primavera, las respuestas escritas de las congregaciones, las impresiones de las entrevistadoras de las congregaciones, si tienen una visita directa, y luego otros datos que ellas nos han enviado

-¿Cuántos informes individuales habrá?

Haré un informe de cada una de las congregaciones a las que se refiere la visita, tanto si han tenido visita directa como si no. O sea, 420 informes. Les llamamos actualmente “unidades”, más que congregaciones, porque si hay una congregación que tiene cinco provincias diferentes, cada provincia es una unidad propia. Sus  informes estarán probablemente relacionados, pero cada realidad podría ser diferente.

-¿Y luego hará un informe-resumen final?

Se referirá a algunos elementos generales, pero ciertamente no será de detalle. Eso estará en los informes individuales.

-¿Cuándo serán informadas las comunidades femeninas?

Recibirán el informe de la Congregación para la Vida consagrada después de que haya enviado mis informes. Mi encargo es enviar los informes sólo a Roma, de donde recibirán ellas la información.

-¿Enviará los 420 informes a medida que los vaya haciendo?

Probablemente sí. No veo ninguna razón para tenerles esperando hasta que estén todos. A medida que nosotras los procesemos, la congregación también puede procesarlos.

-Es posible que de aquí a entonces tengamos un nuevo prefecto de la Congregación para los religiosos, puesto que el cardenal Franc Rodé ya tiene más de 75 años. ¿Afectaría esto al calendario?

Yo no quiero anticiparme. He cuidado mucho de marcarme un calendario conforme con lo que creo que es realista. Estamos a fondo con la visita ahora, en la tercera etapa, y la cuarta etapa sólo es escribir los informes. No veo que no pueda continuar hasta finalizarlos, sin importar quién esté al frente de la Congregación.

-¿Con cuánta antelación sabrán las congregaciones que van a recibir una visita directa?

Queremos darles un margen de al menos dos meses. Ya vamos con unos días de retraso para fijar la primera tanda de visitas, pero esta semana enviaremos las primeras cartas a las congregaciones que han sido elegidas para una visita directa.

-¿En qué consistirá la visita?

Vamos a tener encuentros con todas las religiosas de esa congregación que quieran hablar con nosotras. No podemos obligar a nadie a hablar con las visitadoras. La idea es que cuenten su historia. No vamos a ir a verificar datos que ya tenemos, sino a escuchar la historia de las hermanas individualmente. ¿Cómo llegó a formar parte de este grupo? ¿cuáles son sus alegrías y sus esperanzas?

Las visitadoras no llevarán un listado de preguntas diciendo  “Nos habéis dicho que tenéis 16 hermanas formándose. ¿Podemos verlas?” No. Esto es algo distinto de, digamos, una visita de inspección. Las visitadoras van a ir libres y sin estar condicionadas por ideas preconcebidas sobre las congregaciones. Sólo queremos escuchar sus historias.

-¿Cuántas visitadoras habrá?

Va a depender de cuántas hermanas haya en cada unidad y cuántas deseen tener una entrevista. Estamos haciendo ahora un cálculo aproximado. Al menos serán dos, y normalmente no más de cinco. Cinco sería para una congregación grande con muchas hermanas que deseen hablar con las visitadoras.

-¿Cuantas visitadoras, en total, habrá?

Tenemos alrededor de 80 personas encargadas de esto… Vamos a tener religiosas visitando a religiosas. Creo que es un modo “a la medida del país” de hacer una visita.

-¿Cómo han sido elegidas?

Nosotras pedimos a las superioras mayores que nos recomendaran personas. Luego otras personas hicieron también recomendaciones. Las hemos verificado, por supuesto. Procuramos ver dónde viven y con quiénes trabajan. Tuvimos buenas, buenas recomendaciones. Luego las invitamos a participar. Es una participación completamente voluntaria.

-Se ha informado de que algunas congregaciones ni siquiera rellenaron su cuestionario, o que no lo rellenaron completamente. ¿Es correcto?

Esto es un punto muy importante. Hemos estado investigando y analizando los datos que llegan. En enero envié otra carta a las superioras mayores, pidiendo a quienes no habían respondido o habían respondido incorrectamente que considerasen la respuesta a la Santa Sede. A día de hoy, tenemos respuesta de practicamente todas las congregaciones del país. Mi secretaría estuvo precisamente mirando esto esta mañana y sólo tenemos siete pequeñas unidades que no han respondido. Una de las personas de la oficina está llamándoles por teléfono, porque hay pequeños grupos que pensamos que pueden haberse confundido y creer que no tienen que participar. Queríamos al menos tener sus datos estadísticos para que podamos dar la mejor imagen.

Creo que esto es fenomenal, porque muestra que practicamente todas las congregaciones del país entienden que la Santa Sede tiene autoridad para pedirles información y ellas tienen obligación de responder. ¿Todas ellas han respondido al ciento por ciento todas las preguntas? No. Pero tenemos datos excelentes de la mayoría de las congregaciones.

Al final yo sólo puedo escribir un informe de lo que conozco. Muchas superioras de congregaciones me han contado en las entrevistas cara a cara las cosas maravillosas que sus hermanas están haciendo y preguntaban ¿Va a dar estas buenas noticias a la Santa Sede? Por supuesto que sí. Queremos que la Santa Sede vea lo que las religiosas representan para nuestro país. Yo solo puedo responder basándome en lo que conozco, por eso cada respuesta cuenta.

-¿Cree que las congregaciones están interesadas en responder?

Sí, eso creo.

-¿Qué porcentaje había de respuestas completas respecto a las respuestas parciales?

Practicamente todas las congregaciones han respondido, en la mayoría de los casos satisfactoriamente. Estamos abiertas a un diálogo contínuo, y hay congregaciones que respondieron en cierto modo “quien ha dicho que nosotras queramos hablar con ustedes sobre esto”. Respecto a esto, yo estoy preparando las visitas directas, eligiendo esa muestra, formando a los equipos, así que no me he enfrentado con este tipo de respuesta, pero lo intentaré.

-¿Serán elegidas las congregaciones a visitar con base, en parte, en cómo hayan respondido al cuestionario?

Hasta cierto punto sí. En nuestro primer grupo de visitas, estamos apuntando a congregaciones que han respondido perfectamente, de modo que estarán más abiertas y así ellas podrán darnos el mensaje de que es una experiencia positiva.

-Puedo imaginarme que si una congregación no rellenó el cuestionario y resulta ser visitada estaría tentada de pensar ¿Hemos sido elegidas porque no dimos la talla. ¿Es equivocado pensar así?

La gente va a pensar lo que quiera. Nosotras no podemos controlarlo. Pero van a mirar la imagen completa. Cada una sabe lo que cada una hizo y tendrán que mirar alrededor y decir “Bien, ese grupo lo rellenó, y ese también, y ambos han sido visitados” Tratamos de ser justos. No estamos señalando a ningún grupo.

-El Vaticano ha estimado el coste de la Visita en alrededor de 1 millón de dólares. ¿Esta cantidad ha sido cubierta?

Nosotras no nos ocupamos de la financiación. Cuando necesitamos dinero, pedimos a la Congregación para la Vida Consagrada. Todo lo que puedo decir es que nosotras cubrimos nuestros gastos. Cuando nuestra cuenta bancaria baja, pido fondos a la Santa Sede.

-Entonces ¿Rodé no les ha dicho que se aprieten el cinturón?

No. Él tiene copia del presupuesto y le doy cuenta periódicamente de lo que hemos gastado. Recibimos lo que necesitamos

-Teniendo en cuenta la petición hecha por Rodé a los obispos ¿cree que la mayor parte del dinero viene de las diócesis?

No creo, pero eso es una idea. Sé que hubo una solicitud de ayudas voluntarias. No sé cuánto recibieron, pero creo que se cubrirá el coste total de la visita.

-¿Supone que la mayor parte viene del presupuesto operativo ordinario de la Congregación para los religiosos de Roma?

No he preguntado ese punto, pero supongo que sí

-Los críticos dicen que en parte la intención de esta Visita es asegurar que si las religiosas deciden cerrar sus instituciones, la iglesia –que para la gente significa normalmente los obispos- conservará sus bienes. ¿Forma esto parte de la agenda?

Nosotras habíamos preguntado al principio por algunos datos sobre los bienes y finanzas, y hemos retirado esa pregunta teniendo en cuenta objeciones razonables. Hay un principio de derecho canónico, desde luego, de que todos los bienes que pertenecen a una congregación religiosa son fundamentalmente propiedad de la Iglesia. Por ejemplo, nosotras tenemos esta preciosa casa madre aquí con un terreno de 100 acres. Si no pudiéramos utilizarla, nuestras superioras tendrían la obligación, antes de venderla a un constructor, de ofrecérsela a la diócesis. Del mismo modo, no hay obligación de regalar nuestros bienes a la diócesis. Si necesitamos el dinero para mantener a nuestras hermanas mayores, por ejemplo, podemos venderla y utilizar el beneficio. Tiene que haber un diálogo con la diócesis en cuestión.

-¿Esta Visita pretende asegurar que las hermanas no hagan este tipo de transacciones?

No, no forma parte de nuestros objetivos.

-Se ha hablado en algunos círculos de “volverse no canónico”, en referencia a cortar el vínculo con la iglesia institucional y reagruparse según las leyes civiles. ¿Está enterada de esto?

Ese tipo de gupos de estudio han sido anunciados públicamente y la gente les está prestando atención. No sé cómo de extendido está o cuantas personas estén haciendo eso. Creo que alguien que diga “voy a volverme no canónico” cae en una especie de contrasentido, porque nosotros nos hacemos canónicos por nuestro bautismo. Pero que un grupo de personas pertenecientes a cierta institución diga que oficialmente dejan de estar en sintonía con la iglesia católica, es ciertamente una posibilidad.

-Es realmente un paso dramático.

Sí lo es. Tendremos que esperar a ver qué opciones toman, pero sé que se ha hablado y que se han propuesto modelos.

-El Cardenal Rodé ha hablado varias veces, incluyendo una entrevista mía el pasado octubre, sobre lo que él ve como una crisis profunda en la vida religiosa del postconcilio. la pregunta que algunos hacen es ¿cómo puede confiarse en la objetividad de un proceso cuando la persona responsable parece haber tomado ya una decisión?

No puedo adivinar lo que alguien hará con la información que le dé. No sé quién va a recibir la información para cuando la tengamos. Creo que lo único que puedo controlar es que informaré con integridad, con honestidad y sin prejuicios. Mi tendencia no es a algo sancionador o de levantar banderas rojas para sanciones. Quiero presentar una imagen justa de las alegrías, luchas, obstáculos de cada congregación, para llevar adelante sus servicios. Los datos que serán recibidos sobre ello, que serán el vehículo oficial para la comunicación entre la Santa Sede y la congregación, no van a predisponerlas a algo negativo.

-¿Dice usted que no está llevando a cabo esta Visita para servir a una agenda, la del cardenal Rodé ni la de nadie?

Yo tengo un mandato y se me han dejado realmente las riendas libres para llevarla a cabo, para diseñar el proceso, para utilizar a las personas que considere que son apropiadas, sin ninguna restricción.

-¿Al final del día, tiene una historia de buenas noticias para contar sobre la vida de las religiosas en los Estados Unidos?

Sí. “Buena” no significa, desde luego, sin grandes problemas, pero buena. Hay muchas, muchas héroes anónimas. Una de las cosas que me impresionaron más en la primera etapa, cuando hablé con esas superioras, es cómo me contaban las historias de tantas de nuestras hermanas mayores que no reciben un sueldo pero que están ahí, trabajando codo a codo con personas analfabetas, o en comedores o donde sea. La alegría y el orgullo de las hermanas es mayor, porque es el fruto continuado de una vida de dedicación. No es sólo que hoy esté ella a cargo, sino que toda su vida ella se ha dado y todavía ahora se está dando, de acuerdo con su capacidad. Eso es un ejemplo de noticias maravillosas.

-¿Cree que hay más de lo que nosotros percibimos?

Realmente lo hay. Otra cosa es que la prensa ha generado ciertamente mucho interés, y creo que la gente está un poco más deseosa de conocer este modo de vida. Creo que se va a dar un efecto de poner su opción de vida ante la vista de la gente joven.

-¿De modo que aunque sólo sea eso, esta Visita ha llevado a la gente a hablar de la vida religiosa en América?

Sí, lo ha hecho, y creo que eso es bueno. Con independencia de quien lo comenzó y quién lo está llevando a cabo, aquí hay un plan más grande.

Lo mismo se puede decir precisamente de esta etapa de visitas directas. Preveo que se va a conocer dónde están las visitadoras, y esto captará la atención hacia algunas comunidades que están haciendo tranquilamente lo que han sido llamadas a hacer. Puede generar nuevo interés en su modo de vida, del que no conocíamos mucho hasta ahora. Cuando pienso en este tipo de cosas, me entusiasmo, y creo en verdad que aquí hay un plan mayor y que de aquí saldrán buenas cosas.

-¿Algunas otras impresiones generales?

He visto muy claramente cómo nuestra gente católica americana quiere a las religiosas. Ellos han expresado este cariño de muy diversos modos. Algunos dirían “Sé amable con nuestras pobres religiosas”, Otros están preocupados porque ven una presencia muy disminuída de las hermanas y muchas generaciones de católicos han recibido mucho en su contacto con ellas.

Aunque el hecho de que las cifras hayan caído no es una sorpresa para nadie, he sido sorprendida gratamente por ver gran interés en tantas comunidades, que pueden no haber atraído vocaciones en una temporada, que están ahora realmente investigando. Ellas han reclamado su identidad, y han dicho “Queremos vivir. Queremos que nuestro carisma continúe”. Han puesto realmente mucha energía en la promoción de vocaciones, de un modo muy saludable, y están viendo resultados. Me alegro mucho con esto. Incluso algunas comunidades muy pequeñas, sólo viendo que las estadísticas crecen con sus jóvenes candidatas, me han impresionado y alegrado mucho.

Ciertamente seríamos idealistas si pensamos que vamos a volver a las cifras que tuvimos, pero la vida religiosa como tal, hasta donde yo veo, va a continuar.

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La Reverenda Madre Mary Clare Millea, A.S.C.J. (Congregation of the Apostles of the Sacred Heart of Jesus)

http://www.apostolicvisitation.org/en/about/sistermaryclare.html

Curriculum Vitae

Personal:
• Native of Connecticut
• Entered the Congregation of the Apostles of the Sacred Heart of Jesus in 1965.

Education:
• B.S. in Psychology from Seton Hill College, Greensburg, PA
• M.S. Ed. and a Certificate of Advanced Graduate Study in School Psychology from Duquesne University, Pittsburgh, PA
• Doctorate in Canon Law from the Lateran University, Rome

Experience:
• Special Education Teacher
• School psychologist
• Principal
• Local superior and provincial superior in the United States Province of the Apostles of the Sacred Heart
• Member of General Council of Apostles of the Sacred Heart of Jesus, Rome, Italy for 18 years
• Elected Superior General of the Apostles of the Sacred Heart in 2004.
• Observer for the XII Assembly of the Synod of Bishops on the Word of God in 2008

Other:
• Fluent in English, Italian, Portuguese; understands Spanish and French
• The Apostles of the Sacred Heart of Jesus serve the Church in 14 countries in North and South America, Europe, Africa and Asia

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Apostolic Visitation of Institutes of Women Religious in the United States (desde el 22 de diciembre de 2008 hasta el final de diciembre de 2011)

http://www.apostolicvisitation.org/en/about/index.html

An Apostolic Visitation is a formal but personal process, initiated at the highest levels of the Catholic Church, to look into the welfare of a particular aspect of the Church. Cardinal Franc Rodé, C.M., Prefect of the Vatican’s Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life, in a December 22, 2008 decree, initiated the Visitation of apostolic institutes of women religious in the United States and appointed Mother Clare Millea, A.S.C.J., Superior General of the Apostles of the Sacred Heart of Jesus, to serve as the Apostolic Visitator.
Mother Clare is a Connecticut native who has served as superior general of her religious community since 2004. She has complete administrative authority of the Apostolic Visitation and will personally conduct many inquiries and visits. Mother Clare will prepare a confidential report of her findings and observations for Cardinal Rodé at the conclusion of the Visitation.
Cardinal Rodé, a Slovenian, is a member of the Congregation of the Mission, an apostolic community of men commonly called the Vincentians. He has served as prefect of the Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life since 2004.

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Catholic Sisters have contributed in manifold, generous ways to building up the Church in the United States since our nation’s earliest days. With respect for these good works and genuine concern for the women religious who perform them, the Vatican’s Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life has sought an Apostolic Visitation “in order to look into the quality of the life” of women religious in the United States.

The Apostolic Visitation is complete and all reports have been submitted to the Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life. Mother Clare Millea’s mandate is complete and she has returned full-time to her responsibilities as General Superior of the Apostles of the Sacred Heart of Jesus. The Apostolic Visitation office has closed, although this site will remain available indefinitely for informational purposes.

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Our Approach

With genuine interest and sincere concern and respect, this Apostolic Visitation was undertaken to:

• look into the quality of the life of apostolic women religious in the United States,
• learn more about the varied and unique ways in which women religious contribute to the welfare of the Church and society, and
• assist the Church to strengthen, enhance and support the growth of the more than 400 congregations to which the approximately 59,000 women religious in the United States belong.

The process included chronological phases, including an appeal to superiors general, documentation requested of U.S. major superiors, and on-site visitations.

Mother Clare and numerous visitation teams listened to the superiors and members of the religious communities through written communications and personal meetings. At the end of the Apostolic Visitation, Mother Clare submitted a confidential report to Cardinal Rodé, based on her observations and findings in all phases of the process.

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Frequently Asked Questions

1. What is an Apostolic Visitation?

An Apostolic Visitation is conducted under the auspices of the Apostolic See. A visitation is a formal but personal meeting with the superiors and members of a religious community which offers an opportunity to comment on various aspects of community and religious life.

2. Who is the Apostolic Visitator?

Mother Mary Clare Millea, Superior General of the Apostles of the Sacred Heart of Jesus, was appointed to oversee the entire Apostolic Visitation.

3.  What has prompted this Visitation?

The Congregation for Consecrated Life and Societies of Apostolic Life exercises oversight in relation to all religious institutes throughout the world. Like other vocations in the Church, religious life has passed through challenging times. The Congregation for Consecrated Life is aware that many new congregations have emerged in the United States while many others have decreased in membership or have an increased median age. Apostolic works have also changed significantly because of societal changes.  These and other areas need to be better understood and assessed in order to safeguard and promote consecrated life in the United States.

In a press statement eleased on November 3, 2009, Cardinal Rodé indicated that for many years his dicastery “had been listening to concerns expressed by American Catholics – religious, laity, clergy and hierarchy – about the welfare of religious women and consecrated life in general, and had been considering an Apostolic Visitation as a means to assess and constructively address these concerns.” He expressed his hope that “the Apostolic Visitation will not only provide the Holy See with a thorough analysis of the condition of religious life in the United States, but also be a realistic and graced opportunity for personal and community introspection, as major superiors and sisters cooperate with this study.”

4. What is the process for the Apostolic Visitation?

The process was carried out in four chronological phases: input voluntarily offered by superiors general; documentation and information requested by the Visitator; on-site visits by visitation teams; and the compilation of findings into a report to the Prefect of the Congregation for Consecrated Life and Societies of Apostolic Life.

5. Why were cloistered contemplative communities not included in the Visitation?

Since the life style and needs of contemplative communities are very different from those of apostolic communities, this study is limited to focusing on the quality of life of the nearly 400 institutes in the United States engaged in apostolic activities.

6.   Why were congregations of male religious not included in this Visitation?

Various congregations of male religious were interviewed during the recent United States Seminary Study. In addition, this Visitation is guided by the scope of the mandate given to the Visitator.

7.   Were the United States bishops responsible for funding the Apostolic Visitation?

No. The Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life is ultimately responsible for funding the project. The bishops have been invited by the Holy See to voluntarily contribute their financial support to help offset the expenses incurred by this work for the future of apostolic religious life in the United States.

8. How was data collected in the course of the Apostolic Visitation used?
Data gathered through the personal interview of the superiors general with the Visitator, the responses to Parts A, B, and C of the Questionnaire, individual correspondence, and site visits were used to provide a comprehensive and composite profile of the congregations in light of the charge given to the Apostolic Visitator.  Religious congregations are complex organizations so a broad spectrum of data helps the Apostolic Visitator assess the strengths and concerns for the congregation.

9. With whom was congregational data shared? 
The Apostolic Visitator used the data gathered to prepare her report for Cardinal Rodé, Prefect of the Congregation for Institutes of Consecrated life and Societies of Apostolic Life.  The Center for Applied Research in the Apostolate (CARA) will prepare an aggregate report of the quantitative data collected from all reporting institutes in Part A of the Questionnaire. Individual Congregations were not identified in any way. Cardinal Rodé authorized the public release of this report.

10. What happened to the documentation submitted in response to Parts A, B, and C when the Apostolic Visitation was concluded?
All documents and information received in response to Parts A, B, and C of the questionnaire are to be returned to the major superior or destroyed once they have been studied and are no longer needed.  No copies of these documents are to be retained by the Apostolic Visitation Office. 

11. Do the religious institutes have to submit financial information?
Mother Clare’s letter of November 5, 2009 to the major superiors indicated that this requirement had been withdrawn.

12. Will I get a response back from the Apostolic Visitation if I send them a confidential letter?
The Apostolic Visitation Office will not normally respond to confidential letters, but each one is carefully considered. The Office continues to welcome and appreciate correspondence from sisters or anyone else who would like to share their concerns, hopes, or stories.

13. Is the Apostolic Visitation connected to the Doctrinal Assessment of the Leadership Conference of Women Religious?
The Apostolic Visitation is independent of the doctrinal assessment of LCWR. The Apostolic Visitation was initiated by the Congregation for Institutes of Consecrated Life and Societies of Apostolic Life. It is concerned with individual congregations. The LCWR study is an initiative of the Congregation for the Doctrine of the Faith and is being carried out by that dicastery.

14. How are visitors chosen for the visitation teams?
Many fine religious were recommended as potential visitors by their major superiors, bishops, priests, and sisters. From these nominees Mother Clare invited representatives of various congregations, ministries, and areas of expertise to serve on visiting teams.

15.  On what basis were congregations chosen for an on-site visit?
Once the questionnaires and other materials gathered about the individual congregations were evaluated by a core team of religious who are aiding the Visitator, Mother Clare chose a representative sample of congregations to be visited. The size of the congregation, its principal apostolic works, and its geographical location were considered. On-site visits were made to both diocesan and pontifical right congregations.

16.   When did the visits take place?
The on-site visits took place in the spring and fall of 2010.

17.   What was expected of those visited?
The congregations were asked to provide lodging and meals for the visiting team and, if possible, to cover their transportation expenses. More specific details were sent to the selected congregations in a timely manner.

18. Did all the sisters who are visited have to make the profession of faith and the oath of fidelity?

No. The sisters who were visited were not be asked to make a public profession of faith and an oath of fidelity.  Only the members of the visiting teams pronounced an oath of fidelity to the Apostolic See made by those assuming an office exercised in the name of the Church. This profession carries with it a special grace which to strengthen the Visitors in their delicate task. It assisted them to faithfully carry out their role in communion with the sound teachings and practice of the Catholic Church and not according to their own private judgment or subjective ideology.

19. The media, as well as other sources, offered widening opinions about the Apostolic Visitation.  The sisters were confused at times.  How can the Apostolic Visitation Office help?
As Mother Clare stated in a
letter to the Major Superiors, he Apostolic Visitation has been initiated so that religious life and the life-giving works that flow from it will continue far into the future. It is widely acknowledged that our witness to Christ and our works of love have in large measure built up the Church in the United States and continue to contribute to the vitality of its faith. The Apostolic Visitation seeks to listen to and affirm the dignity of all women religious who serve the Church with exemplary love.

In addition, as Cardinal Rodé recently stated, “this Apostolic Visitation hopes to encourage vocations and assure a better future for women religious.” It offers women religious a valuable opportunity for prayerful and thoughtful self-examination to discern and foster avenues of growth and vitality in their congregations.

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Testimonials

Sister Rose Seraphim, EFMS
General Superior, Eucharistic Franciscan Missionary Sisters
Los Angeles, California
 
When I reported the outcome of our interview with the General Council, I thanked the Lord for our fifty-minute conference.  As the superior of a very small Hispanic Community serving the Lord and the Church in the United States, I found our conversation very encouraging and affirming.  Mother Clare is very gracious and is a respectful and great listener. 

After speaking with her, one feels that Mother Clare is genuinely interested in understanding the way we comprehend our Constitutions and the way we have chosen to live out our religious consecration in fidelity to our charism as envisioned by our Mother Founderess. 

Praise the Lord!


Sister Marian Moriarty IBVM
General Superior, Institute Blessed Virgin Mary (Loreto Sisters)
Rome, Italy

My meeting with Mother Clare was a relaxed and informative conversation of the hopes and challenges of our sisters in the United States and around the world. 

I appreciate the time and attention Mother Clare has given to the many personal stories as this Visitation begins.  We have much to celebrate and share and can only be blest by these open and honest conversations of how the Spirit is leading women religious today.


 Mother Regina Marie, O.C.D.
Superior General, Carmelite Sisters of the Most Sacred Heart of Los Angeles
Alhambra, California

 The time I spent with Mother Clare was pure grace. Mother’s approach throughout the conversation communicated a humble spirit of loving service, a profound love for Christ, His Church and religious life, a deep regard for the our own unique Carmelite charism, an empathy for our challenges, and a joy with us for our blessings.

Thank you, Mother, for accepting this arduous task and for the approach you have chosen. You can count on our continued prayerful support.


Sister Louise Hembrecht, OSF
Community Director, Franciscan Sisters of Christian Charity
Manitowoc, Wisconsin

I met with Mother Clare the end of May and had a delightful, hope-filled visit. There is so much good that has been done by Religious women in the past and so much that is being done now. And then, beyond what we do, we spoke of the love for the Lord and the Church that compels us to act. I went away encouraged, excited, and grateful for the call to Religious Life and the opportunity to serve my Sisters.

I have visitation with my Sisters. That visitation is simply an opportunity for me to get to know them and to learn of their hopes for deepening in the call to Religious Life. Such is how I see this Apostolic Visitation. We live in a time of blessing.


Sister Nancy Conboy, SA
Minister General, Franciscan Sisters of the Atonement ~ Graymoor
Garrison, New York

I was grateful for the opportunity to meet with Mother Mary Clare and to share with her our unique history - our religious congregation was founded in the Anglican Church on December 15, 1898. On October 30, 2009 we will celebrate the 100th anniversary of our entrance into full communion with the Roman Catholic Church. I appreciated being able to share with Mother Mary Clare our passion for Christian unity, inter-religious dialogue and reconciliation. She is a very good listener and was very open when I spoke about my hope that through this Apostolic Visitation Process all of us will develop a great respect for the variety of charisms that are present in religious life in the United States.


Sister Susan Schorsten, HM
Sisters of the Humility of Mary
Villa Maria, Pennsylvania

I appreciated the opportunity to visit with Mother Clare in Connecticut on May 21, 2009. I was delighted to share with her a brief history of the Sisters of the Humility of Mary, and our focus throughout the 150+ years to address where the possible the needs of the day. I spoke with Mother Clare about our trying to live with integrity the directions and spirit of Vatican II in concert with our lived experiences in the US.

I found Mother Clare to be very personable and welcoming and easy to be with. It was definitely not a question and answer session but rather a conversation about the HMs and religious life today. I stressed our hope that we will continue our enthusiasm and commitments even though we are aging and have fewer resources. I told Mother Clare that I believe we will find new ways to utilize our resources and respond to the needs as women of faith with wisdom and experience. I shared with her the multiple ways we are currently collaborating with other religious communities in various ministries.


Sister Emmapia Bottamedi
Superior General, Missionary Franciscan Sisters of the Sacred Heart
Rome, Italy

It is a pleasure to be able to express my feelings about the visit I had with Mother Clare Millea.

First of all I congratulate her for having met 125 superiors general. I had the grace to meet her on May 5. The meeting was very positive even though I had come a bit fearful about having to present our United States Province which has greatly diminished in size and at the moment has few apostolic activities due to the advanced age of the great majority of sisters. The meeting was cordial and encouraging. It gave me confidence and hope for revitalization of religious life as well as of our province in the United States. I appreciated very much the direction I received about vocation ministry and all that it requires of religious.


Sister Adalberta Mette, SCC
General Superior of the Sisters of Christian Charity Generalate

Rome, Italy

I find the website a help with regard to getting information about the Apostolic Visitation. But most helpful for me had been the visit with you, dear Mother Clare. For me the personal contact is always more important. Therefore, I thank you that you gave us this opportunity.


Sister Mary Waskowiak, RSM
President, Sisters of Mercy of the Americas
Silver Spring, Maryland

My experience of sharing with Mother Clare had the qualities of the Gospel account of Mary and Elizabeth’s visitation.  We were mutually respectful of and receptive to one another and I believe the Spirit hovered over our exchange.  I continue to seek clarity on the underlying motivation for the Apostolic Visitation.  I thank Mother Clare for her warm hospitality and gracious receptivity.


Sr. Patricia Mulcahey, OP
Prioress, Congregation of the Most Holy Rosary
Sinsinawa, Wisconsin

The visit was renewing.  Mother Mary Clare's listening and responsive demeanor has added another footing to the "yellow brick road" leading to the dialogue women religious and women throughout the world seek.  Those of us who have visited, appreciate the fact that Mother Mary Clare is leading the Visitation.  Our prayers continue for her and for an openness to the Spirit, on the part of all involved in the Visitation.


Sister Janice Fulmer
Superior General, Sisters of the Holy Family of Nazareth
Rome, Italy

My visit with Mother Clare was very relaxed and cordial. As leaders of international congregations, we spoke about the places where our congregations are currently serving the Church and how we engage in international planning in order to serve God’s people better. For me, this meeting was a good opportunity to highlight the wonderful things my sisters are doing to serve God’s people in the United States and have been doing for 125 years.


Sister Mary Whited, CPPS
Superior General, Sisters of the Most Precious Blood
O’Fallon, Missouri

I shared with Mother Clare how the Sisters of the Most Precious Blood are praying for a positive outcome to the Apostolic Visitation and how they were praying for me and other major superiors who met with her in St. Louis in June.

Prior to our meetings with Mother Clare, leaders in St. Louis met to support one another and pray together.  Mother Clare listened very carefully as I spoke about our founding story, about how we seek to live our charism and mission of reconciliation, about our spirituality, and about the hopes and challenges we face as a congregation. When I affirmed the various expressions of religious life enrich the church, she agreed.  When I spoke about the need for reconciliation within our church and the importance of building on common ground, she understood.  I trust that my contribution to the many conversations taking place across the US and in Rome will make a difference toward a fruitful outcome for congregations of apostolic women religious throughout the US.           


Sister Mary Ann Zollmann, BVM
President of the Congregation, Sisters of Charity of the Blessed Virgin Mary
Dubuque, Iowa

My visit with Mother Clare was one event within a much larger context.  We, the Sisters of Charity of the Blessed Virgin Mary (BVMs), chose to respond to the Apostolic Visitation as an opportunity for us to reflect on, converse about, and gather our responses to three questions:  What would we like said about our foundress Mary Frances Clarke; how are we living her spirit today; and what are our hopes for the future.  The congregational participation in this process over a three-month period shaped what I brought to the content of my visit with Mother Clare.  Moreover, at the time I was visiting with Mother Clare our whole congregation had come together in various places around the world to pray the same prayer prepared especially for the occasion.  

Mother Clare was an active, engaged listener.  She created a spacious environment for me to share how we BVMs live our commitment as women of the church who love the church.  Her way of being present encouraged me to state our BVM hopes that the official church affirm the beauty and power of the diverse charisms of religious life; open up pathways to dialogue about actions and decisions that flow from our theology and ecclesiology; and celebrate the integrity, fidelity, and authenticity of our lives.

Having acknowledged the fruitfulness of the preparation processes and the positive nature of my time with Mother Clare, I continue to seek greater transparency about the purpose of the visitation, the connection between this initial affirming experience and the two phases to follow, and the final report.  


Sister Patricia Kelly,
Congregational President, Sisters of
Saint Joseph of Chestnut Hill
Philadelphia, Pennsylvania

My fifty-minute conversation with Mother Clare was relaxed and flowed well. Her hopes for the visitation would resemble mine: that we would respect and accept one another and that we would be revitalized by the witness received of the fidelity in life and mission of the women religious in the United States.


Sister Joan Sue Miller, SCL
Community Director, Sisters of Charity of Leavenworth
Leavenworth, Kansas  
As  Mother Clare and I visited in Chicago recently, I felt the sisterhood of consecrated religious women today.  We spoke of God’s calling us in a way that defies today’s crisis of human measures such as age and fewer young members.  Our hopes and concerns were similar.  We face loss and change in this disjointed world and Church today.  Yet our experience and our shared values are at the heart of saving today’s world.

I left our conversation with an even stronger sense that women religious, from our many traditions, are a creative presence in the Church and the world.  We believe in striving with our whole lives for the fullness of God’s design for humanity and we share faith in God’s inspiring, enabling and blessing our efforts. 

We are two women with a mission and a shared gift of God’s call, and our conversation was about faithfulness and hope.  As I left the meeting and visited with other women leaders who shared the experience, my heart was filled with joy and peace.  Religious life has changed, but it is not ended.  My prayer is that this continuing conversation might point to a future full of hope. 


Sister Jane Ann Slater, CDP
Congregation of Divine Providence
San Antonio, Texas

I met with Mother Clare on June 3 and I enjoyed our visit very much.  I was able to share our Texas Congregation of Divine Providence story and discovered that our two congregations have more than a little in common.  It is my hope and that of our Sisters that with this Apostolic Visitation all of our Church will come to a better understanding of US women’s congregations and that our founding spirits will surge more strongly within us.

We hold each of our wonderful Congregations, Mother Clare and the Visitation in our prayers.


Sister Joy O'Grady, CSC
President, Sisters of the Holy Cross
Notre Dame, Indiana

I am happy to write that my visit with Mother Mary Clare Millea was positive and affirming.  We had a genuine dialogue about one of our concerns about a lack of transparency and openness to dialogue within the leadership of the Church, and I think that we both felt listened to and heard.  It is my hope that this visitation will lead to a greater understanding and appreciation of the role and contributions of women religious in the Church.


Mother M. Anthony, SCMC
Superior General, Sisters of Charity of Our Lady Mother of the Church Motherhouse

Baltic, Connecticut
I was fortunate to visit with Mother Clare in Hamden. It was very obvious that Mother Clare's concerns were for the good and holiness of religious life in the United States and for the Church. Mother Clare asked questions but allowed me the opportunity to pursue responses of my interest.
It was a pleasant and hope-filled experience.


Sister Marcia Allen, CSJ
President, Sisters of St. Joseph

Concordia, Kansas
I met with Mother Clare Millea on June 9 in Chicago, Illinois. My experience of Mother Millea was that she was open and receptive of my report and although reserved, reverent of our community and its experience. She seemed to welcome our conversation and at times I felt  mutuality in our exchange. She was curious and appeared interested in the areas of diversity our community structure and operation offered. In retrospect I believe that she is genuinely interested in communicating the seriousness with which we regard our life as women religious.


Sister Nancy Conway, CSJ
President, Congregation of St. Joseph Central Offices
Cleveland, Ohio

The experience of our congregation's preparation for this first phase in the Apostolic Visitation process, in which we were invited to share our joys, concerns and observations with Mother Clare, was a positive one.  Because we are a larger and new congregation (22 months old, 777 sisters), we are still getting to know one another. The depth of the conversations among our sisters in preparation for the June 6 visit with Mother Clare not only prepared us for the visit with her, it also contributed to a larger formative process already taking place within our congregation.

The visit itself with Mother Clare was also quite positive.  Sister Jeanne Cmolik CSJ, another member of our Congregation Leadership Team, and I both had the opportunity to meet with Mother Clare.  We found her to be respectful, interested in our congregation and her questions conveyed a genuine curiosity about our experience as women religious in the United States.


Sister Laura Anne Bufano, CSJ
Congregational Director, Sisters of St. Joseph of Carondelet
St. Louis, Missouri

A spirit of openness and honest sharing marked my “face-to-face” meeting with Mother Clare.  She was gracious and welcoming, listened attentively and with great interest to the observations, hopes and concerns I shared with her in behalf of our congregation.  As a congregation we see the visitation process as an opportunity for us to deepen our communion with and within the Church and were delighted that, at the conclusion of the “formal” part of the meeting, Mother Clare had the opportunity to meet the other four members of our congregational leadership team.

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Informe del Cardenal Levada, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la Evaluación de la Conferencia de Superioras Mayores de Religiosas de Estados Unidos (Leadership Conference of Women Religious, LCWR)

Comunicados de la Visitación Apostólica a los Institutos de Religiosas de Estados Unidos