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Los varones con tendencias homosexuales están excluidos de la ordenación sagrada desde 2002 y de la admisión al seminario desde 2005

Congregación para la Educación Católica, 2005

2 «La Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir al Seminario y a las Órdenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la así llamada cultura gay» (Congregación para la Educación Católica, Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas, n. 2, 4-11-2005).

3 Dos son los aspectos inseparables en toda vocación sacerdotal: el don gratuito de Dios y la libertad responsable del hombre. La vocación es un don de la gracia divina, recibido a través de la Iglesia, en la Iglesia y para el servicio de la Iglesia. Respondiendo a la llamada de Dios, el hombre se ofrece libremente a Él en el amor. El solo deseo de llegar a ser sacerdote no es suficiente y no existe un derecho a recibir la Sagrada Ordenación. Compete a la Iglesia, responsable de establecer los requisitos necesarios para la recepción de los Sacramentos instituidos por Cristo, discernir la idoneidad de quien desea entrar en el Seminario, acompañarlo durante los años de la formación y llamarlo a las Órdenes Sagradas, si lo juzga dotado de las cualidades requeridas. (…)
Sería gravemente deshonesto que el candidato ocultara la propia homosexualidad para acceder, a pesar de todo, a la Ordenación. Disposición tan falta de rectitud no corresponde al espíritu de verdad, de lealtad y de disponibilidad que debe caracterizar la personalidad de quien cree que ha sido llamado a servir a Cristo y a su Iglesia en el ministerio sacerdotal»
(Congregación para la Educación Católica, Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas, n. 3, 4-11-2005).

Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 2002

«La ordenación al diaconado o al presbiterado de hombres homosexuales es absolutamente desaconsejable e imprudente y, desde el punto de vista pastoral, muy arriesgada. Una persona homosexual o con tendencia homosexual no es, por lo tanto, idónea para recibir el sacramento del Orden sagrado» (Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Respuesta a la pregunta sobre si es lícito que un Obispo diocesano ordene al sagrado presbiterado a un varón que manifieste propensiones llamadas homosexuales, 16-5-2002).

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El Papa Francisco alude a la época en que se hacía entrar a los que tenían atracción por el mismo sexo

No es un secreto que en la vida consagrada y en el clero también hay personas con tendencias homosexuales. ¿Qué decir de esto?
Es algo que me preocupa, porque quizá en un momento no se enfocó bien. («La fuerza de la vocación». Libroentrevista del claretiano Fernando Prado al Papa Francisco. 3.12.2018) .
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=33697

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La CEE está trabajando en 2018 para adecuar la formación en los seminarios españoles a las directrices de la Congregación para el clero en 2016 en la “Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis. El Don de la vocación presbiteral” 

Mons. Joan Enric Vives Sicilia, presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, ha informado sobre los trabajos de redacción de la Ratio nationalis para adecuar la formación en nuestros seminarios a las directrices que ha marcado la Congregación para el clero en la “Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis. El Don de la vocación presbiteral” (diciembre de 2016). La Asamblea Plenaria ha aprobado el trabajo que se estaba realizando, que con las aportaciones de los obispos fruto del diálogo, volverá a ser presentado a los obispos para su aprobación en una próxima Asamblea Plenaria.
(Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE),  
112 reunión del 19 al 23 de noviembre de 2018. Nota de prensa del 23.11.2018).

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La Iglesia reafirma en 2016 que los que tienen «tendencias homosexuales profundamente arraigadas» no pueden ser candidatos al sacerdocio, «tales tendencias deben ser claramente superadas por lo menos tres años antes de la ordenación al diaconado»

Il Dono della vocazione presbiterale 2016.pdf

Il Dono della vocazione presbiterale 2016, documento de la Congregación para el Clero, 2016

 

 El Don de la vocación presbiteralhttp://www.clerus.va/content/clerus/es/notizie/new12.html

«El don de la vocación sacerdotalIl Dono della vocazione presbiterale», documento de la Congregación para el Clero, 2016

http://www.clerus.va/content/dam/clerus/Ratio Fundamentalis/Il Dono della vocazione presbiterale.pdf

 

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La Iglesia reafirma en 2016 que los que tienen «tendencias homosexuales profundamente arraigadas» no pueden ser candidatos al sacerdocio, «tales tendencias deben ser claramente superadas por lo menos tres años antes de la ordenación al diaconado»

LifeSitesNew/InfoCatólica 8.12.2016

http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=27982

En un nuevo documento de 90 páginas titulado «El don de la vocación sacerdotal», la Congregación para el Clero afirma que los que viven el estilo de vida homosexual, apoyan la «cultura gay» o tienen «tendencias homosexuales profundamente arraigadas» se encuentran en una situación que les impide gravemente relacionarse correctamente con hombres y mujeres».

«Uno no debe pasar por alto las consecuencias negativas que pueden derivarse de la ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas», continúa.

El don de la vocación sacerdotal cita directamente la Instrucción de la Congregación para la Educación Católica del año 2005 sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y las órdenes sagradas.

Subraya que sería «gravemente deshonesto» que un hombre oculte sus inclinaciones homosexuales en busca de la ordenación y que los confesores y directores espirituales «tienen el deber de disuadir» a los candidatos atraídos por el mismo sexo «en conciencia antes de proceder a la ordenación».

Mentir sobre las atracciones sexuales muestra una «actitud engañosa que no corresponde al espíritu de verdad, lealtad y apertura que debe caracterizar la personalidad de aquel que cree que está llamado a servir a Cristo y a su Iglesia en el sacerdocio ministerial», reitera el documento, citando de nuevo a la Instrucción de la Congregación para la Educación Católica del 2005.

Si un candidato al sacerdocio experimentaba «tendencias homosexuales que sólo eran la expresión de un problema transitorio» como «el de una adolescencia aún no superada», entonces ese caso sería «diferente», dice el documento. Sin embargo, «tales tendencias deben ser claramente superadas por lo menos tres años antes de la ordenación al diaconado».

«Debe recordarse que, en una relación de diálogo sincero y la confianza mutua, el seminarista está obligado a revelar a sus formadores las dudas o dificultadesque tenga al respecto».

También, «la posibilidad de un candidato que tiene tendencias homosexuales» debe ser considerada cuando un hombre es psicológicamente evaluado para entrar  al seminario. El candidato debe tener «autocontrol y una sexualidad bien integrada» para ser adecuado.