HISTORIA DE ESPAÑA
HISTORIA DE NAVARRA
La época de Isabel II (1833-1868).
Sus etapas
La Primera Guerra
Carlista (1833-1840)
La división de España originada por la
Ilustración en la segunda mitad del XVIII desemboca en la guerra
civil por la resistencia popular a la imposición del liberalismo.
Antecedentes de la 1ª Guerra Carlista
- A partir de la Ilustración y de la
influencia de la Revolución Francesa, el liberalismo
tuvo su primera implantación en España durante la
Guerra de la Independencia (1808-1814), tanto desde el
lado afrancesado, como desde las Cortes de Cádiz por la
mayor parte de los dirigentes del bando sublevado.
- El liberalismo fue desalojado del poder
por el absolutismo de Fernando VII en 1814
y de nuevo implantado durante el Trienio Constitucional (1820-1823)
tras el golpe militar de Riego.
- La resistencia popular al liberalismo se
había manifestado ya en la Guerra contra la Convención
(1793-1795), durante la Guerra de la Independencia por la
mayor parte de los sectores populares y en la
sublevación de los realistas durante el Trienio
Constitucional en 1822-1823 motivada por sus ideas
tradicionales (religiosas, patrióticas y monárquicas).
- Los realistas son
de ideas tradicionales:
- Las ideas
tradicionales parten de que la libertad y la
justicia sólo se pueden conseguir si se basan en
el acatamiento de la autoridad en materia moral
de la Iglesia Católica; mientras que los
liberales, aunque son católicos, lo basan todo
en el poder del Parlamento en nombre del Pueblo
Soberano o de la Nación, como poder supremo.
- Los
realistas defienden los fueros frente al
centralismo de los liberales, que han reducido a
Navarra de reino a provincia.
- Los liberales les
llaman absolutistas, pero los liberales suprimen
las Cortes de Navarra y todos sus fueros.
También los de las Vascongadas.
- Mientras que los
realistas proclaman la defensa de los fueros de
Navarra, de Vascongadas e incluso los de
Cataluña, suprimidos desde los Decretos de Nueva Planta del XVIII.
- Los realistas son marginados durante la
Ominosa Década (1823-1833) por Fernando VII, que se
acerca a los liberales sin dejar de ser absolutista y
provoca la sublevación de los realistas que se produce
en Cataluña ahora, en 1827, contra este rey absolutista
en la Guerra de los Agraviados (dels Malcontents).
- El infante Carlos Mª Isidro de Borbón,
conocido por sus ideas tradicionales y por eso cabeza
visible de los realistas, se mantenía fiel a su hermano
el rey Fernando VII. Don Carlos era heredero del trono,
porque Fernando VII no tenía sucesión.
- De su cuarto matrimonio con Mª Cristina
de Borbón, Fernando VII había tenido por fin
descendencia (las infantas Isabel, en 1830, y Mª Luisa
Fernanda, en 1832), aunque esto no bastaba para apartar a
Don Carlos de la sucesión al trono, ni por tanto para
eliminar la posibilidad de que el sistema tradicional
fuera reinstaurado, mientras siguiese en vigor la ley
sucesoria de 1713, que daba prioridad a la sucesión
masculina, aunque fuese de parentesco más lejano.
- Manipulación sucesoria (1830):
el gobierno absolutista de Fernando VII anuncia que el
rey ha firmado y promulgado el cambio de la Ley de
Sucesión sin convocar a las Cortes, sino utilizando el
proyecto de ley de cambio de la ley de Sucesión de las
Cortes de 1789, que había quedado sin firmar ni
promulgar por el rey Carlos IV, pero añadiéndole ahora
la firma por el rey Fernando VII mediante la Pragmática
Sanción.
- Los Sucesos de La Granja (1832): ante la
falta de apoyos para que fuera sucesora del trono la
infanta Isabel, el gobierno y la reina Mª Cristina de
Borbón le hacen firmar al rey, aparentemente moribundo,
la anulación de la Pragmática Sanción y pretenden que,
sin reunir a las Cortes ha vuelto a quedar cambiada la
Ley de Sucesión, deshaciendo el cambio anterior.
A continuación, como el rey no se muere, le hacen firmar
la anulación de esa anulación, con lo que pretenden que
sin convocar a las Cortes ha vuelto a cambiar la Ley de
Sucesión, en esta ocasión declarando otra vez heredera
del Trono a la hija del rey, la infanta Isabel, la futura
Isabel II.
Se trata de la decisión más absolutista del rey más
absolutista, Fernando VII: imponer como sucesora a su
hija saltándose las leyes en beneficio de su familia y
dejando al país abocado a la guerra civil y a la
revolución.
- El desenlace de los Sucesos de la Granja
es que el rey otorga plenos poderes a la reina Mª
Cristina de Borbón, y que ésta, de acuerdo con el
gobierno absolutista, llega al pacto con los liberales,
que apoyan esa decisión sucesoria, la más absolutista
del rey más absolutista, porque les proporciona la clara
posibilidad de llegar al poder y de establecer el
liberalismo desde arriba, utilizando el aparato oficial
del Estado y el Ejército.
Este es el pacto entre el Trono y la Revolución,
que traerá la implantación del liberalismo, y que es de
esta época de Fernando VII.
La expresión repetida tópicamente de "la
alianza del Altar y del Trono", expresa
también en cierto sentido la realidad: en el sentido de
que algunos eclesiásticos, a veces numerosos e
importantes, pactan con el poder especialmente cuando es
revolucionario. Basta ver la gran cantidad de
eclesiásticos que fueron miembros de las Cortes de
Cádiz , las cuales se hacían dar el tratamiento de
"majestad", por actuar en nombre del Pueblo
Soberano.
- Durante el año que resta hasta la muerte
de Fernando VII son separados de sus cargos toda la
multitud de pequeños y medianos funcionarios y oficiales
del ejército considerados realistas, es decir de ideas
tradicionales contrarios a todas estas maniobras del
gobierno absolutista de Fernando VII y a los liberales, y
partidarios del infante don Carlos.
- Los Sucesos de la Granja de 1832 son como
un golpe de Estado, que tiene dos componentes: proclamar
sucesora sobre el papel a la futura Isabel II y hacer
operativa esa proclamación políticamente, consiguiendo
apoyos y restándolos a sus oponentes los realistas y el
infante Don Carlos.
Inicio de la 1ª Guerra Carlista
A la muerte de Fernando VII en 1833, mientras era proclamada
reina en Madrid Isabel II por todo el aparato del Estado y con el
apoyo de los liberales,
Don Carlos era también proclamado rey con el nombre de Carlos V
de Borbón por los realistas, que ahora ya se denominan carlistas.
Es proclamado en todas las regiones de España. La primera
proclamación de don Carlos como rey fue la que realizó el
administrador de correos de Talavera, pero los carlistas son
duramente reprimidos porque tienen que enfrentarse al ejército
oficial y a todo el aparato del Estado y tienen que limitarse a
la guerra de guerrillas, pero se consolidan en Navarra,
Vascongadas, las montañas ibéricas de Aragón y las áreas
montañosas de Cataluña, El Maestrazgo, Galicia, Cantabria y La
Mancha.
Causas de la Primera
Guerra Carlista:
- el problema sucesorio y
- el conflicto ideológico
¿Cómo está planteado el problema
sucesorio?
Según sus seguidores, don Carlos era el rey legítimo,
porque seguía en vigor la ley sucesoria de 1713, que daba
prioridad a la sucesión masculina, aunque fuese de parentesco
más lejano. Los carlistas sostenían que esa ley no se había
cambiado válidamente por "las Cortes con el rey",
según la fórmula legal, al no haber convocado Fernando VII a
las Cortes para que aprobasen el cambio de esa ley.
Mientras que los isabelinos o cristinos
pretendían que la ley sucesoria había sido cambiada
válidamente por Fernando VII sin convocar a las Cortes, sino
utilizando el proyecto de cambio de la ley de las Cortes de 1789,
aunque no firmado ni promulgado por el rey de entonces, Carlos IV,
pero añadiendo el rey Fernando VII su firma según la
Pragmática Sanción de 1830, aunque anulada esa firma en 1832,
pero anulada esa anulación el mismo año 1832, procedimiento por
el cual la sucesión femenina de parentesco más cercano tenía
prioridad.
¿Y el conflicto ideológico?
¿Cuál es la ideología liberal? ¿Y cuál la ideología carlista, y en qué se
diferencian?
El liberalismo
- libertad absoluta con las normas éticas
del propio individuo,
- Pueblo Soberano o Soberanía
Nacional,
- parlamentarismo,
- separación de poderes eclipsada
por el parlamentarismo y por el sistema de
partidos
- nacionalismo
- capitalismo
>>>>>>
>>>>>> >>>>>>
- La creencia y proclamación de la libertad
absoluta proclama la libertad basada en las normas
éticas del propio individuo (sólo se aceptan las normas
morales que cada uno quiera aceptar)
- La doctrina del Pueblo Soberano o
de la Soberanía Nacional es el principio número uno del
liberalismo en lo ideológico.
- El parlamentarismo es su principio
número uno en lo político: sustituye el poder absoluto
del monarca por el poder absoluto del parlamento, mucho
más intenso y extenso.
El
liberalismo basa su ideología en la
doctrina del Pueblo Soberano o de la Soberanía de la
Nación como soberanía absoluta y tiene su concreción política
en el parlamentarismo, que es la atribución de ese poder
absoluto al parlamento como representante del Pueblo y le
atribuye el ejercicio de ese poder como instancia suprema,
que no reconoce ninguna otra por encima, ni humana, ni
divina.
No es lo mismo liberalismo que
democracia, puesto que ya eran liberales cuando se
basaban en el sufragio censitario (derecho de voto sólo
de los ricos y destacados).
No es lo mismo parlamentarismo que democracia, porque
existe el parlamentarismo, como poder supremo de quienes
controlan el Parlamento, desde las revoluciones inglesas
del XVII y desde las revoluciones liberales del XVIII y
del XIX, y sin embargo, esos parlamentarios no tenían
representatividad, porque actuaban en nombre del Pueblo
con mayúscula, pero excluían al pueblo real de la
participación política.
No es lo mismo el parlamentarismo que la existencia de
los parlamentos.
Los parlamentos (las Cortes en España) existen desde la
Edad Media como expresión inicial de la participación
del pueblo en el poder.
- La doctrina de la separación de
poderes, que sirve para la llegada al
poder de los liberales en la primera fase,
derribando la monarquía absoluta,
quedará eclipsada por el parlamentarismo y el sistema
de partidos, sustituyendo el absolutismo
monárquico por el absolutismo del partido
que tiene la mayoría en el Parlamento y que, desde el
Parlamento, controla los tres poderes, ejecutivo,
legislativo y judicial, diferenciados ya sólo de nombre.
Pero ya en la fase inicial, aunque le deja al rey el
poder ejecutivo, la figura del rey se declara
irresponsable, el rey no puede hacer nada sin la firma de
un ministro, que es el responsable. Y la fórmula del
monarquismo liberal es "el rey reina, pero no
gobierna".
- El nacionalismo surge de
la doctrina del Pueblo Soberano o de la Soberanía
Nacional en combinación con la de los hechos
diferenciales,
y es lo contrario que el patriotismo tradicional.
Y es centralista, porque la Nación o
Pueblo al que proclama Soberano absoluto el liberalismo
es un poder único por ser total y absoluto y exige la
unicidad del Estado que es lo contrario de la unidad de
varios Estados.
Según esa doctrina del Pueblo Soberano, todo pueblo o
nación es proclamado Pueblo Soberano o Nación Soberana
si se dice que tiene supuestos hechos diferenciales, y
entonces se pone en marcha la ecuación del nacionalismo:
Pueblo = Nación = Estado = Soberanía absoluta= Imperio.
El nacionalismo no se basa en el amor a la patria, sino
en el rechazo a todas las demás, se basa en lo que
diferencia, no en lo que une, y va, no a la convivencia,
sino a la independencia y a la xenofobia. Y después a
someter a los demás, porque proclamarse diferentes es
considerarse superiores sin atreverse a decirlo. Pero el
que dice que ama a su patria basándose en proclamar que
es la mejor, está reconociendo sin darse cuenta que no
la ama, porque si no fuera la mejor no la amaría. Como
el que dice que ama a su madre porque es la más bella, y
a su padre, por ser el más rico, están proclamando que
no los amaría si el espejito le dijera que otra es más
bella, que otro es más rico. Los nacionalistas no aman a
su patria por ser la suya, no comprenden que los otros
aman cada uno a la suya tanto o más, siendo otra.
Es la raza lo utilizado por todo nacionalismo como
principal hecho diferencial para autofundamentarse, hasta
que a mediados del XX en Occidente se procura omitir y
disimular el racismo por el desprestigio al que le llevó la soah,
el holocausto de seis millones de judíos por los nazis,
como desembocadura que ahora les parece impresentable. En
el Tercer Mundo aún se sigue utilizando explícitamente
el racismo como base del nacionalismo en el XXI. Todo el
que habla de hechos diferenciales es para pretender una
superioridad. Nadie pretende ser partícipe de hechos
diferenciales que le hagan inferior a lo que otros le
consideren o le valoren.
- El liberalismo económico o capitalismo
se basa en la búsqueda del beneficio por encima de
todo, sin más normas éticas que las que cada uno se
dé o acepte, sin que existan normas objetivas que le obliguen a nada. sin reconocer ninguna norma
moral por encima de las que ellos mismos imponen
políticamente, al margen de la autoridad de la Iglesia
sobre la moral natural, que no acatan. La fórmula actual es "como sea",
igual que en política.
- El liberalismo viene de la Ilustración por medio de la revolución liberal.
- En el XIX predomina la elección por
sufragio restringido de tipo censitario, que qiere decir
que sólo votan los ricos y destacados. Cuando se adopte
el sufragio universal, pasará a ser la democracia
liberal, cuyos parlamentarios se atribuyen un poder más
absoluto todavía.
La democracia liberal es la democracia absoluta, a
diferencia de la democracia tradicional.
¿Y cuál es la ideología carlista, y en qué se diferencian?
Es el tradicionalismo político español
constituido por las ideas tradicionales, religiosas,
patrióticas y monárquicas, defendidas por los
realistas, que se basan en que el funcionamiento correcto del
Estado y de la sociedad sólo se consigue, si se actúa según la
moral, y que esto sólo es posible acatando la autoridad moral de
la Iglesia y aceptando sus demás medios sobrenaturales y no
sólo proclamando de palabra la confesionalidad, pero sin obrar
en consecuencia.
La tradición no es la conservación de lo viejo, sino la
transmisión de lo seleccionado como bueno, que será mejorado
con aportaciones que sean buenas y no simplemente nuevas, sino
mejoras que requieren creatividad, evolución y desarrollo de lo
bueno recibido para ser comunicado y transmitido (como en el
presente se hace con el software libre).
Las ideas tradicionales son formuladas ahora por los carlistas en
su triple lema,
Dios, patria, rey, más adelante explicitado
como Dios, patria, fueros y rey. (Esto es un
ejemplo de la creatividad constitutiva de la tradición).
- Dios:
no sólo se proclamaban católicos, y defendían que el
Estado se proclamase católico: esto también lo hacían
los liberales, puesto que la Constitución de Cádiz es
confesional y también las siguientes:
los carlistas propugnaban que había que obrar en
consecuencia, con cohesión entre la religión y la vida,
también en la vida política, acatando la autoridad
moral de la Iglesia (no que los eclesiásticos se
convirtiesen en gobernantes, como los califas y emires),
sino que el criterio de lo justo y lo injusto se aceptase
según la autoridad de la Iglesia, mientras en el
liberalismo la confesionalidad quedaba sólo en una
proclamación verbal desactivada por el parlamentarismo,
según el cual todo lo que apruebe el parlamento es
válido y aceptable.
(en el siglo XX ya se ha cuestionado y respondido que
todo, todo, no es aceptable, aunque una votación
parlamentaria o popular lo aprobase, ya se ha llegado a
cuestionar en el liberalismo, que si el parlamento
aprueba el nazismo, y el exterminio de los judíos, eso
no es aceptable, o que el golpe de 1990 en Argelia contra
los islamistas vencedores en las elecciones sí es
aceptable).
- Patria
El patriotismo tradicional es muy diferente del
nacionalismo liberal y socialista. Consiste en el amor a
la patria, no en el rechazo a todas las demás; se basa
en lo que une, no en lo que diferencia, y va a la
convivencia de pueblos diferentes sin unificarlos ni
someterlos, ni borrar las diferencias.
El patriotismo tradicional consiste en amar a su patria
por ser la suya, no por pretender que sea superior, y
comprende que los otros aman cada uno a la suya tanto o
más, siendo otra.
El patriotismo tradicional se basa en el amor al prójimo.
En que se debe amar a la patria no por pretender que es
la mejor, sino porque es la propia. Como se ama a la
madre no por ser la más bella, sino porque es la propia,
sea o no la más bella o deje de serlo con la edad. El
que ama a su patria o nación con un patriotismo
tradicional, sin nacionalismo, comprende perfectamente
que los demás amen a la suya de la misma manera y puede
convivir con ellos.
El patriotismo tradicional a diferencia del nacionalismo
liberal o socialista hace perfectamente compatible el
amor a la patria y su autonomía con la convivencia, la
solidaridad y la unidad de varias o de todas las patrias
en un Estado, sin problema ni de separatismo, por más
competencias autonómicas que haya, ni de sometimiento,
ni de centralismo.
Sólo puede haber pluralidad, coexistencia, solidaridad y
convivencia de pueblos, o naciones, así con minúscula,
si no se pretende atribuirles la Soberanía.
y ponerlos con mayúscula como Dios. La experiencia
popular expresaba la autonomía compatible con la
convivencia en la fórmula: "Cada uno en su casa
y Dios en la de todos".
El patriotismo tradicional, no es una idolatría, o algo
antinatural, sino que es algo enraizado en la moral
natural, la cognoscible con la sola luz de la razón, la
norma de comportamiento conforme a la naturaleza que
tiene el hombre, que no se la ha dado a sí mismo, es la
normativa de comportamiento racional recibida por el
hombre al recibir esa naturaleza racional, que no se la
ha dado a sí mismo, por eso la ley natural es ley
El patriotismo tradicional, no sólo es lícito, a
diferencia del nacionalismo liberal y socialista, sino
que es uno de los deberes incluidos en el cuarto de los
preceptos del decálogo, de los diez mandamientos, que
son el núcleo de esa ley natural, de esa moral natural
cognoscible por la luz natural de la razón. El
mandamiento de honrar al padre y a la madre, incluye el
amor a la patria, palabra que significa literalmente la
tierra de los padres. Y no es que la diferencia sea de
palabras, porque nación, que significa literalmente la
tierra en la que se nace, es lo mismo que la patria natal.
Patria y nación son palabras que vienen del latín, que
ya eran usadas en la antigüedad y que tienen un
significado tradicional muy diferente del que les da el
liberalismo.
No se pueden basar las autonomías en la doctrina del
Pueblo Soberano. No puede haber varios Pueblos Soberanos.
Pero desde que se proclama un pueblo como Pueblo Soberano
nada puede impedir que se proclamen otros pueblos como
soberanos tras autodefinirse como pueblos distintos en
nombre de la doctrina de los hechos diferenciales. Desde
que se proclama la doctrina del Pueblo Soberano o de la
Soberanía de Nacional, que entiende la soberanía del
Estado como absoluta por actuar en nombre del Pueblo,
sólo hay o sometimiento de pueblos o independentismo, y
encima enfrentamientos y rivalidades por basarse en lo
que diferencia y no en lo que une. No hay ya convivencia
y solidaridad de pueblos autónomos.
Y todavía el nacionalismo y el cesarismo tienen como
ídolos a la Nación y al César, pero el
cosmopolitismo (hoy llamado alianza de
las civilizaciones) es más absoluto todavía,
porque el nacionalismo conserva algunos elementos
naturales de la nación a los que debe atenerse, aunque
los haya distorsionado y desnaturalizado al convertir a
la patria o nación con minúscula en un monstruo, por
idolatrarla como la Nación con mayúscula, por haber
dejado de acatar a Dios por encima, como fuente de todo
poder, pese a que la existencia de Dios es
cognoscible y demostrable por la razón natural; es un
tema de filosofía. Es más absoluto el poder
ejercido en nombre de la Voluntad General del Pueblo, que
elimina no sólo a Dios, sino la idea misma de Dios
referida a un ídolo.
- Rey:
en la tradición española, el rey reina y gobierna, no
es como los reyes holgazanes de la Francia merovingia (les
rois faineants); el rey no es irresponsable como en
el liberalismo, no es como en el monarquismo liberal en
el que "el rey reina, pero no gobierna".
Pero el tradicionalismo político español no es
absolutista, aunque aún quedan en el carlismo de las
fases iniciales del XIX amplios sectores que tienen la
idea de la monarquía distorsionada por el cesarismo
renacentista que había desembocado en el absolutismo
monárquico, y quedan en el XIX muchos carlistas
que son absolutistas; el absolutismo irá siendo
eliminado del carlismo en las épocas siguientes, porque
no forma parte de las ideas tradicionales. En el
tradicionalismo político español, el rey debe gobernar
conforme a los fueros y con las Cortes y la autonomía de
los diversos reinos incluso en lo constitucional, que no
es un separatismo, porque no es nacionalista. El
tradicionalismo político español, por lo tanto, se
opone al centralismo y al absolutismo del Estado basado
en la proclamación de la doctrina de la Soberanía
Nacional o del Pueblo Soberano por el liberalismo.
Nexo entre las dos causas de la Primera
Guerra carlista: ¿por qué los liberales apoyan la proclamación
de Isabel II como reina?
El pacto realizado en 1832, como desenlace de los Sucesos de la
Granja, por la reina Gobernadora Mª Cristina de Borbón, de
acuerdo con el gobierno absolutista de Fernando VII, con los
liberales, que apoyan la decisión sucesoria absolutista del rey
Fernando VII en favor de la infanta Isabel, porque les
proporciona la clara posibilidad de llegar al poder y de
establecer el liberalismo desde arriba.
Este es el pacto entre el Trono y la Revolución,
que traerá la implantación del liberalismo, y que viene de la
época de Fernando VII.
Aspectos militares de la Primera
Guerra Carlista y su desenlace
- Alzamiento
- Zonas
- Guerrillas
- La Cuádruple Alianza de 22.04.1834 entre
Francia, Inglaterra, el gobierno liberal de Isabel II y
el de Portugal engrosa con tropas de las grandes
potencias el bando anticarlista.
- Zumalacárregui
A la muerte de Fernando VII estaba en Pamplona de donde
era su esposa, porque había sido separado del mando de
su regimiento en El Ferrol por ser de ideas tradicionales.
Es el mejor militar de su época y hasta nuestros días,
pero no había llegado más que a coronel en la época de
Fernando VII, tras 25 años de servicios. Se une a la
sublevación saliendo de Pamplona por el portal de
Francia. Es nombrado por don Carlos Jefe de sus fuerzas.
Las dota de una efectividad imparable para los ejércitos
liberales, que van siendo derrotados por él. Incluso
cuando son dirigidos por Espoz y Mina.
- Cabrera
- El sitio de Bilbao
- La muerte de Zumalacárregui (junio de
1835)
- Las expediciones. La expedición del
general Gómez (1836)
- La expedición real, 1837
- Maroto
- La guerra no la conseguían liquidar los
liberales y recurren a la traición de Maroto mediante el Convenio de Vergara
de 1839, una de cuyas
concesiones para hacer cesar la resistencia es "proponer
a las Cortes la concesión o modificación" de los
fueros que no fuesen incompatibles con el sistema
centralista constitucional, que es lo que se iba a
mantener por la fuerza de las armas. El Convenio de
Vergara va seguido del Abrazo de Vergara en el que Maroto
entrega una parte de las tropas carlistas. Las restantes
no pueden mantener la resistencia sin esa pérdida y Don
Carlos decide retirarse a Francia (1839). Cabrera
todavía mantiene la lucha en Cataluña hasta 1840,
cuando también se retira.
- La Ley de 25.10.1839 de
"Confirmación" (supresión) de Fueros, consecuencia inmediata del Convenio de Vergara
de 1839, es a su vez
el contexto inmediato del texto de la Ley Paccionada de
1841, porque establecía que el gobierno central y sus
Cortes iban a adaptar los fueros a la Constitución de
1837 "oyendo" a las provincias Vascongadas y
Navarra.
- En Navarra, ya habían impuesto los
liberales durante la guerra una Diputación de la
Provincia, al eliminar la Diputación del Reino de
Navarra. Esta Diputación provincial estaba compuesta por
algunos personajes elegidos por el gobierno central entre
los escasos navarros que no apoyaban a don Carlos, y
otros que así se convertirían en personajes, entre
ellos Yanguas y Miranda, nombrado
secretario de esa Diputación Provincial. Yanguas Miranda
fue secretario de la Diputación desde 1834 hasta su
muerte en 1863.
Con los comisionados de esta Diputación de Navarra,
según impone el Real
Decreto de 16.11.1840,
es con los que va a negociar el propio gobierno central
el contenido que va a hacer aprobar en las Cortes
centrales con el nombre de "ley de fueros", la
Ley Paccionada.
- En las negociaciones que desembocarán en
el texto, estos representantes de la Diputación
provincial, tan escasamente representativos de Navarra,
se mostraron dispuestos a renunciar a los fueros
constitucionales y políticos de Navarra, aceptando la
supresión del reino y de las Cortes, y conservando la
recaudación de impuestos y su administración, conservar
"lo bueno del fuero", el
dinero público, y la influencia política local que
posibilita, en beneficio propio, base del caciquismo,
aunque Navarra pierde su categoría de reino y sus demás
fueros.
- El gobierno central es, desde 1840, el de
la regencia de Espartero que ha derrocado ya a la Reina
Gobernadora.
Siendo Espartero el firmante del Convenio de Vergara, se
comprende que quisiese agilizar los trámites.
- Negociado y pactado así el contenido,
"este Concierto aprobado" fue
ratificado por la Diputación y después por el gobierno
central, el de la regencia de Espartero.
- La regencia puso en vigor "lo
convenido" por decreto de 15.12.1840 para
"que antes de formular el proyecto de ley que a las
Cortes debe presentarse [decía en su exposición de
motivos], se ensayen las variaciones concertadas",
dando cuenta a las Cortes y "sin perjuicio de hacer de
común acuerdo cualquiera variación que la
experiencia hiciese necesaria", según establecía
en su parte decisoria.
- Tras ser convertido en decreto y en
proyecto de ley por el gobierno central, aprobado por las
Cortes resultantes de unas elecciones tan falseadas como
todas las de la época liberal, fue promulgado como Ley
en 1841, "paccionada" en cuanto al
contenido entre los liberales de Navarra y los centrales,
pero convertido en ley, en cuanto a la forma, por las
Cortes centrales (que no negocian, ni pactan, sino que se
autoconsideran con soberanía absoluta en nombre de la
Nación o Pueblo Soberano).
Véase la historia de LA
DIVISIÓN EN PROVINCIAS DEL CENTRALISMO LIBERAL pulsando
aquí
La Ley de 25.10.1839 de "Confirmación"
(supresión) de Fueros
Real Decreto de 16 de noviembre de 1839
>>>>>>>>>>>>>>>>>LEY PACCIONADA DE 16 DE AGOSTO DE 1841 (Texto
íntegro)
Navarra
tenía antes de la revolución liberal
no sólo autonomía
administrativa,
sino política
(porque tenía Cortes para hacer sus leyes e instituciones de
autogobierno para aplicarlas)
e incluso constitucional
porque era un reino, sin plantear ningún problema de
independentismo, porque su constitución tradicional como reino
no tenía nada que ver con las constituciones liberales basadas
en la doctrina del Pueblo Soberano o Soberanía de la Nación.
Podía convivir con los demás reinos españoles en el conjunto
de España al no imperar el nacionalismo.
Las principales
instituciones políticas que antes de la revolución liberal
tenía Navarra eran
Las
Cortes del Reino de Navarra
La Diputación del Reino de Navarra
El
Virrey de Navarra
El Consejo Real de Navarra
La Cámara de Comptos
En Navarra, como en
otros reinos en la época foral, no había servicio militar
obligatorio en tiempos de paz. Ya el centralismo de los
ilustrados había intentado imponer en Navarra el
servicio militar obligatorio. El liberalismo continuaba con el
mismo intento intensificadamente, como había ocurrido en la
Revolución Francesa. La insurrección de los vendeanos contra la
Convención había tenido en esto uno de sus motivos.
Navarra tenía sus
aduanas en el Ebro, pero ya los ilustrados habían intentado
suprimirlas.
-------------------------------------------------------------------------------------
FINAL DEL REINO DE
NAVARRA
Es el liberalismo y el nacionalismo que viene con él lo que
suprime el reino de Navarra e impone el centralismo, tras los
primeros intentos con la Constitución de Cádiz en 1812 y 1820,
definitivamente al vencer en la Primera Guerra Carlista (1833-1840).
Navarra era un reino hasta que
la revolución liberal la reduce a ser una provincia de
la "Nación"
- En la Constitución de Bayona de 7 de
julio de 1808.
- En 1812, con la
imposición de la Constitución de Cádiz.
Espoz y Mina, luego liberal
furibundo, entonces se negó a cumplir la orden recibida
de Cádiz en octubre de 1812 de jurar y hacer jurar la
Constitución en Navarra. Y en 1814 la hizo fusilar.
- En 1820, con la nueva imposición de la
Constitución de Cádiz de 1812 por la acción militar
iniciada por el teniente coronel Riego.
- En 1833, con el decreto de Javier de Burgos que impone la división de la "Nación"
en provincias dependientes del poder central, una de las
cuales es Navarra en vez de ser un reino. Es la división
aún vigente. Se promulga al comienzo de la regencia de
la Reina Gobernadora, nada más ser proclamada Isabel II
con el apoyo de los liberales y se ha mantenido en todos
los regímenes y constituciones, incluso en la II
República, en la época de Franco y en la actual.
- En 1834, con la imposición de la
constitución liberal moderada impuesta por Martínez de
la Rosa vergonzantemente con el nombre de Estatuto Real.
- En 1836, con la nueva imposición de la
Constitución de Cádiz de 1812 tras el golpe militar de
de los sargentos de La Granja.
- En 1837, con la imposición de la
Constitución de 1837 por los progresistas.
- En 1839,
con la imposición de la ley de 25 de octubre de "confirmación"
de fueros de Vascongadas y Navarra que suprime sus fueros
constitucionales y políticos, a consecuencia del convenio de Vergara del
mismo año y de la subsiguiente derrota de Navarra en la
1ª Guerra Carlista.
- Y con la LEY
PACCIONADA DE 16 DE AGOSTO DE 1841, Navarra
pasa de reino a provincia perdiendo su autonomía
constitucional y política, pero manteniendo un residuo
de autonomía administrativa. Porque Navarra ha sido
vencida y porque los vencedores, los liberales son
centralistas. Pero los liberales de aquí pactan con los
de allí, los del gobierno central, para controlar ellos
la administración del sistema recaudatorio de Navarra.
Por eso le queda a Navarra esta autonomía administrativa
residual.
-------------------
Los reinos que constituían España sin problemas no empezarán
a ser sometidos a la unicidad de un Estado único hasta la Edad
Moderna, pero no terminará de ser impuesta esa
unicidad -contraria a la unidad- hasta la imposición del
liberalismo en el XIX. Esa unicidad es uno de los factores de la
posterior crisis de la unidad de España. Es la unicidad del
Estado, sinónimo de Nación desde la revolución liberal. El
liberalismo basa su ideología en la doctrina
del Pueblo Soberano o de la Soberanía de la Nación como
soberanía absoluta y tiene su concreción política
en el parlamentarismo, que es la atribución de ese poder
absoluto al parlamento como representante del Pueblo y el
ejercicio de ese poder como instancia suprema, que no reconoce
ninguna otra por encima, ni humana, ni divina.
Lo mismo
el nacionalismo españolista de la Constitución de Cádiz y las
siguientes, que el nacionalismo antiespañolista del vasquismo
son contrarios a la autonomía de Navarra.
El nacionalismo españolista y los nacionalismos antiespañoles
de los independentistas iberoamericanos de principios del XIX y
de los catalanistas y vasquistas antiespañoles de finales del
XIX, no sólo tienen las mismas ideas, sino que es el mismo
nacionalismo aplicado a una u otra "Nación" o "Pueblo",
al que proclaman como soberano absoluto en nombre de la doctrina
de los hechos diferenciales.
No se
pueden basar las autonomías en la doctrina del Pueblo Soberano.
No puede haber varios Pueblos Soberanos. Pero desde que se
proclama un pueblo como Pueblo Soberano nada puede impedir que se
proclamen otros pueblos como soberanos tras autodefinirse como un
pueblo distinto en nombre de la doctrina de los hechos
diferenciales. Desde que se proclama la doctrina del Pueblo
Soberano o de la Soberanía de Nacional, que entiende la
soberanía del Estado como absoluta por actuar en nombre del
Pueblo, sólo hay o sometimiento de pueblos o independentismo, y
encima enfrentamientos y rivalidades por basarse en lo que
diferencia y no en lo que une. No hay ya convivencia y
solidaridad de pueblos autónomos.
Sólo
puede haber pluralidad, coexistencia y convivencia de pueblos, o
naciones, así con minúscula, si no se pretende atribuirles la
Soberanía, y ponerlos con mayúscula como Dios. La experiencia
popular expresaba la autonomía compatible con la convivencia en
la fórmula:
"Cada uno en su casa y Dios en la de todos".
-------------------------
El Oriamendi
La música que se oye es el himno carlista, El
Oriamendi, el himno de los requetés, que son los combatientes
carlistas. Estos tomaron para su himno una partitura que, al
parecer, llevaban los liberales para celebrar la victoria que
pensaban conseguir con seguridad en la batalla de Oriamendi en
1837.
Las fuerzas carlistas, que resultaron victoriosas, hallaron la
partitura y la convirtieron en su himno, poniéndole ellos la
letra.
Para oír El
Oriamendi cantado, pulsar aquí.
Por Dios, por la Patria y el
Rey,
lucharon nuestros padres;
por Dios, por la Patria y el
Rey,
lucharemos nosotros también.
Lucharemos todos juntos,
todos juntos en unión
defendiendo la bandera,
de la santa tradición.
Lucharemos todos juntos,
todos juntos en unión
defendiendo la bandera,
de la santa tradición.
Cueste lo que cueste
se ha de conseguir
venga el rey de España
a la Corte de Madrid.
Cueste lo que cueste
se ha de conseguir
venga el rey de España
a la Corte de Madrid.
Por Dios, por la Patria y el
Rey,
lucharon nuestros padres;
por Dios, por la Patria y el
Rey,
lucharemos nosotros también.