HISTORIA UNIVERSAL
Calentamiento global y cambio
climático
El alza de precios eleva en
75 millones de personas los desnutridos y llegan a
923 millones de personas en 2007
Pero en 1981, el 40% de la población mundial
estaba en la pobreza absoluta, mientras que hoy este porcentaje
se ha reducido a la mitad
1.100 millones viven hoy en condiciones de pobreza extrema, con
menos de 0,79 euros al día
18 de septiembre de 2008, Roma © FAO, 2008
El alza de precios de los alimentos ha llevado
a 75 millones de personas adicionales a una situación de
hambre, con lo que la cifra de población desnutrida en el mundo en
2007 se eleva a 923 millones de personas,
según informó hoy la FAO.
Los elevados precios alimentarios han invertido la tendencia
positiva para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio
(ODM) de reducir a la mitad la proporción de personas
hambrientas en el mundo para 2015, según las últimas cifras que
acaba de hacer públicas la Organización de la ONU antes de la
sesión de la Asamblea General que la próxima semana repasará
la situación de los ODMs
Según la FAO, alcanzar la meta fijada en la Cumbre Mundial sobre
la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad
la cifra de hambrientos, es una posibilidad todavía más remota.
Las estimaciones de la FAO situaban la cifra de víctimas de
desnutrición crónica en el mundo en 2003-05 en 848
millones, con un incremento de 6 millones sobre los
842 millones de 1990-92, cifra que sirvió de
base para fijar las metas de la Cumbre Mundial sobre la
Alimentación.
El alza de precios de alimentos, combustible y fertilizantes no
han hecho más que agravar el problema, según la Organización
de la ONU. Los precios alimentarios subieron un
52 por ciento entre 2007 y 2008, y los de los
fertilizantes casi se doblaron el pasado año.
Tendencia preocupante
Los efectos devastadores del alza de
precios de los alimentos en la cifra de víctimas del hambre
agravan tendencias a largo plazo que son ya preocupantes,
señaló Hafez Ghanem, Director General Adjunto de la FAO para
Desarrollo Económico y Social. El hambre ha aumentado
mientras el mundo se hacía cada vez más rico y producía más
alimentos que nunca durante la última década, añadió.
Para los compradores netos de alimentos -donde se incluyen casi
todas las familias urbanas y una gran parte de las rurales-, el
alza de precios ha tenido un impacto negativo a corto plazo sobre
los ingresos y el bienestar familiar. Los más pobres
campesinos sin tierra y familias encabezadas por mujeres-
han sido los más afectados.
Estas tendencias negativas en la lucha contra el hambre ponen en
peligro los esfuerzos para alcanzar otros Objetivos de Desarrollo
del Milenio, según Ghanem.
Además de los devastadores costes sociales del hambre, la
evidencia empírica apunta a impactos negativos sobre la
productividad laboral, salud y educación, lo que en última
instancia lleva a un menor crecimiento económico en su conjunto.
El hambre es una de las causas de la pobreza, no es tan
solo una consecuencia, señala Kostas Stamoulis, economista
de la FAO. El coste económico del hambre -añade- en
términos de los recursos que se necesitan para combatir sus
efectos y de los ingresos perdidos suma cientos de miles de
millones de dólares anuales.
El efecto debilitador del hambre sobre la productividad de las
personas y sus ingresos conduce a un círculo vicioso, según
Stamoulis: la extrema pobreza conduce al hambre, que a su vez
hace perpetuarse la situación de pobreza
Salir del círculo vicioso del hambre
Reducir el número de personas hambrientas en
500 millones en los 7 años que quedan para 2015
requerirá un esfuerzo mundial resolutivo y de envergadura,
acompañado de acciones concretas, subrayó Ghanem.
Para romper el círculo vicioso del hambre y la pobreza, se
requiere actuar de forma urgente en dos frentes, según la FAO:
hacer que la población más vulnerable tenga acceso a alimentos,
y ayudar a los pequeños productores a aumentar su producción y
sus ingresos.
Este enfoque de doble vía de la FAO tiene como
objetivo crear oportunidades para que las víctimas del hambre
mejoren sus medios de subsistencia a través de la promoción del
desarrollo agrícola y rural. También incluye políticas y
programas, como las redes de apoyo social, que mejoran el acceso
directo e inmediato a los alimentos.
En diciembre de 2007 la FAO lanzó su Iniciativa relativa al
Aumento de los Precios de los Alimentos para ayudar a los
países vulnerables a poner en práctica medidas urgentes para
impulsar el suministro de alimentos y dar apoyo para mejorar el
acceso a los mismos.
La Iniciativa incluye proyectos de emergencia -previstos o en
ejecución- en al menos 78 países de todo el mundo. Entre las
actividades más urgentes figuran la distribución de semillas,
fertilizantes, piensos animales y otros insumos y aperos
agrícolas a los pequeños campesinos.
Se necesitan con urgencia inversiones con amplia base y a
gran escala para hacer frente de forma sostenible a los problemas
crecientes de inseguridad alimentaria, que afectan a los pobres y
a los hambrientos, según Ghanem. No existe un solo
país o institución que pueda resolver esta crisis por sí
solo, añadió.
Beneficio alto
Según la FAO, los países más golpeados por la actual crisis,
muchos de ellos en Africa, necesitarán al menos
30 000 millones anuales de dólares EE.UU. para
garantizar su seguridad alimentaria y reactivar sistemas
agrícolas que han sido descuidados durante mucho tiempo.
Pero la reducción del hambre tiene grandes beneficios, y
debería situarse como una de las prioridades del desarrollo,
insistió Stamoulis.
Disminuir la incidencia del hambre en el mundo mejorará
mucho las posibilidades de alcanzar los ODMs relacionados con la
reducción de la pobreza, educación, mortalidad infantil, salud
materna y enfermedades, explicó Stamoulis. El gasto
público en la reducción del hambre es una inversión con un
beneficio muy elevado, concluyó.
Contactos: Teresa Buerkle
Oficina de prensa, FAO/Ginebra teresamarie.buerkle@fao.org (+41) 22 917 2770 (+41) 78 900 43 93 (móvil) Oficina
de prensa, FAO FAO-Newsroom@fao.org (+39) 06
570 53625
TEREZA SÁNCHEZ VICENTE. 17.10.2006
Un total de 2.700 millones de personas, el 40% de la población mundial, viven en una situación de pobreza.
De ellos, 1.600 millones sobreviven con cerca de 1,25 euros diarios, y otras 1.100 millones viven en condiciones de pobreza extrema, con menos de 0,79 euros al día.
Además, 35.000 personas mueren de hambre cada 24 horas en un mundo en que el gasto medio por persona es de 13,4 euros diarios.
Los países ricos no han cumplido sus promesas (en relación con los ocho objetivos de desarrollo del milenio de Naciones Unidas, que deben alcanzarse en 2015).
De hecho, en 1990, la media de la ayuda destinada al desarrollo era el 0,33% del PIB de los países donantes; y hoy ha bajado hasta el 0,25%.
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Biocombustibles
Como señaló la FAO en un informe previo a la cumbre
terminada el 5.06.2008 en un fracaso, se estima que el
crecimiento previsto de la producción de biocombustibles en
2030, de no modificar las tendencias actuales, necesitará 35
millones de hectáreas de tierra, superficie que equivaldría a
España y Francias juntas. (ABC. Viernes, 6 de junio de 2008).
HISTORIA Y EXTRAPOLACIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
Población de todos los países el 15 de diciembre de 2008