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El Parlamento israelí aprueba el nuevo Gobierno de Netanyahu en marzo de 2013
LD / agencias 2013-03-18
El Parlamento israelí dio hoy, 2013-03-18, su respaldo al nuevo Gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, por 68 votos a favor y 48 en contra, en una votación en voz alta y por orden alfabético.
La votación, en la que estuvieron ausentes varios diputados, tuvo lugar después de una sesión en la que el primer ministro repasó las líneas generales de su nuevo Gobierno y presentó a los 21 titulares que le acompañarán en su tercera legislatura al frente del Ejecutivo.
Netanyahu destacó en su discurso que este Gobierno deberá lidiar con "las amenazas más grandes" que Israel ha afrontado hasta ahora, terminología con la que suele referirse al programa nuclear iraní y a la posible transferencia a grupos terroristas de armas no convencionales del arsenal militar sirio. Su máxima prioridad -dijo- será en ese sentido "proteger la seguridad del país y de sus ciudadanos".
A dos días de la llegada a la zona del presidente estadounidense, Barack Obama, Netanyahu también habló brevemente sobre el problema palestino, respecto al que subrayó que su Gobierno está dispuesto a un "compromiso histórico" a cambio de "una paz verdadera".
"Estamos dispuestos a negociar con un socio palestino honesto (...) y a un compromiso histórico que ponga fin al conflicto de una vez por todas", afirmó el primer ministro, que poco después de la votación juró su cargo por tercera vez.
Su breve repaso a los problemas regionales y de seguridad no eclipsó el verdadero mensaje de su discurso y la prioridad de su agenda de trabajo a partir de hoy: los asuntos sociales y económicos, por los que hicieron campaña dos de sus socios en el Gobierno: los partidos Habayit Hayehudí, de Nafatli Benet, y Yesh Atid, de Yair Lapid.
Netanyahu expresó su apoyo a los compromisos electorales de ambos en materia de un reparto más equitativo del servicio militar y de la reducción del coste de la vida, que castiga especialmente a la clase media.
"El pueblo espera (..) que incentivemos de forma significativa la participación en el servicio militar, que actuemos para reducir el coste de la vida, que bajemos el precio de la vivienda y subamos la oferta de viviendas", afirmó en un discurso televisado en el que no entró en demasiados detalles.
La sesión estuvo marcada por la sonada protesta que protagonizaron los seis diputados del partido ultraortodoxo Judaísmo Unido de la Tora, que al pronunciar Netanyahu el nombre de Benet le increparon con "un judío no expulsa a otro judío" y "un judío no boicotea (a otro)", mientras abandonaban la sala.
De esta forma protestaron por el pacto político con Benet y Lapid, que condicionó su entrada en el nuevo Gobierno a que los ultraortodoxos quedasen fuera del mismo, y a que el programa político incluyese una demanda clara en relación con la prestación del servicio militar por los jóvenes de este colectivo de creyentes.
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El Gobierno del cambio
LD Elías Cohen Israel 2013-03-19
Casi dos meses después de la trepidante noche electoral del 22 de enero, Bibi Netanyahu ha conseguido formar una coalición de gobierno. Las negociaciones han sido largas y duras, y los acuerdos morían antes de nacer. Casi todas las mañanas nos hemos levantado con algún sobresalto político, como revelan las canas y las acusadas entradas del primer ministro. Netanyahu hasta pidió a Simón Peres una demora de dos semanas, ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo.
Ha sido laborioso para el premier encajar las piezas, como ilustra cómicamente el rotativo Israel Hayom. Sea como fuere, este Gobierno puede ser uno de los más importantes de la historia de Israel. El mismo Netanyahu ha declarado que el próximo mandato será "uno de los más difíciles de la historia". No es para menos, se avecina un gran cambio en Israel, y este Gobierno será el principal protagonista. El tercer reinado de Bibi promete ser movidito.
La gran novedad es que los ultraortodoxos se han quedado fuera del Gobierno. Hace unos días comentaba con Alon Bar, el embajador de Israel en España, que este Gabinete se enfrenta a uno de los retos más importantes de Israel: . En este sentido, uno de los momentos decisivos de las negociaciones lo protagonizó el liberal Yair Lapid, que quería para su partido la cartera de Educación con el objetivo de introducir materias comunes en las escuelas ultraortodoxas –actualmente, no imparten inglés ni ciencias–. Lapid ha conseguido ese gran triunfo, aunque para conseguirlo ha tenido que desechar la instauración del matrimonio civil.
Este comienzo es un cambio muy importante, crucial, para el futuro de Israel y un gran desafío para el nuevo Gabinete.
Es cierto que Bibi defendió a los dos grandes partidos haredim (ultraortodoxos), Shas y Judaísmo Unido de la Torá, y que deseaba que estuvieran en el Gobierno, pero no lo ha conseguido. Como bien apunta David Horovitz, director del Times of Israel, los ultraortodoxos no son los aliados naturales de Bibi, sino los inofensivos. De hecho, forman parte del establishment, y ante la nueva era que se avecina, protagonizada por Naftalí Bennett, de El Hogar Judío (derecha nacionalista religiosa), y Lapid, han intentado unirse para no desaparecer. Los ultraortodoxos no suelen molestar a los Gobiernos de los que forman parte mientras se les garanticen sus privilegios, reflejados en el statu quo que acordaron antaño con David Ben Gurión. En aquel entonces la población ultraortodoxa estaba formada por un puñado de familias, y Ben Gurión no dudó en rendir homenaje a la patria del pueblo judío durante dos mil años, que sin lugar a dudas garantizó la supervivencia en el exilio: la religión.
Hoy la situación es diferente y debe cambiar. La Ley Tal, que exime a los jóvenes haredim que estudian en escuelas religiosas de hacer el servicio militar, va a ser reformada, por mandato no sólo del Tribunal Supremo sino de la sociedad israelí, como ha quedado claro tras el resultado de las elecciones. Además, la Corte Rabínica cambiará, bajo los auspicios de Bennett, de nombre y de estructura: pasará a llamarse Ministerio de Servicios Religiosos, en un intento de poner las competencias religiosas fuera de la influencia de los haredim para llevarlas sobre todo a los datim leumim, los sionistas religiosos, de los que Bennet se ha erigido como supremo líder.
Por otro lado, cabe decir que en las negociaciones Netanyahu ha perdido por puntos, por utilizar un símil pugilístico que tan bien define estas trifulcas políticas. No le conviene este Gabinete. Ha integrado a dos líderes que, de hacerlo bien, le moverán la silla y le harán la cama. Lapid y Bennett hace dos meses eran el futuro, ahora son el presente, y este mandato será el de la jubilación de Netanyahu. Según Haaretz, Bennett ha sido el gran vencedor en las conversaciones, pues con sólo 11 escaños se ha hecho con cinco ministerios. Las dos jóvenes estrellas del firmamento político israelí ya son ministros tras sus primeras elecciones, y durante las arduas negociaciones han dado cuenta de que son más que presidenciables. Si la coalición no es estable, Bibi se puede ver en alguna escena shakesperiana en su oficina de Jerusalén cuando menos se lo espere.
No obstante, Netanyahu no ha jugado tan mal sus cartas. Ha sido hábil y ha colocado a Lapid en un aprieto: el popular periodista y exboxeador será el ministro de Economía. Es una cartera que desgasta –Bibi también la ocupó con bastante éxito, por ello sabe lo que supone– y que no conduce tan directamente al poder como las de Defensa y Exteriores. Uno de los lemas electorales de Lapid fue: "¿Dónde está el dinero?". Ni que decir tiene que el político liberal Lapid estará sometido a mucha presión.
Lapid lleva en su agenda promover aún más la formación de pymes. De la mano de Bennett, que tiene la cartera de Comercio e Industria, el éxito y la prosperidad de la Start Up Nation está, sobresaltos aparte, asegurado. Bennett es uno de los rostros de la nación emprendedora: empresario tecnológico de éxito, sabe cómo favorecer a los nuevos emprendedores y fomentar el desarrollo de las empresas ya establecidas. Por su parte, Lapid, que ha girado a la izquierda en temas sociales, tiene la llave para relajar la política impositiva del Estado y desahogar a los ciudadanos o, por el contrario, para aplicar políticas socialdemócratas en, por ejemplo, lo relacionado con los precios de la vivienda y la alimentación, ejes de su campaña electoral. Bennett y Lapid, que han ido prácticamente de la mano en las negociaciones, pueden chocar en este punto: Bennet es un liberal en lo económico y Lapid puede dejarse llevar por los sectores más a la izquierda de su partido y de su electorado.
Pero no todo es controversia dentro del nuevo Gabinete. La coalición, obviamente, también comparte objetivos; por ejemplo, la reforma de la ley electoral (para subir del 2 al 4% el umbral de votos para acceder al Legislativo) y la de la Ley Tal. Además, todos se quieren centrar claramente en asuntos domésticos, como no ha cesado de recalcar Bennett, que quiere dejar aparcado el proceso de paz y continuar con la calma relativamente contenida en Cisjordania.
Israel es un país en constante debate interno desde el día de su fundación. Herzl Inbar, antiguo embajador en España, siempre que recibe a una delegación española dice que el Estado judío se encuentra en un momento crucial. Ciertamente, en Israel cada cambio de Gobierno parece presagiar de un giro existencial. No obstante, existen pocas dudas de que esta vez el cambio está aquí. Israel se enfrenta a un cambio estructural social y político, y sus líderes deberán estar a la altura de las circunstancias como lo estuvieron los líderes sionistas que erigieron el Estado.
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Coalition will be focusing heavily on social and economic policies, and compromises on Haredi draft, housing and the size of government.
Haaretz By Jonathan Lis 16:35 17.03.13
Overcoming last-minute negotiation crises, Yair Lapid and Naftali Bennett signed coalition agreements on Friday, 15.03.2013, concluding the protracted and exhausting coalition talks that Likud and Yisrael Beiteinu conducted over the past several weeks and paving the way for Israel’s 33rd government.
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PM: No aceptaré Bennett-Lapid boicot haredim. Peres da PM 2 semanas más para formar gob; Lapid rechaza cualquier coalición con Shas, UTJ, Bennett: Likud boicoteado por favor primero
Jerusalem Post By LAHAV HARKOV 2 de marzo de 2013 21:52
El primer ministro Binyamin Netanyahu culpó por su fracaso para formar un gobierno de Yesh Atid líder Yair Lapid y Bait Yehudi Naftali Bennett presidente en la noche del sábado, después de recibir una extensión de dos semanas de negociaciones de coalición del presidente Shimon Peres.
"La razón por la que no hay coalición hasta ahora es porque hay boicots de un público en su totalidad en el Estado de Israel y que no coincide con mis puntos de vista", dijo Netanyahu, sentado frente a Peres en la sala de prensa en la residencia presidencial en la capital .
Lapid pública y explícitamente por primera vez la noche del sábado que no iba a sentarse en la misma coalición como ultra-ortodoxo Shas y los partidos United Torah Judaism, mientras Bait Yehudi mantuvo su compromiso de celebrar un gobierno sólo si Yesh Atid une también.
"Cuando los productos fabricados por los colonos en Judea y Samaria son boicoteados, que justamente protestar, y las personas que necesitan entender esto más que nadie son los colonos que son objeto de boicots diarias", dijo Netanyahu.
"En mi opinión, a lo largo de nuestra historia, sufrió tragedias a causa del odio y la lucha entre hermanos, y cuando miramos a nuestro alrededor y ver los tremendos desafíos, tenemos que unir fuerzas y no dividir".
El primer ministro dijo que está haciendo todo lo posible para unir a la nación, trabajando durante cuatro semanas para construir la coalición más amplia posible, con énfasis en los temas económicos y la igualdad en la carga del servicio nacional, y agregó que se trataba de cuestiones sobre las que el público haredi está dispuesto a hacer concesiones.
"Quiero aprovechar los próximos días para tratar de formar un gobierno amplio, y espero que los líderes del partido se mostrará responsabilidad. La responsabilidad y el liderazgo, en mi opinión, es unir a la nación y no dividirla, y para eso necesito más tiempo ", concluyó Netanyahu.
Peres concedió el primer ministro dos semanas más para formar una coalición, el establecimiento de una fecha límite 16 de marzo y dijo que el país necesita un gobierno estable, organizada tan pronto como sea posible para hacer frente a los problemas de seguridad, diplomáticas y sociales.
Más temprano el sábado, Lapid publicado un extenso estado en su perfil de Facebook que explica que, si bien no rechaza los haredim, él no quiere estar en la misma coalición como partidos haredi.
"No creo que Shas y UTJ puede sentarse en un gobierno que va a hacer los cambios para los que fueron a las elecciones: El cambio de los criterios de [subvencionadas] viviendas, estudios del currículo básico para todos, la igualdad en la carga de alistamiento y lo necesario recortes en los presupuestos de yeshiva ....
Esta es la nueva agenda civil, que la mayoría de los ciudadanos de este país, pero el apoyo de los partidos haredi oponemos firmemente. Ese es su derecho, pero los políticos tienen que estar dispuestos a pagar el precio por sus posiciones ", escribió.
Lapid también criticó las tácticas de los partidos políticos de los haredim, escrito que no aceptan las reglas del juego democrático.
"A nadie le gusta perder, pero todos aceptan la idea básica de que a veces estás en la coalición, ya veces en la oposición", explicó, añadiendo que si Yesh Atid termina en la oposición, van a ir con orgullo, sin sentir alguien que odia o rechaza.
"Todo el mundo, es decir, a excepción de los partidos haredi", dijo.
Lapid señaló que no importa lo que la ideología ganó las últimas elecciones - "izquierda, derecha, socialista, capitalista, solución de dos estados o Tierra de Israel" - el ultra-ortodoxos están siempre dispuestos a estar en la coalición.
"¿Alguien cambiar la ley y no nos lo dijiste? ¿Puede un gobierno se formó con el Likud, sin trabajo, sin Kadima, sin Meretz, sin partidos árabes, sin ningún partido en absoluto, pero los haredim siempre tiene que estar en el gobierno, de lo contrario estamos boicoteando y rechazarlos? ¿Qué clase de democracia extraño es eso? ", Escribió el líder Yesh Atid.
"La conclusión obvia es que no va a ocurrir una tragedia si en la próxima legislatura, se sientan en la oposición".
Bennett publicó un manifiesto igualmente largo en Facebook, acusando Likud Beytenu de boicotear Bait Yehudi antes de acusar a este último de hacer lo mismo con los partidos ultraortodoxos.
"El mensaje del Likud era simple: En ningún precio sionismo religioso estar en el gobierno. Olvídate de eso ", escribió.
"Mientras que el primer ministro se reunió dos veces con Lapid, con [Hatnua presidenta] Tzipi Livni, con [el líder laborista] Shelly [Yacimovich], con [líder de Kadima, Shaul] Mofaz, e incluso con [líder de Meretz] Zehava Gal-On, sólo religiosa El sionismo fue boicoteada.
Likud dijeron que quieren un gobierno con la izquierda y Haredim, explicando que ellos no pueden tener conversaciones de paz con el Yehudi Bayit en la coalición ", dijo.
Bennett explicó que él y Lapid acuerdo en que no entraría en la coalición sin el otro, y que a la vez, el Likud Beytenu perseguía Atid Yesh y desairar Bait Yehudi. Él escribió que él tiene la intención de mantener su palabra, a pesar de que lo opuesto es verdad ahora, porque Netanyahu quiere un gobierno con los haredim y sin Lapid.
"Nosotros no boicotear las partes.
No Shas, no UTJ. No había nadie más, tampoco. El único que había alguien boicoteó el Likud boicotear la Yehudi Bayit, y eso está en el pasado ", escribió Bennett.
Bait Yehudi jefe negociador MK Uri Ariel se refiere a Netanyahu comentarios sobre el boicot de asentamientos, diciendo que "antes de las flechas primeros brotes ministro de crítica en la comunidad nacional-religiosa en relación a los boicots y nuestra conexión con Yesh Atid, yo estaría feliz de tener un respuesta clara acerca de cómo se explica su extraña conexión con la señorita Tzipi Livni, cuyo orden del día en boicots y [construcción] se congela en la población de colonos es conocido por todos. "
El viernes, Bait Yehudi diputados estaban ocupados respondiendo a los informes de que los negociadores del Likud Beytenu dijo Yesh representantes Atid necesitaban Lapid del partido en la coalición, sin Bayit Yehudi, con el fin de evacuar los asentamientos pequeños.
Al salir de las conversaciones con Bayit Yehudi, jefe negociador del Likud Beytenu Shomron David llamó a los informes de "mentiras y engaños."
MK Ayelet Shaked (Bait Yehudi), un aliado cercano de Bennett, atribuyó los informes a los intentos de romper la alianza de su partido con Yesh Atid.
"Likud Beytenu está jugando un doble juego, en el que se nos pide romper el acuerdo con Lapid, y pedir Lapid a romper el acuerdo con nosotros", explicó. "Las explicaciones de por qué es importante dividir el cambio en función de quién está escuchando."
Shaked expresaron sentimientos que el Likud Beytenu no tiene "una verdad o una ideología clara" en la formación de la coalición, llamando a las negociaciones de un juego de poker.
"Vamos a permanecer firmes frente a los ataques y presiones, y hacer todo lo que podamos para ayudar a formar un gobierno que se ocupe de los problemas socioeconómicos que son problemas fundamentales para el pueblo israelí", dijo.
Bennett y Netanyahu tenían previsto reunirse el domingo, el Likud Beytenu dijo.