Crónica

Atribuyen al grupo Vizcaya el atentado al cuartel de Calahorra

L D (EFE). 23.03.2008

Joan Mesquida ha cifrado en 70 kilos la cantidad de explosivos de la que estaba compuesta la bomba que la ETA hizo estallar el viernes, 21.03.2008, en Calahorra. Según el mando único, "aún es pronto para determinar la composición" del artefacto. Responsables de la lucha antiterrorista atribuyen el atentado a tres etarras que podrían formar parte del "grupo Vizcaya". Entre ellos se encontrarían Jurdan Martutegi y Arkaitz Goikoetxea.

En declaraciones en el hospital comarcal de Villajoyosa (Alicante) tras visitar a un agente de la Policía Nacional herido esta madrugada al ser disparado por dos delincuentes en Benidorm, Mesquida ha explicado que todavía "es pronto para determinar la composición" del explosivo.

Ha añadido que ahora los expertos proceden a analizar el contenido de las cámaras de vigilancia de la zona donde se produjo el atentado y a seguir "otras líneas de investigación", aunque parece ser que "fueron varios individuos" los que participaron en la colocación del coche-bomba.

También se ha referido a la pareja dueña del vehículo utilizado por ETA para cometer el atentado, hallada por la policía autónoma vasca en un monte de Álava, y ha apuntado que "han aportado algo de información", aunque ha evitado ofrecer más detalles.  

Un atentado del "grupo Vizcaya"  

Fuentes de la investigación habían avanzado a Efe que la bomba estaba compuesta por entre sesenta y cien kilos de explosivo. Las fuerzas de seguridad creen que el grupo Vizcaya, el más activo desde el fin de la tregua, es el responsable de la colocación del coche-bomba junto al cuartel de la Guardia Civil.

Las cámaras de seguridad han grabado al terrorista que aparcó el coche-bomba, pero los investigadores creen que en esta acción le pudieron acompañar otros dos etarras, que formarían parte de la infraestructura de ETA en Vizcaya, que parece "consolidarse" como estable.

Las fuerzas de seguridad consideran que este grupo sería el autor de más de la mitad de las acciones de la banda desde el fin de la tregua y que opera no sólo en Vizcaya, ya que, según fuentes de la lucha antiterrorista, podría haber participado también en otras acciones en Guipúzcoa y Logroño.

Las fuerzas de seguridad creen que este grupo estaría integrado por Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, que contarían con el apoyo de una red de miembros de ETA no fichados por la Policía. La imagen de Martitegi, quien tiene una altura cercana a los dos metros, aparece desde finales del pasado mes de febrero entre las fotografías de los terroristas más buscados.

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La llamada y la explosión

L D (Agencias). 21.03.2008

El coche-bomba, un Honda Civic de color azul, hizo explosión en la calle Gallarza, que se encuentra en la parte trasera del acuartelamiento donde. La fuerza de la explosión llegó a desplazar el vehículo al otro lado de la calle donde se encontraba estacionado.  

La zona, en la que se había establecido un cordón policial amplio, se encontraba muy concurrida porque acababa de terminar la procesión del Viernes Santo.

La llamada se recibió a las 13:28 horas en la DYA de Vizcaya y avisaba de que a las 14:00 horas explotaría un artefacto colocado en un vehículo del que proporcionaba su modelo, color y marca, han indicado fuentes de esta asociación.

Encuentran atados a los dueños del vehículo  

Los propietarios del turismo fueron localizados esta tarde, atados y en perfecto estado de salud, en la falda de la Sierra de Toloño, en Álava. Según informaron a Europa Press fuentes de la Ertzaintza, los terroristas robaron el turismo a los dueños, una pareja, a punta de pistola, cuando se dirigían al monte, en el alto de Peñacerrada, en Álava. Los etarras les ataron y posteriormente les abandonaron. Alrededor de las dos y media de la tarde, la Ertzaintza tuvo conocimiento de su hallazgo.

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La Guardia Civil, blanco de la ETA

L D (Agencias). 21.03.2008

La benemérita es el cuerpo que más ha sufrido los embates de la banda terrorista ETA. De hecho es la segunda vez que ETA atenta contra el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra. En 1983 ya realizó una acción similar sin provocar víctimas.

El anterior atentado de ETA se produjo el día 7 marzo de 2008, dos días antes de las elecciones generales, cuando la banda terrorista asesinó al ex concejal del PSOE Isaías Carrasco Miguel, de 42 años, que recibió tres disparos cuando se encontraba cerca de su portal junto a su mujer y su hija.

La Guardia Civil ha sido blanco de las acciones de la banda terrorista en varias ocasiones en los últimos meses. Así, tras el final del alto al fuego permanente, el pasado 5 de junio, ETA perpetró un atentado con una furgoneta-bomba cargada con entre 80 y 100 kilogramos de explosivo contra un cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya), ocasionando heridas leves a dos agentes del Instituto Armado e importantes daños materiales.  

Además, el 1 de diciembre de 2007 la banda terrorista asesinó a los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, que fueron tiroteados en la localidad francesa de Capbreton, después de que se encontraron con tres miembros de ETA en una cafetería. Centeno, de 24 años murió en el acto, mientras que Trapero, de 23, falleció cuatro días después.  

Durante los últimos años, las casas-cuartel de la Guardia Civil han sido objeto de diferentes atentados por parte de ETA.

Uno de los más graves ocurrió el 11 de diciembre de 1987, cuando ETA atentó contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, y provocó la muerte de once personas, entre las cuales se encontraban seis niños, y heridas a más de 40.  

El 29 de mayo de 1991, la banda terrorista hizo explotar una bomba frente a la casa-cuartel de Vic, en un atentando en el que murieron nueve personas --aunque un guardia civil murió atropellado mientras realizaba tareas de organización tras el atentado-- y una treintena resultaron heridas. El 4 de agosto de 2002, ETA puso una bomba a lado de la casa-cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola (Alicante) matando a Cecilio Gallego Alarias, que estaba en una parada de autobús próxima, y la hija de un guardia civil, Silvia Martínez Santiago, de seis años de edad, que se encontraba jugando en su habitación.