LA DEMOCRACIA TRADICIONAL FRENTE A LA DEMOCRACIA ABSOLUTA....La democracia tradicional...La democracia absoluta es contraria al Reinado Social de Jesucristo ...Textos...Artículos.. .INDEX
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......Para que haya democracia y libertad, la ética debe regir la conducta política de los votantes y no sólo de los políticos....Un partido confesional católico....LA TRADICIÓN Y EL TRADICIONALISMO.....
...Eu..El liberalismo..Política y ética ..La tarjeta de visita de Jesucristo: soy rey t..Enseñanzas pontificias.... Explicaciones y desarrollos.

La democracia absoluta es contraria al Reinado Social de Jesucristo

Los electores deben votar según la moral, la ética. Así como los gobernantes elegidos deben gobernar según la moral. Los gobernantes sólo son elegidos democráticamente, si han sido elegidos en una votación en la que los electores ejercen su derecho según la moral. Porque el fin del hombre es obrar bien y voluntariamente, este es el fin de toda educación humana en todas las edades del hombre desde su niñez. Esto es obrar con libertad. Obrar según la moral, que es obrar según la propia naturaleza, de la que no somos autores, por cierto. Un gobierno democrático es aquel en que los gobernantes actúan según la moral (legitimidad de ejercicio); y los gobernantes han sido elegidos con la participación de todo el pueblo eligiendo y votando según la moral (legitimidad de origen.)

La democracia, como todo lo humano debe ser redimida, no es redentora. Sólo es posible actuar siempre según la moral los electores y los gobernantes reconociendo la soberanía de Dios y obrando según Él, aceptando los medios que para para poder obrar según la moral, Él ha puesto por haber sido ganados por Jesucristo en la cruz para nosotros. Y es que la moral es posible conocerla por la luz natural de la razón, porque consiste en obrar según nuestra naturaleza racional de personas. Pero conocerla con seguridad en los casos de normas discutidas, debido a que muchas veces cuesta cumplirlas, requiere seguir la autoridad que Jesucristo ha puesto en su Iglesia en materia moral con carácter de infalibilidad. Este acatamiento es lo que se producirá en el Reinado Social de Jesucristo, cuando el lo establezca en la Tierra en su venida gloriosa, ante la que se hundirá el régimen anticristiano que ya impera y que imperará de forma total antes de esa Parusía de Jesucristo.

Esta democracia redimida es muy diferente de la democracia cristiana, que es contraria al Reinado Social de Jesucristo.

Cristo constituyó a los Apóstoles y a sus sucesores «intérpretes auténticos de toda ley moral, es decir, no sólo de la ley evangélica, sino también de la natural»
(Pablo VI, enc. Humanæ vitae 25-VII-1968, 4). [Citado por Iraburu en Infocatólica, 14.12.2012]

"La civilización del Amor es el Reino del Corazón de Cristo"

"Sobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia, podrá levantarse la civilización del Amor, el Reino del Corazón de Cristo"
(Juan Pablo II, 5.10.1986. Carta al General de la Compañía de Jesús. Insegnamenti, vol. IX/2, 1986, p. 843)

"La civilización del Corazón de Cristo"

"Sobre las ruinas acumuladas por el odio y la violencia podrá edificarse la civilización del Corazón de Cristo"
(Benedicto XVI, 15.05.2006, Carta sobre el culto al Corazón de Jesús, repitiendo las palabras de Juan Pablo II de 5.10.1986, Insegnamenti, vol. IX/2, 1986, p. 843).

"La civilización del Amor punto de llegada de la historia humana"

"La civilización del amor debe ser el verdadero punto de llegada de la historia humana"
(Juan Pablo II, 3.11.1991. Homilía en la Parroquia de San Romualdo de Roma. L'Oss. 21.11.91).

Para que haya democracia y libertad, la ética debe regir la conducta política de los votantes y no sólo de los políticos
Si después de unas elecciones, llega al poder lo inhumano, no hay democracia
No hay democracia si los votantes votan al margen de la moral
La actividad política debe estar regida por la moral, como todas las actividades humanas. Y no sólo la actividad de los políticos, sino también la actividad de todos. Y por lo tanto, los ciudadanos deben votar según las normas morales, es decir, conforme a la naturaleza humana racional que tenemos. No es lícito votar al margen de la moral, no es humano. Todo lo inmoral es inhumano. No hay democracia si se actúa en política al margen de la moral. No hay democracia si los políticos elegidos en las votaciones actúan al margen de la moral. Si actúan inhumanamente. No hay democracia si los votantes votan al margen de la moral. Por eso no hay democracia si lo que resulta de las elecciones es que el poder queda en manos de los contrarios a la libertad, de los contrarios a los derechos de la persona, de los terroristas, de los que no defienden eficazmente la vida, ni siquiera de los más inocentes como son los niños en el vientre de su madre, o de las personas en estado embrionario. Habrá liberalismo, pero no democracia.

Tras la revolución liberal, los gobiernos se proclaman legítimos si tienen la mayoría en el parlamento, también basan su poder en tener la mayoría en el parlamento, hagan lo que hagan después con el poder así obtenido, sobre la base del parlamentarismo, según la cual los representantes del Pueblo Soberano tienen el poder absoluto y pueden mandar lo que quieran, con las normas éticas que quieran admitir. En el siglo XX y en el XXI este legitimismo liberal ha hecho crisis varias veces. El propio liberalismo, que pone todo el poder en el parlamento que sale de las elecciones, ha llegado desde la segunda mitad del siglo XX a no reconocer como democrático el resultado de las elecciones y de las decisiones de la mayoría parlamentaria en algunos casos:

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