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CDN se autodisuelve en 2011 por falta de votos

G.M.A. PAMPLONA jueves, 3/06/2011

"Con respeto, con sentido común y análisis, con cordura, como hacemos las cosas la gente de CDN, hemos valorado los resultados electorales y hemos decidido que es el momento de disolver CDN y extinguir el partido. Con pena, pero con entereza y dignidad. Se acaba un periodo, ya no sólo en CDN, sino, creo, para la política navarra. Comienza otro, con otras maneras de hacer y con otros principios. Ya nada será igual, no decimos ni mejor ni peor. Será diferente"

Visiblemente emocionado a pesar de los intentos por mantener su habitual firmeza, el presidente de Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN), José Andrés Burguete, anunció este jueves, 3/06/2011, la desaparición de su partido tras 16 años con representación en el Parlamento foral. La decisión, barajada desde hacía días por los dirigentes del partido, tal y como adelantó este medio, se hizo pública nada más concluir una asamblea extraordinaria a la que acudieron 80 de los 411 afiliados. Más del 90 por ciento de los asistentes secundó la medida planteada por los pesos pesados de la formación, aunque muchos no pudieron evitar las lágrimas cuando se les comunicó lo que "todos" imaginaban.

Desde el pasado 22 de mayo de 2011, fecha de las elecciones forales y municipales, los dirigentes de CDN tenían claro que su ciclo se había acabado. Habían perdido casi 10.000 votos respecto a 2007 -14.418 frente a 4.654- y, lo peor de todo, se habían quedado sin sus dos escaños en el Parlamento foral. Por primera vez, desaparecían del hemiciclo. Era por tanto el adiós de las instituciones del propio Burguete y de Juan Cruz Alli, fundador del partido en 1995. Así que, a pesar de haber obtenido tres concejalías -en Zizur, Azagra y Valtierra- y dos alcadías -Enériz y Azuelo-, enseguida comprendieron que su adiós era inevitable. Sin embargo, eran los asociados quienes, en último término, debían refrendar esa postura.

ATAQUES A UPN Y EL NACIONALISMO

Así que Burguete, tras aceptar públicamente el descalabro electoral, no quería marcharse por la puerta de atrás. Respaldado por compañeros de partido como Alli o los exconsejeros del Gobierno foral Carlos Pérez Nievas y Carlos Esparza, nada más concluir la asamblea reunió toda la fuerza que le quedaba para dar su última rueda de prensa, en la que leyó el texto aprobado en la reunión. Un texto que incluyó algún que otro dardo envenenado tanto hacia UPN como hacia los partidos nacionalistas, a quienes acusó de buscar sus "beneficios políticos y económicos" en la "polarización del debate político".

"Hemos comprobado cómo la sociedad navarra nos retiraba su apoyo a medida que secundaba otras formas diferentes de hacer política. Somos conscientes de que los matices del centrismo no casan con quienes viven en los extremos. Así parecen apuntarlo las últimas elecciones municipales y forales, en las que se han potenciado los frentes identitarios a costa de las opciones centristas. Seguimos considerando que Navarra necesita una auténtica opción de centro, frente a los radicalismos identitarios y excluyentes del navarrismo y del vasquismo. Sin embargo, este pensamiento parece no compartirlo la sociedad", subrayó.

No obstante, el presidente de CDN dejó bien claro que no habrá "ningún problema" para que los ediles convergentes representen a la formación a partir de ahora. "Tendremos una relación estrecha y directa con todos ellos. En todo caso, los cargos públicos son de las personas que los representan y CDN va a seguir teniendo cinco dignísimos representantes locales. Las personas de CDN han sido siempre comprometidas y allá donde estemos, haremos lo que sabemos hacer, que es trabajar por el desarrollo social y económico de Navarra", señaló Burguete.

DEFENSA DE SUS PRINCIPIOS

Antes de despedirse, Burguete recordó que CDN nació con el objetivo de "impulsar la navarridad frente al navarrismo desintegrador, creando un marco de convivencia que aceptara el pluralismo político, cultural y social de Navarra". En este sentido, fue más allá al afirmar que su partido se caracterizó siempre por "atenuar los extremos y rechazar la radicalidad", asumiendo "el respeto a las diferencias y discrepancias de toda índole y naturaleza". Y terminó su intervención diciendo que "la vida sigue", aunque sean "momentos difíciles".