Se suprime en 2011 la exclusión de los católicos de ser consortes del heredero de la corona británica, pero no la de ser reyes
ReL, viernes, 29/10/2011A la undécima, va la vencida. Tras numerosos
intentos a lo largo de los últimos años, los líderes
políticos de los dieciséis países que forman la
Commonwealth, reunidos en Perth (Australia), acordaron
reformar las leyes de acceso a la Corona británica.
La modificación de efecto más inmediato es la que igualará
a hombres y mujeres en la sucesión al trono, de forma
que será el primogénito, y no el primogénito varón, quien
heredará el título de rey o reina de Inglaterra. Por tanto, si
el Príncipe Guillermo y Kate Middleton tuviesen un retoño, ése
sería el sucesor independientemente de su sexo.
Sin embargo, desde el punto de vista religioso el cambio de mayor
relieve es el que suprime la prohibición a los herederos
de casarse con un católico, a riesgo de perder los
derechos a la Corona. La prohibición databa de 1701,
pero según el primer ministro David Cameron era
"injusta", porque no vetaba ese matrimonio a miembros
de otras confesiones.
Los católicos, sin embargo, seguirán teniendo vetado el
acceso a la Corona británica, pues tras el cisma
abierto por Enrique VIII en 1534 el rey de Inglaterra es también
el jefe de la comunión anglicana.