...HISTORIA UNIVERSAL.... ....La crisis iniciada en 2007.....
El Tesoro de EE UU vende en diciembre de 2013 sus últimas acciones de General Motors y pierde 11.800 millones de dólares de los 50.000 que inyectó en GM y 1.900 millones de dólares de los 12.500 en Chrysler
DN. EFE. Washington 10/12/2013Estados Unidos cerró este lunes, 9.12.2013,
uno de los capítulos más controvertidos de la crisis económica
de 2008-2009, el rescate de General Motors (GM) con la inyección
de más de 50.000 millones de dólares, al anunciar la venta de
las últimas acciones que tenía en el fabricante de automóviles.
El rescate de GM, junto con el del Grupo
Chrysler, fue criticado en su momento por el Partido
Republicano, que acusó a la Administración del presidente
Barack Obama de intrusión en el sector privado. Incluso algunos
de sus líderes advirtieron de que era el primer paso hacia
"el socialismo".
Otros como el actual presidente de la Cámara Baja, el
republicano John Boehner, pronosticaron que las empresas
participadas por el Gobierno nunca tendrían éxito económico.
Durante este tiempo los críticos del acuerdo insistieron en
llamar a GM de forma despectiva como "Government
Motors".
Pero, cinco años después del rescate, no sólo
General Motors y el Grupo Chrysler han sobrevivido, sino que
generan miles de millones de dólares de beneficios al
año y han devuelto gran parte del dinero a los
contribuyentes estadounidenses.
No es de extrañar que tanto Obama como el secretario del
Tesoro, Jack Lew, disfrutasen del anuncio de la salida
del Gobierno estadounidense de GM.
Obama recordó que "la industria automotriz
estadounidense está de vuelta", los tres principales
fabricantes del país (GM, Ford y Chrysler) "son
rentables por primera vez en casi una década" y la
industria "ha añadido más de 372.000 nuevos puestos de
trabajo".
"El liderazgo del presidente estadounidense a la hora de
responder a la crisis financiera ha ayudado a estabilizar la
industria automovilística y prevenir una nueva Gran Depresión",
afirmó Lew.
"Con la venta final de las acciones de GM, este importante
capítulo de nuestra historia se ha cerrado", agregó el
secretario del Tesoro.
Entre finales de 2008 y mediados de 2009, el panorama era
muy distinto.
Las autoridades estadounidenses se enfrentaban a la pesadilla de
que el gigante industrial GM desapareciese, arrastrando en su
caída a centenares de pequeñas y medianas empresas y decenas de
miles de empleos en medio de la peor crisis económica
en 70 años.
La empresa había acumulado en los años anteriores decenas
de miles de millones de dólares en pérdidas y a
finales de 2008 anunció que dejaría de tener liquidez a
mediados de 2009 ante la aceleración del desplome de las ventas
de automóviles en Estados Unidos.
Durante meses, los directivos de GM negociaron con las
autoridades estadounidenses y finalmente presentaron un plan de reestructuración
que incluía su declaración en quiebra
y su renacimiento como compañía saneada.
El plan aseguró el respaldo del Departamento del Tesoro,
que inyectó 50.000 millones de dólares en la
compañía a cambio de un 60,8% de su accionariado,
mientras que Canadá aportó otros 12.500 millones a cambio de un
11,7% de los títulos.
El resto del accionariado fue a parar al sindicato United
Auto Workers (UAW), un 17,5%, y a algunos acreedores
el 10% restante.
General Motors se declaró en quiebra el 1 de junio de
2009 y anunció que se desprendería de cuatro marcas (Hummer,
Saturn, Saab y Pontiac) y mantendría otras cuatro (Chevrolet,
Buick, GMC y Cadillac).
La nueva General Motors nació el 10 de julio de 2009 con los
activos "buenos" de la antigua compañía.
Mientras, el Grupo Chrysler siguió un camino
similar, aunque la inyección fue mucho menor, 12.500
millones de dólares, dado que el tercer fabricante de
Estados Unidos era mucho menor que GM.
La empresa fue puesta bajo la gestión de Fiat y
su director ejecutivo, Sergio Marchione, y en julio de
2011 el Tesoro se deshizo de su participación en el
grupo Chrysler.
La salida este lunes, 9.12.2013, del Gobierno estadounidense de
GM coincidió con la publicación de un estudio según el cual el
rescate del motor en 2009 salvó 2,6 millones de puestos de
trabajo en Estados Unidos y evitó la pérdida de 105.300
millones de dólares.
El Center for Automotive Research (CAR), una
organización estadounidense sin ánimo de lucro,
dijo que estas cifras justifican el rescate de los dos
fabricantes de automóviles a pesar de que el Departamento del
Tesoro no recuperará la totalidad del dinero
invertido en GM y Chrysler.
Según CAR, el Tesoro estadounidense ha perdido 11.800
millones de dólares con GM y 1.900 millones de dólares con el
Grupo Chrysler.
"CAR está segura de que en los próximos años esta
intervención en el sector privado de Estados
Unidos será vista como una de las intervenciones más exitosas
en la historia económica" del país, dijo en un comunicado
el economista jefe de CAR, Sean McAlliden.