En Cataluña sólo la mitad de la población se declara católica en 2015 y el 30% se declara atea o agnóstica

Fuente: LV 9.04.2015

En Cataluña la mitad de la población se define como católica, un 30% se declara atea o agnóstica y la musulmana llega al 7,3% del total. según la primera edición del Baròmetre sobre la religiositat i sobre la gestió de la seva diversitat que ha elaborado el Centre d'Estudis d'Opinió de la Generalitat a partir de 1.600 encuestas presenciales. Los datos de la encuesta fueron presentados ayer, 8.04.2015, por la vicepresidenta de la Generalidad, Joana Ortega, y el director general de Afers Religiosos, Enric Vendrell.

También se presentó una actualización del Mapa Religiós de Catalunya que registra el número de centros de culto. Este mapa, realizado por el equipo de Investigaciones en Sociología de la Religión (ISOR) de la Universitat Autònoma de Barcelona, dirigido por Mar Griera, indica un ligero aumento del 1,29% de los centros de culto en los dos últimos años, básicamente mezquitas musulmanes e iglesias evangélicas.

En las iglesias evangélicas, de Testigos de Jehová y otras minoritarias el castellano es la lengua mayoritaria de predicación.

El 69% de las jutba del viernes en las mezquitas se hacen en árabe y el 24% en urdú.

Las personas mahometanas tienden a agruparse en función de su origen geográfico. Un 63% de las mezquitas son de personas procedentes del Magreb, un 4% del Pakistán y un 13% del África subsahariana.

Hay una mezquita chií, 6 sufíes y el resto suníes, pero dentro de las suníes hay tabligs, salafistas y otras.

Hay cinco agrupaciones o federaciones mahometanas:

Se da la circunstancia que estos datos eran difundidos por el Departament de Governació i Relacions Institucionals de la Generalitat mientras aun se desarrollaba una nueva operación antiyihadista que parece apuntalarse sobre otro dato, en este caso procedente de fuentes policiales, que asegura que en unas 50 mezquitas catalanas (un 20% del total) se difunden mensajes salafistas, es decir de la corriente islamista más radical, que aboga por romper relaciones con el mundo occidental.