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El Plan Hidrológico del Ebro prevé grandes obras de regadíos en Navarra
DN EFE.PAMPLONA 30/03/2014El Plan Hidrológico del Ebro,
aprobado recientemente por el Gobierno central, afecta al noventa
por ciento de la superficie de Navarra y prevé
cuantiosas obras definidas en el Plan Foral de Regadíos,
incluidos el Canal de Navarra y el
embalse de Yesa.
El director del servicio de Agua del Gobierno foral, César
Pérez, ha explicado a que el Plan Hidrológico pretende
conseguir el buen estado y la adecuada protección de las masas
de agua, la satisfacción de las demandas, y el
equilibrio del desarrollo regional y sectorial.
El Plan, aprobado el 28 de febrero por el Consejo de Ministros,
contempla unas inversiones de más de 2.500 millones,
aportados entre todas las administraciones.
Pérez ha apuntado que "teniendo en cuenta que Navarra apenas supone el diez
por ciento de la superficie de la cuenca del Ebro, sí que se
puede estimar que las inversiones en Navarra son
muy superiores a lo que le correspondería por superficie".
El consejero de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y
Administración Local, Javier Esparza, señala
que este plan está construido "desde unos criterios
realistas" y recoge "la defensa de las líneas
maestras" que interesan a Navarra para su agricultura, su
ganadería y la industria agroalimentaria.
Félix Chueca, presidente de la Comunidad de Regantes del
Canal de Navarra, mayoritaria en esta cuenca, afirma que
un análisis inicial del Plan permite creer que es "positivo
y necesario", aunque apunta que posiblemente podría haber
sido "más ambicioso".
Se trata de un instrumento esencial para la regulación del río,
ha dicho a Efe Chueca, quien ha indicado que, en general, entre
los regantes, la opinión es buena.
Otra cosa, ha puntualizado, son los caudales ecológicos (los
mínimos para mantener la flora y la fauna), en los que "hay
gente más reacia", según Chueca.
Con un "sobresaliente muy alto" ha calificado el plan
Enrique Castel Ruiz, presidente de la comunidad de
regantes Canal de Lodosa, que forma parte de la Federación de
Comunidades de Regantes de la Cuenca del Ebro. "Habrá muy
pocos regantes en el Ebro que no estén contentos", ha
declarado a Efe.
Entre los que no ven con buenos ojos infraestructuras como el
Canal de Navarra se encuentran los propietarios de
regadíos tradicionales de Lerín y su entorno, que han
constituido una plataforma para hacer frente a las
transformaciones que van a sufrir sus tierras con la llegada del
Canal.
El Plan fija la consolidación de la nueva definición de la Zona
Regable del Canal, con una superficie total de 59.160
hectáreas.
Asimismo, confirma la intención de culminar el embalse
de Cigudosa Valdeprado y el posible riego de otras 7.000
hectáreas en las riberas del Aragón en Navarra,
aguas arriba de la toma de la Acequia Bayunga en Santacara, hasta
la presa de Yesa, en previsión de futuras demandas tras el
recrecimiento del embalse.
El Plan también incluye el plan de abastecimiento, tanto para
las poblaciones como para las industrias, consolida los
planteamientos del Plan Director de Saneamiento
de los ríos en Navarra y el tratamiento ambiental del agua.
Respecto a las obras de interés general de competencia del
Estado, según ha apuntado Pérez, se incluyen en Navarra
proyectos como el recrecimiento de Yesa, los
diques de cola de Itoiz, y otras obras como el acondicionamiento
del entorno de "El Bocal", en Fontellas.
Pérez destaca que la principal novedad de este Plan respecto a
anteriores, que datan de 1998, reside en la inclusión de los
objetivos de la Directiva Marco del Agua europea (2000/60/CE),
que son los de obtener a diciembre de 2015 el buen estado y la
adecuada protección de las masas de agua.
En este sentido, ha comentado que los anteriores planes estaban
más centrados en la satisfacción de las demandas de agua, y los
planes modernos aspiran a conseguir esos objetivos
medioambientales con la gestión de demandas o
la reutilización de aguas.
Objetivos compartidos por organizaciones como el sindicato
EHNE, que valora que, a diferencia de los planes
anteriores, éste "tenga más en consideración las
cuestiones ambientales con el fin de alcanzar el buen estado de
conservación del recurso en toda la superficie del agua".
No obstante, fuentes del sindicato han expresado a Efe su "preocupación"
por el hecho de que no está claro quién va a asumir el esfuerzo
que supone mantener esos recursos.
Las concesiones de extracción de agua también son objeto de
discrepancia, como ha puesto de manifiesto la Junta de la
UAGN de la Merindad de Estella, que ha alertado de
posibles afecciones sobre el ecosistema del Ega y ha exigido a la
Confederación Hidrográfica del Ebro una planificación de esas
concesiones de extracción de agua.