El Gobierno niega que Gibraltar actúe como un Estado pese a los encuentros bilaterales de sus autoridades con Marruecos

L D (Agencias). 26.05.2007

El Gobierno español no considera que Gibraltar pueda ser calificado como un "Estado" o un "miniestado" a pesar de que ya mantiene encuentros bilaterales con otros países como Marruecos. En respuesta a una pregunta parlamentaria de la diputada del PP Alicia Castro que preguntaba "si el nuevo Gibraltar no actúa ya como un miniestado independiente", el Gobierno considera que no se puede llegar a esa conclusión sólo porque sus "autoridades locales" hayan realizado "ocasionalmente" visitas a Marruecos para entrevistarse con responsables del reino aulauita.

La diputada del PP en el Congreso Alicia Castro formuló una pregunta parlamentaria en la que cuestionaba al Gobierno "si el nuevo Gibraltar no actúa ya como un miniestado independiente, ¿por qué se entrevistó el señor Caruana el pasado otoño con varios miembros del Gobierno de Marruecos para hablar de las relaciones entre Marruecos y Gibraltar".   En la contestación, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Gobierno señala en primer lugar que, "según la información disponible, la visita más reciente a Marruecos por parte de una autoridad local del Peñón ha sido la realizada el pasado mes de julio por el viceministro principal de Gibraltar, Joe Holliday".   Según el Ejecutivo, la visita de Holliday, en su calidad de "ministro gibraltareño de Comercio, Industria, Transportes y Turismo y responsable del Puerto", tenía como objetivo "tratar de asuntos que había abordado previamente con responsables marroquíes en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid en 2006".   En cualquier caso, el Gobierno subraya que "Gibraltar no es un Estado, ni un miniestado, sino un territorio dependiente del Reino Unido (British Overseas Territory), por lo que las visitas realizadas ocasionalmente por sus autoridades locales a Marruecos se producen en este marco, es decir, como autoridades locales de un territorio dependiente vecino y para tratar temas concretas".

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Que aclare cuáles son los documentos válidos que los ciudadanos de Gibraltar tienen que presentar para poder circular

LD. 18.01.2007

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha pedido al Reino Unido que aclare cuáles son los documentos válidos que los ciudadanos de Gibraltar tienen que presentar para poder circular por la Unión Europea. La polémica surgió después de que este miércoles las autoridades españolas negaron el acceso a España de tres residentes del Peñón que presentaron documentos que les describían como "ciudadanos de territorios británicos en el extranjero". En respuesta, el Gobierno gibraltareño suspendió este jueves por una hora el reconocimiento del DNI español para poder ingresar a la colonia británica. Unas 250 personas y cincuenta automóviles se vieron afectados.

El director general para Europa y América del Norte del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Pons, ha enviado una carta a su homólogo británico, Anthony Smith, donde le pide que aclare las dudas que tiene sobre la "validez" de ciertos documentos presentados por ciudadanos residentes en Gibraltar para moverse libremente por la Unión Europea.   Específicamente, Pons pide a Smith que se le precise si los residentes en Gibraltar que presentan como documento identificativo un "carné de identidad" del Peñón están también autorizados para entrar en el Reino Unido y, por ende, moverse libremente por la UE.   Este miércoles, el Partido Liberal de Gibraltar denunció que las autoridades españolas habían denegado el acceso a tres ciudadanos residentes en el Peñón debido a que los documentos de identidad que presentaron les describían como "ciudadanos de territorios británicos en el extranjero". Por ello, fuentes de la cartera de Miguel Ángel Moratinos han señalado que si con esos documentos se puede ingresar al Reino Unido, se "estará autorizado a entrar en España" y, por consecuencia se "pedirán disculpas" a los afectados por las "dudas" que le han suscitado esos documentos.   Pero, el Gobierno gibraltareño calificó la conducta de las autoridades españolas de "ilegal e inaceptable" y consideró que suponía una violación de las propias normas españolas en la materia, que hasta ahora, según el Ejecutivo de Peter Caruana, reconocían los "carnés de identidad" de Gibraltar como documento válido para viajar.   En respuesta, el Ministerio de Exteriores tildó por su parte de "inaceptable" ese comunicado porque "tiene juicios de intención que no se corresponden con la realidad". Además, agregaron que el Gobierno del Peñón "no es quien para decir" que la actuación de las autoridades españolas es "ilegal".  En represalia, la mañana de este jueves el Gobierno de Caruana suspendió durante una hora el reconocimiento del DNI español como documento para ingresar al Peñón. Unas 250 personas y cincuenta automóviles vieron denegado su acceso a la colonia británica. No obstante, el Gobierno de Caruana informó en un  comunicado de que volvió a reconocer el documento españoles "tras recibir confirmación de las autoridades españolas de que tenían instrucciones de Madrid de permitir la entrada en España a aquellos que lleven carnés de identidad de Gibraltar, como había ocurrido hasta ahora".

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ACUSA AL GOBIERNO DE HABER COMETIDO "ERRORES GRAVES"
El PP le recuerda a Caruana que la reforma de la Constitución de Gibraltar continúa perpetuando "la situación colonial" de Gran Bretaña

LD. EFE. 01-12-2006

El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, ha puntualizado que tras el resultado del referéndum sobre la nueva Constitución para Gibraltar celebrado en el Peñón, "el Reino Unido va a poder mantener la situación colonial mientras quiera". De esta manera, Arístegui rectifica al ministro principal gibraltareño, Peter Caruana, que había declarado que la reforma "deja ya en la historia las características coloniales". El portavoz popular ha acusado al Gobierno español de haber cometido "errores graves" y "cesiones nada lógicas" en las últimas negociaciones con el Reino Unido que, a su juicio, tendrán consecuencias a "medio e incluso a corto plazo".

El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, se ha mostrado "francamente sorprendido" de que el Gobierno español aún no haya emitido un comunicado oficial tras la consulta en la colonia británica, en la que recordó, sólo han participado la mitad de los gibraltareños y de ellos, poco más de 7.000 apoyaron la reforma constitucional. "Algo falla y está claro que las autoridades han estado vendiendo humo", subrayó.

El portavoz del PP ha aprovechado también para acusar al Gobierno español de haber cometido "errores graves" y "cesiones nada lógicas" en las últimas negociaciones con el Reino Unido que, a su juicio, tendrán consecuencias a "medio e incluso a corto plazo".   La reforma de la Constitución de Gibraltar fue respaldada este viernes por el 60,2 por ciento de los habitantes del Peñón, un apoyo que, según el ministro principal, Peter Caruana, garantiza la soberanía británica y "deja ya en la historia las características coloniales" de la relación con el Reino Unido. Un total de 7.299 personas votaron a favor y 4.574 (el 37,75 por ciento) en contra del texto constitucional, que recorta los poderes del gobernador nombrado por el Reino Unido, incrementa la independencia del sistema judicial y otorga más competencias para las autoridades locales.  

Caruana: "una relación de libertad que no está basada en el colonialismo"

Tras comparecer ante un centenar de personas reunidas en el John Mackintosh Hall, donde se instaló la Oficina del Referéndum, Caruana destacó a los periodistas el "éxito" de un texto que crea una relación "moderna y madura" con el Reino Unido, "sin tocar la soberanía británica, ni afectar a aquellos supuestos derechos que reclama a España" y que, recordó, Gibraltar rechaza. Caruana recalcó que la Constitución, que reforma la carta otorgada de 1969, no aborda el Tratado de Utrecht, sino que, "y así lo ha dicho el propio gobierno británico, establece una relación de libertad (con Gran Bretaña) que no se puede decir que esté basada en el colonialismo".

Por su parte, el líder de la oposición, Joe Bossano, alertó de la baja participación y achacó ese desinterés a que "mucha gente no cree que le estábamos dando la oportunidad de ejercer su derecho de autodeterminación y porque aunque el señor Caruana diga que la dimensión española no tiene nada que ver, yo creo que sí que tiene que ver, y mucho". En este contexto, recordó que el Ministerio de Exteriores español sostiene desde marzo, cuando las autoridades británicas y gibraltareños acordaron la Carta Magna, "que tiene garantías del Reino Unido de que esto no cambia absolutamente nada en el concepto del estatus internacional de Gibraltar y que la descolonización sigue pendiente de una futura negociación bilateral".

En la consulta, en la que se debía votar "sí" o "no" a la reforma constitucional "en ejercido del derecho a la autodeterminación", participaron un total de 12.120 personas, el 60,41 por ciento de las 20.000 con derecho a voto. Se trata, según los datos de la Oficina del Referéndum, de una de las participaciones más bajas de las últimas elecciones celebradas en el Peñón y supone 28 puntos menos que la registrada en el referéndum de 2002, cuando los gibraltareños votaron abrumadoramente en contra de una soberanía compartida de la colonia entre España y el Reino Unido. La jornada electoral, con doce mesas abiertas desde las 9.00 hasta las 22.00 horas, estuvo marcada en general por la indiferencia de los gibraltareños.

El Gobierno británico, tras consensuar el pasado mes de marzo con las autoridades gibraltareñas el nuevo texto, reconoció como reivindicaban los "llanitos" que el referéndum sería un ejercicio del derecho a la autodeterminación, aunque precisó también que la independencia de la colonia sólo podría ser una opción "con el consentimiento español", en cumplimiento del artículo 10 del Tratado de Utrecht. Con estas precisiones de Gran Bretaña, el Gobierno español ha restado importancia al referéndum y, días antes de que se celebrara la consulta, fuentes del Ejecutivo aseguraron a Efe que se trataba de un acto político de Caruana de cara a los habitantes de la colonia, "sin ningún valor jurídico".