Los crímenes de la ETA y su
castigo
La negociación de Zapatero
con la ETA de 2005 a 2007
La ETA ingresó tres millones de euros por extorsión entre 2002 y 2004
DN EFE. PARÍS Viernes, 10 de diciembre de 2010
El juicio en París contra "Anboto" y Albisu desvela el pago de 3 millones de euros por empresarios amenazados en esos años
La ETA ingreso entre 2002 y 2004 tres millones de euros procedentes de la extorsión a empresarios vascos y navarros, según desveló ayer la policía francesa. La etarra María Soledad Iparraguirre, Anboto, era responsable financiera de la organización terrorista y "se encargaba de la extorsión de fondos" a empresarios vascos según explicó ayer el capitán de la policía antiterrorista francesa Stéphane Durey.
Iparraguirre "dirigía los comandos de extorsión de fondos", indicó Durey al Tribunal de lo Criminal de París que la juzga junto a otros nueve presuntos etarras, incluido su compañero Mikel Albisu, considerado el jefe político de la banda cuando ambos fueron detenidos en una casa de Salies de Béarn (suroeste de Francia) el 3 de octubre de 2004.
En un documento citado por el oficial de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), Iparraguirre constataba el "efecto" beneficioso para los ingresos de la ETA que había tenido el asesinato en 2000 del presidente de la patronal guipuzcoana José María Korta porque había provocado miedo a otros empresarios amenazados para que pagaran.
En Salies de Béarn se encontró una enorme cantidad de elementos contables y Durey detalló algunas tablas sobre los ingresos por la extorsión: 1,4 millones de euros en el año 2002, "un poco más de un millón" en 2003 y 626.900 euros entre enero y comienzos de septiembre de 2004, lo que suponía en torno al 80% de las entradas de dinero para la banda en este último periodo.
En una nota preparatoria de la reunión mensual de julio de 2004 del comité ejecutivo, según contó el oficial, la tesorería de ETA "se inquietaba mucho por la falta de ingresos desde comienzos de año".
La fiscalía mostró un texto de julio de 2004 en el que se establecía que cada etarra debía disponer a comienzos de cada mes de 1.500 euros, de ellos 600 para los gastos del mes en curso, otros tantos para el siguiente y 300 para hacer frente a eventuales problemas de seguridad, como quedar aislado.