Jaruzelski, el último dictador comunista de Polonia, recibió los sacramentos antes de morir

Jaruzelski evita ser juzgado por la ley marcial que impuso en Polonia en 1981

LD (EFE) 14.05.2008

La Corte de Varsovia rechazó la petición del Instituto de Memoria Nacional (IPN) para juzgar al general de 84 años Wojciech Jaruzelski, ex presidente de la Polonia comunista, acusado de haber impuesto en 1981 la Ley Marcial, una medida que dejó un reguero de muertos, detenidos y deportados. El IPN pretende ahora recurrir la decisión judicial, en un proceso que se dilata ya varios años y que, por ahora, siempre ha evitado procesar al ex mandatario comunista.

Wojciech Jaruzelski, el veterano militar ex presidente de Polonia, ha evadido una vez más sentarse frente a un tribunal por su responsabilidad en la imposición de la Ley Marcial, hechos que podrían suponer hasta ocho años de prisión. La decisión impuesta de1981 a 1983 dejó muertos, detenidos y desaparecidos. Sin embargo, la Corte de Varsovia rechazó la petición tramitada por el Instituto de Memoria Nacional (IPN).   El IPN tendrá que seguir esperando para lograr que Jaruzelski responda ante la justicia por la imposición de la Ley Marcial, que estuvo en vigor desde 1981 hasta 1983, y la constitución del Consejo Militar de Salvación Nacional, "un grupo criminal de carácter armado cuyo objetivo era cometer crímenes de diferente naturaleza", en opinión de este instituto.  

El IPN pretende ahora recurrir la decisión judicial, en un proceso que se dilata ya varios años y que, por ahora, siempre ha evitado procesar al ex mandatario comunista, quien ha defendido su Ley Marcial como una medida necesaria en un momento histórico muy complicado en el que la URSS quería hechos concretos para frenar la desmembración de su imperio.  

Para Jaruzelski, no haber tomado esta medida podría haber supuesto hasta una invasión soviética, en aquellos años en los que Polonia era todavía un estado satélite de Moscú. También están acusados el antiguo secretario del Partido Comunista Polaco, Stanislaw Kania, el entonces ministro de Interior, Czeslaw Kiszczak, y el general Florian Siwicki, quienes gracias a la decisión de hoy evitan el proceso judicial.

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Lech Walesa: "Ésta es quizá mi última entrevista; ahora idos al diablo"

LD (Agencias) 27.06.2008

El Premio Nobel de la Paz y líder histórico del sindicato polaco "Solidaridad", Lech Walesa, ha perdido la paciencia en la radio pública de su país donde volvió a negar por "enésima vez" que en la década de los años setenta colaborara como informante de los servicios secretos del régimen comunista. Walesa dejó en claro, con una frase lapidaria, que no volvería a hablar más del asunto: "Ésta es quizá mi última entrevista; ahora, idos al diablo".

Lech Walesa perdió la paciencia después de las constantes acusaciones sobre su presunto pasado como agente comunista. Ante los micrófonos de la radio pública de Polonia, dijo que ya no quiere hablar más del tema. "Ésta es quizá mi última entrevista; ahora, idos al diablo", sentenció.   Irritado, el Premio Nobel de la Paz aseguró: "Ya no voy a responder más a estas preguntas, me voy a dedicar a otros asuntos, tengo asuntos más interesantes y más bonitos, así que ya no habrá más respuestas a esto".  

Los historiadores Slawomir Cenckiewicz y Piotr Gontarczyk, autores del libro "Walesa y el SB", le acusan de que en los años setenta colaboró activamente con los servicios secretos comunistas. Desde que salió a la luz la obra, el ex presidente polaco protagoniza una especie de peregrinación por los medios de comunicación con el objetivo de desmentir su pasado como "Bolek", el pseudónimo que, según estos historiadores, usaba Lech Walesa en sus relaciones con la Policía comunista.  

"Haced lo que queráis, si queréis creer que fui agente secreto, pues lo fui y punto", ironizo Walesa, quien, según el libro, entre 1970 y 1972 cobró suculentas cantidades por sus informaciones sobre las actividades de sus compañeros del astillero de Gdansk. Mientras, los autores del libro ven como su trabajo va camino de convertirse en un "best seller" en Polonia, donde los cuatro mil primeros ejemplares se agotaron a las pocas horas de salir a la venta.

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Walesa acusado de haber sido ex agente de policía secreta comunista

17/06/2008 VARSOVIA (AFP) —

Dos jóvenes historiadores polacos acusan en un libro de inminente aparición al ex jefe histórico del movimiento anticomunista Solidaridad, Lech Walesa, de haber sido en su juventud un agente de la policía secreta comunista, la SB.

En apartes del libro publicados el martes por el diario Rzeczpospolita (derecha), los historiadores Slawomir Cenckiewicz y Piotr Gontarczyk afirman que a la luz de los archivos de la SB, en los años 1970-1972 Walesa fue informante "varias decenas de veces de la policía", pasando datos sobre los obreros de los astilleros de Gdansk, donde trabajaba en esa época.

Las tesis del libro, editado por el Instituto de la Memoria Nacional (IPN), que instruye los crímenes nazis y comunistas, circulan en Polonia desde hace varias semanas, despertando agitadas polémicas.

El Premio Nobel de la Paz, ahora de 64 años, las rechaza con firmeza y habla de "documentos falsos".

Sobreseído en 2000 por la justicia de las acusaciones de colaboración con la SB, Lech Walesa reconoció públicamente que había firmado "un papel" después de una de sus detenciones en calidad de obrero opositor al régimen, pero siempre calificó de "absurda" cualquier sospecha de colaboración con la policía comunista.

Los autores del libro citan copias de documentos de colaboración de un agente de la SB, activo en los años 1970 bajo el nombre de código "Bolek", a quien identifican como Lech Walesa, y afirman que los originales fueron escamoteados por el propio ex sindicalista.

Según los historiadores, Walesa sacó prestados esos documentos de los archivos de la SB en la época en que era presidente de la República de 1991 a 1995, y jamás los devolvió.

Los historiadores, de 37 y 38 años, en consecuencia demasiado jóvenes para haber conocido la realidad del comunismo, reproducen o citan documentos de los servicios especiales de los años 1990 (UOP).

La UOP había prestado en ese entonces al presidente Walesa, a petición suya, los expedientes que le concernían. Los autores reproducen también las demandas ulteriores para que los devolviese, dirigidas por la UOP a Walesa.

En recientes entrevistas, el actual jefe del Estado Lech Kaczynski atizó la polémica al sostener las acusaciones de los dos historiadores, llegando a reprocharle a Walesa haber sido "garante de los intereses del peor sector de la nomenklatura" comunista, en el momento de la caída del antiguo régimen en 1989.

Lech Kaczynski, y su hermano gemelo Jaroslaw Kaczynski, fueron cercanos colaboradores de Walesa en la época de Solidaridad, antes de pelearse con él después de su elección a la presidencia de la República en 1990.

Varios intelectuales y militantes de la ex oposición democrática polaca protestaron en una carta abierta contra lo que calificaron de "campaña de denigración" de un símbolo de la lucha contra el comunismo.

En un programa de televisión el lunes en la noche, Walesa planteó a sus detractores un interrogante sin respuesta: ¿por qué el antiguo régimen, que había buscado desacreditarlo por todos los medios, no se sirvió en esa época de los suspuestos documentos sobre su colaboración con la SB?