La prima de riesgo española en 2011 y sus efectos

Fitch rebaja en octubre de 2011 la nota de España en dos escalones hasta AA- y con perspectiva negativa

LD LIBRE MERCADO 2011-10-07

La agencia también rebaja la nota de Italia hasta A+ por la incertidumbre en el mercado de deuda pública europea.

La agencia de calificación Fitch ha rebajado en dos escalones, hasta AA- (con perspectiva negativa), la fiabilidad de España para hacer frente a sus acreedores por la intensificación de la crisis de la UE y las dudas sobre el cumplimiento de los objetivos de déficit a causa de los problemas de las comunidades autónomas.

Con esta decisión, la nota de España cae hasta el cuarto nivel dentro de la clasificación de la agencia (AAA, AA+, AA, AA-, A+,...). Hace sólo unos meses, el Tesoro hispano mantenía la Triple A de máxima solvencia, una situación que ha ido perdiendo según crecían las dudas sobre su capacidad para hacer frente a sus obligaciones.

A la misma hora en que se conocía esta noticia (tras el cierre del mercado del viernes, como suele ser habitual), Fitch también anunciaba que rebaja en un escalón la nota de Italia, que pasa de AA- a A+.

La rebaja de calificación refleja a juicio de la agencia la "intensificación de la crisis de la eurozona" y en segundo lugar los riesgos para los esfuerzos de consolidación fiscal. "Como Fitch había advertido previamente, encontrar una solución creíble e integral a la crisis resulta política y técnicamente complejo y necesitará tiempo para aplicarse y ganarse la confianza de los inversores", apunta la agencia, que advierte de que "mientras tanto, la crisis ha afectado negativamente a la estabilidad financiera de la región".

Así la agencia hace referencia a la "especial vulnerabilidad" de España a estas sacudidas exteriores, al tener en cuenta su todavía considerable déficit estructural, su elevado nivel de deuda neta externa y la fragilidad de la recuperación económica, así como el proceso de desapalancamiento .

"La intensificación de la crisis de la zona euro ha sido identificada como negativa para el 'rating' de España", señala la agencia, puesto que la elevada volatilidad empeora las condiciones de financiación en los mercados de España, como constató la intervención del Eurosistema en los mercados secundarios.

"No obstante, la nota 'AA-' de España incorpora la opinión de Fitch de que como un solvente y sistemáticamente importante emisor soberano recibiría apoyo 'in extremis', ya sea por parte del BCE, y/o del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)", apunta la calificadora de riesgos.

En segundo lugar, Fitch precisa que el recorte de la califición soberana de España se explica por la ejecución presupuestaria registrada por algunos gobiernos regionales, lo que en su opinión, "representa un riesgo para la consolidación fiscal", y recuerda que ya el pasado mes de septiembre rebajó la nota de cinco comunidades autónomas españolas.

Necesita reformas estructurales adicionales

Por otro lado, la agencia de calificación destaca que, pese a que el proceso de reequilibrio de la economía española está "bien avanzado, aún no se ha completado", y prevé que afectará notablemente al crecimiento de la economía a medio plazo.

"A pesar de las importantes medidas ya adoptadas por el Gobierno, serán necesarias más reformas estructurales para mejorar más la competitividad y productividad de la economía", advierte la agencia.

Además, Fitch augura que el crecimiento anual de la economía española será inferior al 2% hasta 2015 y el desempleo se mantendrá elevado, aunque, sin embargo, confía en que, pese a la "mediocre" recuperación prevista a medio plazo, el potencial de crecimiento de España superará a partir de 2015 a la media de la eurozona.

La calificadora subraya que, a pesar del debilitamiento experimentado por el perfil crediticio de España, continúa considerando su solvencia como "segura" y destaca que, bajo su escenario base, la deuda pública alcanzará en 2013 un máximo del 72% del PIB, muy por debajo de la media de la zona euro (89%).

El sector financiero necesitará 30.000 millones más

Por otro lado, Fitch señala que, aparte de los 17.300 millones de euros inyectados hasta ahora por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en la reestructuración del sistema financiero español, bajo su escenario base serán necesarios otros 30.000 millones (el 2,8% del PIB) a partir de 2012 para cubrir pérdidas adicionales y mantener una sólida ratio de capitalización.

Fitch considera estos costes "manejables" y advierte de que, en caso de que fueran significativamente superiores, podrían provocar rebajas adicionales.

Asimismo, la agencia explica que la perspectiva negativa otorgada a la nota de España refleja los riesgos asociados a una mayor intensificación de la crisis financiera de la eurozona, así como a los retrasos en la consolidación fiscal y en menor medida a factores contingentes procedentes del sector financiero.

"Una desviación material de los objetivos fiscales del Gobierno y el no lograr estabilizar la ratio de deuda pública a partir de 2013 añadiría presión negativa sobre la calificación", explica la agencia.

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¿Qué consecuencias tendrá la decisión de Fitch?

La rebaja en la nota de la agencia posiblemente provocará que se incremente el coste, ya muy elevado, de las emisiones de bonos españoles.

LD 2011-10-07 D. SORIANO

Quizás muchos españoles no especialistas en economía no sepan por qué son tan importantes las decisiones de las agencias de calificación y por qué tienen tanta influencia en los mercados. Puede que también se pregunten si es normal que las autoridades le dan tanta relevancia y que los medios nos demos tanta prisa en llevarla a las portadas.

¿Quiénes son las agencias de calificación?

Existen tres grandes agencias de calificación: Standard&Poors (S&P), Moody’s y Fitch. Aunque en los últimos años han estado en el punto de mira por sus fallos a la hora de predecir la crisis subprime, lo cierto es que los inversores internacionales tienen sus informes muy presentes cuando deciden dónde invertir y qué precio pagar por un activo.

Una de las principales funciones de estas agencias es poner nota a la deuda que se negocia en los mercados. Lo hacen tanto con las emisiones de deuda pública como con las que realizan las empresas privadas.

Por ejemplo, si un inversor español está pensando en comprar bonos de un banco alemán, lo más probable es que busque el informe que haya hecho una agencia de calificación sobre dicho activo y sobre la entidad que lo emite. De esta manera, tendrá más información acerca de la solvencia de ese banco y podrá calibrar si le merece la pena comprar el activo (lo decidirá en función de su riesgo y su rentabilidad).

¿Son fiables?

La realidad es que los mercados hacen bastante caso a las notas de las tres grandes agencias, incluso a pesar de sus errores en los últimos años. Es algo parecido a lo que pasa cuando un gran medio de comunicación (como The Wall Street Journal o The Economist) critica a un gobierno. Lo relevante no es sólo la precisión del análisis, sino quién lo leerá y cómo lo interpretará. En el caso de las agencias como S&P o Fitch, el grado de seguimiento de los mercados a sus informes es bastante alto.

¿Por qué es importante su nota?

En principio, la nota de las agencias de calificación sólo debería importar a aquellos inversores que quieran comprar un determinado activo. ¿Y por qué un inversor iba a tomar en consideración lo que digan Fitch, S&P o Moody’s? En teoría porque se supone que son tres grandes agencias, con excelentes técnicos, que conocen perfectamente los países o empresas a los que califican. De esta manera, si los inversores se fían del criterio de la agencia, su calificación será importante; si no se fían, lo será menos.

Sin embargo, existe una segunda razón por la que es tan importante una rebaja de la nota como la decretada por Fitch este viernes. Según la normativa de la mayoría de los países, para lanzar al mercado un determinado activo es obligatorio que éste haya sido evaluado por alguna de las tres grandes agencias. Además, hay disposiciones que obligan a que los fondos de determinadas instituciones a invertir sólo en activos que superen una determinada nota. Por ejemplo: puede que los planes de pensiones en algún país de la UE sólo puedan invertir su dinero en activos con nota AA+ o superior.

¿Qué consecuencias tiene todo esto?

Como explicábamos en la anterior pregunta, tener una triple A o una doble BB también influye en la posibilidad de comprar (o no hacerlo) un activo. Determinados inversores, tanto públicos como privados, sólo pueden invertir en activos con una nota mínima. Por ejemplo, puede haber fondos de pensiones que tengan en sus estatutos una cláusula para comprar sólo activos calificados con AA+ o superior. En ese caso, la rebaja del viernes de Fitch puede provocar que haya menos inversores que puedan comprar la deuda pública española a largo plazo.

Además, lo que quizás más importante, una nueva rebaja puede obligar a muchos de estos fondos a vender su deuda española (se sale del rango que tienen establecido por ley).

Las consecuencias de todo lo anterior son fáciles de imaginar. Por un lado, los inversores se fían menos de la deuda española porque una marca de relevancia como Fitch, S&P o Moody’s dice que ya no es tan segura. Además, hay menos clientes potenciales para la venta de bonos hispanos (aquellos que deciden no invertir por debajo de una determinada nota). Por lo tanto, al Gobierno le costará mucho más colocar sus próximas emisiones de deuda. Para lograrlo, tendrá que ofrecer un interés superior.

Y de nuevo empieza el círculo vicioso de la deuda: como debes mucho, la gente no se fía; eso hace que menos inversores quieran tus bonos; eso hace que tengas que subir el interés ofrecido; eso hace que tu deuda crezca;... y vuelta a empezar.

¿Tendrá el impacto en el sector privado?

Otra cuestión que se suele olvidar en estos casos es el impacto de estas decisiones sobre el sector privado. Aunque el informe trata de la deuda pública, lo cierto es que también implica un encarecimiento de los créditos para las empresas privadas. En teoría, todas las emisiones de deuda privada en un país tienen como máxima nota la que se aplica a su Tesoro Público -aunque sólo sea porque el Gobierno siempre está a tiempo de nacionalizar las empresas antes de incurrir en un default-. Por eso, cuando se rebaja la nota de la deuda de un gobierno se suele rebajar a continuación la de las empresas privadas de ese Estado.

Además, la rebaja en la nota afectará, y mucho, a los balances bancarios. Todas las entidades financieras tienen que mantener un determinado porcentaje de reservas. Este porcentaje se cuantifica en función de sus activos.

Por poner un ejemplo (con datos ficticios). Supongamos que hace una semana, tener 100 millones de euros en bonos españoles obligaba a una entidad a mantener unas reservas de 2 millones de euros. Ahora, tras bajar la nota de la deuda pública y, por lo tanto, disminuir la "solvencia oficial" del Estado español, la misma entidad tendrá que subir a 4 millones esas reservas. Para conseguirlo tendrá que vender parte de sus activos, quizás con pérdidas.

Evidentemente, las más afectadas por este aumento de las reservas son las entidades españolas, que son las que más deuda del Tesoro Público tienen en sus balances.

¿Es tan relevante pasar a AA-?

En teoría no. Una deuda con una nota de AA- sigue teniendo, supuestamente, muy pocas posibilidades de impago. De hecho, para muchos países o empresas es un logro llegar hasta ese nivel. Sin embargo, vista con un poco de perspectiva, la cosa cambia.

En los últimos años, las agencias de calificación han sido muy moderadas en sus rebajas. En la crisis subprime se les acusa de haber sido demasiado cautas a la hora de disminuir las notas. Sería difícil defender que estas compañías están siendo catastrofistas en esta crisis. Por eso, para muchos, una rebaja como ésta, aunque parezca pequeña, es muy relevante. Además, podría anticipar posteriores caídas.

Y no hay que olvidar que, junto a la calificación de "AA-", los autores del informe apuntaron que la perspectiva es "negativa". Es decir, que no descartan nuevos recortes en el medio plazo.

Notas de Fitch (S&P y Moody’s manejan escalas similares)

Ésta es la lista de los países según sus notas en Fitch (completa hasta AA-):

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Fitch rebaja un escalón el rating de Italia hasta A+ en octubre de 2011

2011-10-07 Libre Mercado

La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha rebajado en un escalón la nota de solvencia a largo plazo de Italia desde 'AA-' hasta 'A+', con perspectiva 'negativa'. Asimismo, ha degradado el rating a corto plazo de Italia, que pasa a ser 'F1' desde 'F1+'.

La calificadora de riesgos explicó que esta decisión refleja la intensificación de la crisis de la eurozona, lo que, a su juicio, representa "un significativo shock financiero y económico" que ha debilitado el perfil de riesgo de Italia, informa Europa Press.

"Como Fitch había advertido previamente, encontrar una solución creíble e integral a la crisis resulta política y tecnicamente complejo y necesitará tiempo para ganarse la confianza de los inversores", apunta la agencia, que advierte de que "mientras tanto, la crisis ha afectado negativamente a la estabilidad financiera de la región".