...La crisis iniciada en 2007....
Financiación de la deuda
española en 2013
España coloca Letras a un
interés inferior en enero de 2013
El Tesoro español debe captar unos 100.000 millones desde agosto hasta diciembre de 2012: 63.000 millones para los vencimientos de deuda y el resto para cubrir el déficit
LD/Agencias 2012-08-05
El Tesoro Público tendrá que captar unos 100.000 millones de los mercados en lo que queda de año para financiar los vencimientos pendientes y el déficit público, según datos del mercado primario a los que ha tenido acceso Europa Press.
Los vencimientos de la segunda parte del ejercicio ascienden a 63.000 millones de euros, a los que hay que sumar al menos la mitad del déficit público previsto para este año (6,3%), lo que supone más de 30.000 millones, y los 4.000 millones que se ha comprometido a aportar al fondo de liquidez autonómico.
De esta forma, el Tesoro tiene por delante la difícil tarea de captar unos 100.000 millones de euros en seis meses en un momento de máxima tensión en los mercados, aunque parece que el organismo no tiene intención de modificar su calendario de emisiones.
La falta de confianza de los mercados, el desplome de la recaudación y el necesario rescate de algunas comunidades con problemas de liquidez pueden dificultar el trabajo al Tesoro, que se está viendo obligado a ofrecer rentabilidades muy elevadas para captar dinero en los mercados.
De hecho, la rentabilidad de las letras a 3 meses, el interés del papel a más corto plazo que emite el organismo, se ha multiplicado por ocho en lo que va de año. En la primera emisión de estas letras de 2012 (21 de febrero), el Tesoro pagó una rentabilidad media del 0,3%, mientras que en la última que ha hecho (24 de julio) el interés ha escalado al 2,4%.
A principios de año, el Tesoro optó por sacar al mercado papel a más largo plazo para aprovechar las condiciones de mercado, mejores gracias a las intervenciones del Banco Central Europeo (BCE).
Esta decisión ha permitido al Tesoro cubrir el 72,2% de las emisiones de deuda a medio y largo plazo previstas y mantener una estrategia más prudente después de que se desvaneciera el efecto de las subastas del BCE.
Tras el recrudecimiento de las tensiones por las dudas que genera la economía española y su capacidad de hacer frente a la crisis de deuda sin ayuda, el Tesoro decidió refugiarse en el corto plazo para evitar pagar rentabilidades muy elevadas durante largos periodos de tiempo.
Tendrá que apostar por el largo plazo
Sin embargo, los analistas consultados por Europa Press creen que esta estrategia no puede alargarse mucho y que el Tesoro tendrá que volver antes o después a apostar por las emisiones a largo plazo si quiere hacer frente a los vencimientos pendientes en el año.
En concreto, el Tesoro afronta estos meses dos momentos clave en el segundo semestre de los cuatro que tradicionalmente son difíciles para el organismo: febrero, abril, julio y octubre.
A finales del mes de julio, el Tesoro ha afrontado vencimientos por valor de 16.991 millones de euros (4.118 millones en letras y 12.873 millones en bonos), una cifra menor a la que se tuvo que hacer frente en abril.
En octubre, 26.531 millones
El último vencimiento, el que tendrá lugar en el mes de octubre, será el más difícil para el organismo dirigido por Íñigo Fernández de Mesa, ya que la cantidad ascenderá a 26.351 millones (6.085 millones en letras y 20.266 millones en bonos y obligaciones).
En el resto de los meses de 2012 los vencimientos serán considerablemente inferiores y más fáciles para el Tesoro, ya que apenas superarán los 7.000 millones de euros.
En cualquier caso, el organismo tendrá que hacer frente a una situación muy tensa en los mercados, a pesar de que las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE) sobre su intención de hacer todo lo que esté en su mano para salvar a la eurozona parecen haber proporcionado cierto respiro.
De hecho, la prima de riesgo, que no ha parado de marcar máximos esta semana, se ha situado por debajo de los 600 puntos básicos tras las palabras de Draghi, que abren la puerta a la posibilidad de conceder una 'ficha bancaria' al fondo de rescate, reactivar el programa de compra soberana o poner en marcha nuevas subastas de liquidez a largo plazo.
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Hacia el rescate
LD, lunes, 6.08.2012
La presión en los mercados de deuda, en los que la prima de riesgo lleva ya más de un mes por encima de los 500 puntos, y la exigencia explícita de Mario Draghi el 2.08.2012 de que los países pidan oficialmente la ayuda del FEEF o el MEDE si quieren que actúe el BCE han acercado un poco más la perspectiva de un rescate. En principio, parece descartarse agosto como la fecha prevista.
Aunque se había especulado mucho en las últimas semanas sobre la posibilidad de que el Gobierno aprovechase estas fechas, con medio país de vacaciones, para abrir la puerta a una medida que será necesariamente impopular, ahora todos los indicios apuntan a que se retrasará a septiembre.
De hecho, España no tiene grandes citas con los mercados hasta el otoño. En agosto, el Tesoro sólo tiene previstas dos subastas de letras de 3 a 18 meses. Viendo el comportamiento de las últimas emisiones, el Gobierno confía en pasar el examen sin sufrir un castigo demasiado elevado. Si lo consigue, tendrá margen hasta octubre, cuando habrá vencimientos por 29.000 millones de euros, para negociar con Bruselas y Berlín.
En ese caso, además, la presión que ejerce la prima de riesgo dejará de sentirse apretar con tanta fuerza. Hay que recordar que este indicador mide el diferencial entre el bono español y el alemán a diez años en el mercado secundario. Es deuda ya emitida y su subida no afecta al déficit de este año, aunque sí es preocupante por lo que tiene de anticipo de las subastas de deuda y por el reflejo en la confianza del país.
Reducir las prestaciones
La segunda gran pregunta de esta cuestión está en qué pedirá España y qué condiciones impondrá la UE y Alemania. Parece claro que no habrá un rescate total como el de Grecia o Portugal. El Gobierno de Mariano Rajoy pedirá el dinero necesario para hacer frente a los vencimientos de deuda de los próximos trimestres. Serán ayudas puntuales y no un paquete completo para cubrir todas las necesidades de los próximos 3 ó 4 ejercicios.
En contrapartida, tampoco las exigencias serán tan altas: de hecho, El Economista asegura en su edición de este lunes, 6.08.2012, que lo único que Wolfgang Sachaüble, ministro de Finanzas alemán, pidió a Luis de Guindos en su entrevista de la semana pasada fueron cambios en el sistema de pensiones, para retrasar la edad de jubilación y endurecer las condiciones de acceso y reducir la cuantía de las prestaciones.
La hoja de ruta la dejó más o menos clara Mario Draghi el 2.08.2012. Por un lado, es imprescindible que España pida ayuda oficialmente a los fondos de rescate de la UE (el temporal, FEEF, y el permanente, MEDE). Esto llevará aparejadas las condiciones de las que hablábamos arriba. No serán tan duras como las de Grecia, pero posiblemente implicarán algún recorte más del gasto y puede que una pequeña subida de impuestos, aunque en Europa ya asumen que por este lado no hay mucho más margen.
En este caso, podría darse una intervención coordinada. De esta manera, los fondos comenzarían a comprar deuda pública en las subastas del Tesoro mientras que el BCE acude a los mercados secundarios para rebajar la prima (y de esta manera, indirectamente, rebajar también el coste en el mercado primario). Desde el Gobierno se cree que esta intervención sería más que suficiente y que bastaría con que se mantuviera durante dos o tres trimestres.
A partir de la segunda mitad de 2013, la esperanza es que las medidas puestas en marcha comiencen a dar sus frutos. Por un lado, consolidando los recortes en el gasto: el Plan Presupuestario para 2012-2014 prevé un ajuste de más de 102.000 millones en tres ejercicios de los que más de 50.000 llegarán en 2014. Por otro, cambiando el signo de la economía y comenzando una recuperación que ayude al restablecimiento de las finanzas públicas, tanto reduciendo gastos (como prestaciones por desempleo) como incrementando los ingresos vía actividad económica.
El factor Italia
La última pregunta es qué papel jugará Italia en todo este embrollo. Aunque los destinos de los dos grandes países del sur de Europa parecen ligados desde que empezó la crisis, desde Roma el objetivo es evitar el destino del rescate. Una lectura de la situación es la que destaca que la intervención en España podría ayudar en cierto sentido, porque centraría las miradas en Madrid y daría más margen de maniobra a Italia para que sus ajustes fueran dando resultado.
Por otro lado, está la teoría del contagio, que apunta a que una petición de rescate de Rajoy haría que se extendiese la creencia de que todas las compuertas se han abierto, con las consecuencias negativas que esto tendría para el Gobierno de Mario Monti.
Atenas
Y entre tanto, sigue la preocupación por lo que pase en Grecia. La troika (FMI, CE y BCE) ya ha dado su enésimo ultimátum al Gobierno de Atenas. O presentan un plan realista y lo ponen en práctica de una vez por todas, o dejarán al país quebrar y salir del euro en un plazo relativamente corto de tiempo. La perspectiva era vista con pánico en Bruselas hace un par de años, pero ahora ya casi se considera inevitable. Eso sí, nadie sabe qué efectos tendría sobre el resto de los países periféricos. Es una de esas preguntas que sólo tendrán respuesta cuándo se produzca el evento al que hacen referencia.