El Islam y Al Ándalus
También sobreviene en esta época el origen y la expansión medieval del Islam, con la que hay que ver la conexión de los actuales conflictos del mundo islámico. La raíz de esta expansión es que el Islam es la religión fundada por Mahoma en la que la idea de la hegemonía de los creyentes muslimes en general, y de los califas e imanes descendientes de Mahoma en particular, en lo político y lo socioeconómico, es un deber religioso primordial. Esta reducción de lo religioso a lo político proviene de los planteamientos que distorsionaban el judaísmo en sentido material, interpretando que la primacía que como Pueblo Elegido tenían prometida los judíos era la primacía política y económica como dueños del poder y de la riqueza material del mundo, y no la primacía espiritual de ser los elegidos para transmitir a los demás pueblos las normas reveladas, las riquezas espirituales, ser el pueblo guía en lo espiritual. Es el problema que tenían los dirigentes judíos y que les impide aceptar a Cristo como Mesías, porque no se presenta como un jefe político que les lleve al liderazgo mundial. Cristo y sus discipulos, que eran judíos, proclaman claramente la diferencia entre los judíos materiales y los judíos espirituales, negando taxativamente que los judíos materiales, fuesen los verdaderos judíos. El beato Juan XXIII decía: "los cristianos somos los judíos espirituales".
En el Islam se proclama que el califa por ser la autoridad religiosa máxima debe ser la autoridad política máxima. En el cristianismo, al revés: los que mandan no pueden mandar lo que quieran, sino lo que esté conforme con la moral natural guiándose por la autoridad de la Iglesia para definir infaliblemente las normas de moral.
Los mozárabes
Cristianos que viven bajo el
poder musulmán que invade España en 711. Desde el s. IX están
en minoría. Pueden mantener su religión, pero pagando impuestos
adicionales y no pueden tener cargos, ni propagar su religión: tolerancia
represiva.
Ven sus principales iglesias convertidas en mezquitas. En
ocasiones, sufren matanzas y martirios. Muchos mozárabes fueron
trasladados al Norte como resultado de las incursiones de la
Reconquista. El arte mozárabe, derivado del visigodo con formas
del arte islámico, se desarrolla en el Norte, en territorios
cristianos, en el Sur sólo quedan unos pocos vestigios. ¿Y el
idioma mozárabe?
La Jornada del Foso en 797, en Toledo, ciudad mozárabe, fue una matanza de los jefes de multitud de familias.
De mediados del s IX, son los mártires de Córdoba, como san Eulogio, martirizado en 859. Toledo consigue cierta autonomía en 873. Al ser reconquistada en 1085, vivían todavía mozárabes en Toledo. Aún existe allí el rito mozárabe en algunas misas.
Los musulmanes se hacen ceder iglesias para instalar sus mezquitas; como la Mezquita de Córdoba, construida sobre la catedral de san Vicente de Córdoba: en 748, obligan a los cristianos a cederles la mitad de esa basílica para establecer allí la mezquita mayor de la ciudad, porque aún no tenían capacidad arquitectónica; en 785, Abderramán I, consolidado en el trono de Al Andalus como emir independiente, obliga a los cristianos a entregar la otra mitad de su catedral, donde coexistían ambos cultos por imposición islámica que ahora completan. En 786, Abderramán I derriba la Catedral para construir allí la Mezquita de Córdoba con alarifes (arquitectos) españoles y decoradores bizantinos de mosaicos, después será ampliada varias veces por sus sucesores.
Los mozárabes aportaron a los núcleos cristianos de resistencia del Norte el incremento de aquella resistencia con su propio espíritu cristiano de resistencia al Islam, esencial en la Reconquista, y el aumento de población esencial para consolidar los territorios liberados y para reconquistar otros. Porque reconquistar era repoblar, tener población dispuesta a vivir en los territorios de primera línea y a defenderlos. La Rioja, por ejemplo, se repobló en parte con población vascona y en parte con población mozárabe.
El arte
mozárabe, que es uno de los
estilos prerrománicos más destacados, tiene como elemento más
característico el arco de herradura procedente del arte
visigodo, de donde también lo toma el arte islámico. El hecho
de que en la mitad Sur de España queden unos pocos restos es
debido a las destrucciones de las épocas de radicalismo
islámico.
Estos vestigios que quedan en la mitad Sur de arte mozárabe son
la iglesia de Santa María de Melque en Toledo (s IX), y la
iglesia parcialmente rupestre de Bobastro en la Serranía de Ronda, último reducto de la
insurrección de Omar
Ben Hafsún, lo que demuestra que se acabó convirtiendo al
cristianismo, puesto que era muladí cuando se levantó en armas
en 884.
Lo principal del arte mozárabe está en los reinos de León y
Castilla, ¿qué demuestra esto?
La arquitectura mozárabe también influyó en
el prerrománico de Cataluña.
Además, una parte importante de la pintura de la época,
principalmente miniaturas, es pintura mozárabe, como la Biblia
Hispalense (988).
El latín, aunque aún es la lengua escrita utilizada por los mozárabes para los textos religiosos y culturales, ya se ha ido descomponiendo dialectalmente, de forma que el habla mozárabe es ya muy parecida al castellano arcaico. En la literatura de Al Andalus, se conservan palabras mozárabes intercaladas en versos árabes. La jarcha es un poemita o copla en habla mozárabe insertado al final de un tipo de poema en árabe llamado moaxaja (muwassaha).
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El Emirato de Córdoba
En 750, es derrocada del califato de Damasco la
dinastía de los Omeyas y casi exterminada en un golpe de Estado
encabezado por Abul Abás el Sanguinario, que traslada la capital
del califato a Bagdad.
Abd el Rahman ben Humeya (Abderramán I), miembro superviviente
de la dinastía de los califas de Damasco, huye a España, donde
consigue hacerse con el poder en 756, proclamando el emirato de Córdoba, independiente del Califato de
Bagdad. No se proclama califa, puesto que parecía que
el califato debía ser único, porque el califa es el "vicario
de Mahoma", (el que hace las veces de Mahoma), es
decir el jefe de la religión islámica, al que, por serlo le
pertenece, según las creencias islámicas, el poder total y
universal como emperador. Se proclama emir
que significa "comendador de los creyentes",
jefe de los creyentes, que no es lo mismo que jefe de la
religión, sucesor de Mahoma; de todas formas, por ser el emir el
que tiene el poder religioso musulmán, como jefe de los
musulmanes, le corresponde, según ellos, el poder como monarca
hereditario. Porque, según el Islam, el poder político
pertenece a las autoridades religiosas musulmanas como sucesoras
de Mahoma. Inicia la Mezquita de Córdoba.
La Mezquita de Córdoba fue construida sobre la catedral de san Vicente de Córdoba: en 748, obligan a los cristianos a cederles la mitad de esa basílica para establecer allí la mezquita mayor de la ciudad, porque aún no tenían capacidad arquitectónica; en 785, Abderramán I, consolidado en el trono de Al Andalus como emir independiente, obliga a los cristianos a entregar la otra mitad de su catedral, donde coexistían ambos cultos por imposición islámica que ahora completan. En 786, Abderramán I derriba la Catedral para construir allí la Mezquita de Córdoba con alarifes (arquitectos) españoles y decoradores bizantinos de mosaicos, después será ampliada varias veces por sus sucesores.
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Califa es el "vicario de
Mahoma", el jefe de la religión islámica, al que, por
serlo le pertenece, según las creencias islámicas, el poder
total y universal como emperador.
Emir es el "comendador de los creyentes"; de
todas formas, por ser el que tiene el poder religioso musulmán,
le corresponde, según ellos, el poder como monarca hereditario.
Porque, según el Islam, el poder político pertenece a las
autoridades religiosas musulmanas.
Es la idea tomada de los judíos que, modificando la religión de
Moisés, creían que el enviado de Dios ejercería el liderazgo o
caudillaje político, lo cual les impidió aceptar a Cristo.
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La rebelión de Omar ben Hafsún, que había empezado en 884, no pudo ser dominada mientras éste vivió. Todavía sus sucesores resistieron hasta diez años después de su muerte. Sólo entonces, en 928, pudieron entrar las tropas de Abderramán en Bobastro. Abderramán III no se proclamó califa hasta el año siguiente. No lo hizo hasta no dominar esta rebelión, tal es su importancia.
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EL CALIFATO DE CÓRDOBA (929 - 1031)
Los Omeyas ocupaban el trono de Al Andalus como emires de Córdoba, independientes del Califato de Bagdad, desde 756. Abderramán III, el estadista más grande de la España musulmana, que era emir desde 912, se proclama califa en 929. Impuso su autoridad sobre todos los sectores de Al Andalus e incluso fueron en cierto modo vasallos suyos los del norte de África y Abderramán III incorporó Melilla en 927 y Ceuta en 931 al Califato de Córdoba. El siglo X es la época de plenitud islámica. Su sucesor Al Hakam II fomenta esplendorosamente la cultura. La época siguiente es la dictadura de Almanzor, el cual relega al joven califa Hisham II y monopoliza el poder, lo que es considerado una usurpación por los musulmanes más religiosos. Y esto, tras la muerte de Almanzor, hará entrar en crisis el Califato que será suprimido en 1031 y se desintegrará en los reinos de Taifas.
La dictadura de Almanzor (1076-1002) y la crisis final del Califato: la Fitna (1009-1031)
Almanzor, para acallar las críticas por detentar el poder sin
ser el califa, lanza terribles ataques año tras año sobre los
reinos cristianos del Norte de España, que, derrotados una y
otra vez, no son borrados del mapa porque tampoco a los
musulmanes del Sur les interesaba ocupar esas frías y pobres
tierras instalándose en ellas, cuando podían saquearlas cada
año sin dejar de residir en el mucho más desarrollado y
confortable Califato de Córdoba y poner, eso sí,
considerablemente en retroceso las líneas más avanzadas de la Reconquista. También para intentar demostrar su islamismo,
amplió enormente la Mezquita de Córdoba, como ya lo había hecho Al Hakam II por los
mismos motivos. Esas y otras ampliaciones anteriores dieron como
resultado la inmensidad del bosque de columnas que es una de las
características del edificio.
A la muerte de Almanzor en 1002, todavía sus
hijos mantiene las riendas durante seis años, pero ya no es lo
mismo. Los cristianos del Norte, endurecidos en la resistencia a
la adversidad de la superioridad islámica, e iniciada, como en toda
Europa, su
revitalización que señala el inicio de la Plena Edad Media, tienen
ahora un enemigo menos efectivo e implacable. Además esta
prolongación dura poco. En el centro del Califato, en
1009 empieza la
lucha por el poder en la que se
enfrentan los diversos grupos étnicos y religiosos de Al
Andalus. Cada uno de esos bandos o "taifas"
trata de controlar el título de Califa, con sucesivos
destronamientos y proclamaciones, en medio de continuas luchas
internas en las que llegan a hacer intervenir a guerreros de
varios reinos cristianos del Norte, traídos como refuerzos por los
diversos bandos o "taifas". Hasta que, en
1031, para cortar la situación caótica, los jefes de los
diversos clanes aristocráticos de Córdoba deciden suprimir el
título de Califa, el Califato.
La Fitna (1009-1031), la revolución que acaba
en la disolución del Califato, viene acompañada de su disgregación
en varios reinos bajo el control de los diversos bandos o "Taifas"
en lucha, los grupos étnicos y religiosos que se disputaban el
poder en Al Andalus, árabes, beréberes, muladíes y otros,
sometidos por Abderramán III a base de habilidad política y por
Almanzor dictatorialmente, y ahora dueños de diversos tronos,
dando origen a los
reinos de Taifas.
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LOS REINOS DE TAIFAS 1031
Ver el mapa de los reinos de Taifas y de las épocas almoravide y almohade pulsando aquí
Se originan tras la dictadura de Almanzor y de sus hijos, en la guerra civil, la Fitna, (1009-1031), que acaba en la abolición del Califato de Córdoba, acompañada de su disgregación en múltiples reinos bajo el control de los diversos bandos o "taifas" en lucha, los grupos étnicos y religiosos de Al Andalus, árabes, beréberes, muladíes y otros, antaño sometidos por Abderramán III a base de habilidad política y por Almanzor dictatorialmente, pero que tras la muerte de éste en 1002, y su efímera sucesión por sus hijos durante seis años, se disputaban el poder en Al Andalus en lucha encarnizada.
La división de Al Andalus deja a los musulmanes en inferioridad militar y política frente a los cristianos del norte, que además ahora inician su revitalización de la Plena Edad Media.
Pero los reinos de Taifas no señalan la decadencia en los demás aspectos, sino muy al contrario, continúa el desarrollo económico, cultural y artístico, , con una arquitectura más recargada, y el refinamiento y la vida cómoda y lujosa de los dirigentes.
Invertida la correlación de fuerzas en España, la Reconquista se activa por los cristianos, que toman la iniciativa. Los musulmanes no pueden impedir que amplios territorios sean liberados; ni que incluso reinos enteros sean reconquistados; mientras que otros, para no ser eliminados, se someten al pago de parias, tributos en oro que permiten iniciar el relanzamiento de las acuñaciones monetarias en la Cristiandad, la reactivación del volumen de dinero en circulación, contribuye en todos sus reinos a acelerar el auge de la economía, ya estaba iniciando su crecimiento.
Tres movimientos de radicalización islamista procedentes del norte de África, los almorávides desde 1086, los almohades desde 1145, y los benimerines en el siglo XIV tratarán de relanzar la yihad, la guerra santa, para la conquista musulmana del mundo, y para ello invadirán España para unificar los reinos de Taifas, derrocados sus reyes, y para someter los territorios cristianos del norte.
El aldabonazo es la reconquista de Toledo en 1085. ¿Cuál es su significado?
En 1086, al año siguiente de perder Toledo, como reación, se inicia la dominación en Al Andalus de los almorávides, movimiento islamista radical originado en el norte de África, que elimina a los reyes de Taifas considerados malos musulmanes, y, tras unificar Al Andalus, relanza la yihad, la guerra santa contra los cristianos del norte para borrarlos del mapa. Pero, aunque les ocasiona algunas derrotas y algunos retrocesos en las líneas más avanzadas de la Reconquista, estos son ya muy fuertes y el poder almoravide se estrella al final ante la potencia de los reinos cristianos del norte y en especial ante la resistencia de las fuerzas de personalidades como El Cid (que se apodera de Valencia en 1094) y como Alfonso el Batallador, rey de Aragón y del reino de Pamplona.
La nueva disgregación en reinos de Taifas de Al Andalus les supone nuevas pérdidas ante los avances de la Reconquista, que ocasionan la dominación en Al Andalus por los almohades desde 1145. Pero estos, a comienzos del XIII, son derrotados en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212).
Después, ya sólo les queda a los invasores el
reino de Granada, bajo la dinastía nazarí, y porque es
tributario. Es diferente del reino de Granada de la primera
época de las taifas, bajo la dinastía zirí. (En 2005 se publicaron las memorias de
Abd Allah, último rey de la dinastía zirí de la taifa bereber
de Granada, destronado por los almoravides en 1090. Fueron
traducidas hacia 1929 por Levi Provençal y Emilio Gomez Moreno y
se publicaron en 2005 otra vez, con el título de El siglo XI
en primera persona en la colección Alianza Literaria de
Alianza Editorial).
El periodo nazarí es muy floreciente y
refinado, como lo demuestra el arte sumamente preciosista y de
altísima técnica que se ha conservado después de la
Reconquista en la Alhambra y en el Generalife.
El nuevo movimiento islamista de los benimerines no
someterá el reino de Granada, ni frustrará por lo tanto su
desarrollo bajo la dinastía nazarí, ni mucho menos la
Reconquista, porque son
vencidos por Alfonso XI en la batalla del Salado de 1340,
ya en sus primeros intentos de invasión desde el norte de
África.
Los periodos almoravide y almohade tratan de cortar el lujo
artístico, pero así como queda poco de los almoravides, el arte
almohade, dentro de su sobriedad, ha dejado en su capital,
Sevilla, monumentos tan importantes como la Giralda y la Torre
del Oro.
Mapa de los reinos de Taifas y de las épocas almoravide y almohade