...HISTORIA DE ESPAÑA......
Ataque de El País a la Real Academia de la Historia y censura a su Diccionario Biográfico Español por no reproducir la versión oficial
"Retrato de una Academia anclada en la Historia"
El País 31.05.2011
Ritos religiosos, cargos vitalicios, rotunda hegemonía masculina y una desatención por la España contemporánea lastran la institución
Los miembros de
No suele alterarlos, según
un académico, pero podría hacerlo. Lo cierto es que la entrada
de nuevos miembros apenas aviva el debate. A diferencia de lo que
ocurre en
En los últimos años abundan
los candidatos propuestos por
Al igual que ocurre en la
RAE, tiene que ser una terna de académicos los que defiendan la
conveniencia de postular a un candidato. Los últimos electos han
sido el arabista Serafín Fanjul y Fernando Marías, historiador
del Arte. Con anterioridad, lo fue Luis Alberto de Cuenca.
"Funciona como un club sumamemente restringido, por
cooptación. Prefiero el sistema británico, más competitivo y
abierto", sostiene Ángel Viñas.
Aunque la RAE y la RAH
nacieron en el mismo siglo, el XVIII, empujadas por el mismo
soplo de aire ilustrador y con similares prácticas, en los
últimos años se han ido diferenciando en algunos aspectos. En
la reforma de sus estatutos, la RAE aprovechó para suprimir los
cargos vitalicios. La RAH, por el contrario, ha decidido mantener
los de secretario, anticuario y bibliotecario como perpetuos,
algo que no ocurre con la figura del director.
La institución histórica
nació bajo los auspicios de Felipe V. En la cédula real de 1735
se animaba ya a realizar un diccionario que ayudase a aclarar
"la importante verdad de los sucesos, desterrando las
fábulas introducidas por la ignorancia o por la malicia,
conduciendo al conocimiento de muchas cosas que oscureció la
antigüedad o tiene sepultado el descuido".
Ha costado casi tres siglos
la tarea, pero algunos aspectos relacionados con la historia más
reciente no brillan por su esmero en establecer hechos objetivos.
"Si un admirador de un autor polémico hace su biografía,
como el caso de Luis Suárez Fernández y Franco, siempre
tendremos textos casi hagiográficos o muy benévolos hacia su
gestión y conducta", señala el historiador Enrique
Moradiellos. La fallida elección de algunos biógrafos es una de
las razones de la controversia que ha generado el Diccionario
Biográfico Español, pero el origen entronca con la propia
composición de la RAH, donde no están representados
especialistas en la historia más reciente.
La comisión de Historia
Contemporánea de la Academia -que por extensión se ocupó de
supervisar contenidos del Diccionario- está formada por Miguel
Artola (respetadísimo historiador del siglo XIX), Vicente
Palacio (colaborador de autores vinculados al franquismo como
Ricardo de la Cierva y biógrafo del Rey), Miguel Ángel Ochoa
Brun (historiador de la diplomacia y la política exterior) y
Carlos Seco Serrano (autor de una vasta obra sobre Alfonso XIII y
Eduardo Dato).
De la institución están
ausentes algunos reputados historiadores como Santos Juliá,
Josep Fontana, Jordi Nadal o Juan Pablo Fusi, por citar algunos
nombres. Salvo recientes incorporaciones, la media de edad de los
académicos es muy alta: 15 de los 36 tienen más de 80 años.
"Habría que remozarla internamente, rebajar la edad media
de sus integrantes y ampliarla en número y funciones",
plantea Enrique Moradiellos.
Incluso su director, Gonzalo
Anes, acepta que la renovación generacional y la entrada de
mujeres y expertos en temas contemporáneos son asuntos
pendientes. "Con el tiempo desaparecerá esta
desigualdad", asegura. Aunque hay académicos que, como el
arabista Juan Vernet, son partidarios de que la Academia admita
más mujeres pero siga fiel a sus tradiciones -"Yo no
tocaría nada"-, los más jóvenes son conscientes de que la
renovación es inevitable. "Todas las instituciones deben
renovarse. Es lógico y necesario que se dé entrada a otras
generaciones", afirma Fernando Marías, que, con toda la
cautela, sugiere que algunas de las entradas del diccionario que
se preveían polémicas "tal vez deberían haber sido
controladas por la institución y no dejar la responsabilidad a
autores singulares". Como es partidario de "aplicar la
exigencia científica a la disciplina histórica", intuye
que se creará una comisión, interna y externa, para revisar los
posibles errores". Una corrección que según el propio Anes
se pondrá en marcha desde la versión digital de la obra.
Tan cauto como su colega, el
poeta y filólogo Luis Alberto de Cuenca reconoce que "la
edad media de la academia es alta", pero matiza: "Hay
gente valiosísima que teniendo mucha edad son pilares de la
historiografía española". Ambos coinciden en que la
renovación de la Academia debe pasar también por la
incorporación de más mujeres. "Es una de las asignaturas
pendientes y hay historiadoras estupendas", dice De Cuenca.
Ninguno, sin embargo, es partidario de establecer cuotas.
"La mujer debe tener una presencia obligatoria, pero
natural", afirma Fernando Marías. "No creo que las
cuotas ayuden a la dignidad femenina. En política es normal
porque hablamos de los representantes de la ciudadanía y las
mujeres son aproximadamente el 50%, pero las academias no
representan a nadie". Fundada en 1738, hubo que esperar a
1935 para que ingresara en ella una mujer: Mercedes Gaibrois. La
siguiente en hacerlo fue, en 1991, Carmen Iglesias, a la que
seguirían, hasta hoy, solo dos historiadoras más: Josefina
Gómez Mendoza, en 2003 y Carmen Sanz Ayán, en 2006.
Un incesante
chaparrón de críticas y denuncias
Un verdadero temporal de
reacciones indignadas arreció durante toda la jornada de ayer
sobre el tejado de
- La Asociación de
Descendientes del Exilio Español anunció que presentará una
denuncia contra el Ministerio de Educación por el Diccionario.
En esta asociación figuran, entre otros, Carmen Negrín (nieta
de Juan Negrín), Angel Viñas (historiador) y Carlos Jiménez
Villarejo (jurista). En una carta al ministro Angel Gabilondo, la
Asociación muestra su "estupefacción" por que el
Diccionario, financiado con una subvención de este Ministerio y
con una ayuda del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio,
contenga "biografías que "no se corresponden con los
hechos históricos" y que "humillan a las
víctimas", y pide que se denieguen las subvenciones a
- El presidente de la
Asociación para la Recuperación de
- El portavoz del PP en la
Comisión de Cultura en el Congreso, José María Lassalle,
comentó a este diario: "El respeto de la autonomía
institucional de
- El representante del PSOE
en la misma comisión, José Andrés Torres Mora, dijo:
"Estamos trabajando por investigar bien cuáles han sido los
criterios para realizar este diccionario y hasta entonces
mostraremos cautela en nuestros juicios. Desde la política no
estamos para juzgar aspectos científicos o académicos, pero lo
que ha trascendido en los medios de comunicación nos ha
sorprendido y disgustado. La memoria de muchos españoles vivos
no avala las sutilezas de Luis Suárez al considerar a Franco
autoritario y no dictatorial".
- El senador de Iniciativa
per Catalunya Verds Joan Saura pidió la comparecencia en la
Comisión de Educación del Senado del historiador Luis Suárez
para saber si se ratifica en que el catalán no estuvo prohibido
durante el franquismo. Además, el presidente de ICV presentó
una moción para pedir la retirada de los 25 primeros tomos de
ese diccionario. En una carta dirigida a Luis Suárez, el senador
catalán deplora su "absoluta falta de respeto a las miles
de familias que fueron víctimas de Franco en Cataluña".
Asimismo, le acusa de "poner la ideología por encima de la
historia" y de "imponer la visión de algunos: la del
pensamiento fascista español". Por otra parte, Joan Saura
presentó una extensa relación de preguntas al ministro de
Educación, Angel Gabilondo, con el fin de pedirle cuentas por
afirmar que el poder político no debía controlar al poder
académico".