Volver a la lucha contra el cambio climático
Calentamiento global y cambio climático

2008 es el año más frío de la década

Libertad Digital (M. Llamas). Viernes, 22-08-2008

2007 no fue el año más caluroso de la historia, tal y como preveían los defensores del cambio climático, sino el más frío de esta década. El enfriamiento se acelera en 2008. El primer semestre ha sido el “más frío de, al menos, los últimos 5 años”, según la Organización Mundial de Meteorología. De hecho, la temperatura mundial en julio fue de 0,28 grados por encima de la media registrada entre 1961 y 1990: “El semestre más frío desde 2000”.

El calentamiento global pierde fuerza año tras año. Las mediciones de temperatura que elaboran los organismos oficiales constatan que el termómetro de la Tierra se está enfriando con respecto a los registros alcanzados en la pasada década. Un hecho que pone en serios aprietos la teoría del cambio climático, ya que los ecologistas y científicos afines a este movimiento vaticinaban justo la tendencia contraria: un aumento progresivo de las temperaturas con el paso del tiempo.  

Además, pese a que el calentamiento se atenúa, la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera sigue in crescendo. De este modo, la relación causa-efecto entre la acción del hombre y la temperatura del planeta tampoco concuerda.  

El primer semestre de 2008 ha sido “el más frío de los último 5, como mínimo”, según reconoció el pasado miércoles, 20.08.2008, Omar Baddour, responsable de los datos climáticos y seguimiento de la Organización Meteorológica Mundial (WMO). Ante esta tendencia, podemos esperar “con un alto grado de probabilidad que este año será el más frío de, al menos, los últimos 5”. El motivo radica en la influencia que haya podido tener el fenómeno meteorológico conocido como La Niña, aunque “desconocemos cuánto ha podido afectar”, según reconoció el propio Baddour.  

Señaló que la temperatura en el primer semestre de 2008 “todavía parece más caliente que la media” registrada entre 1961 y 1990, tal y como recoge Reuters. El MetOffice Hadley Centre del Reino Unido (MET) confirmaba recientemente que la temperatura global media a finales del pasado mes de julio fue de sólo 0,28 grados centígrados por encima del citado período. De este modo, según los cálculos de este organismo, el primer semestre de 2008 sería el más frío desde el año 2000.  

No se miden todas las zonas  

El MET afirma que la década comprendida entre 1997 y 2007 fue la más calurosa desde que existen registros oficiales (1850), con una temperatura media de 0,74 grados superior a la de hace un siglo. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, el termómetro del planeta se está atenuando, tal y como avanzó LD. Además, sus mapas presentan ciertas lagunas, puesto que existen amplias zonas del planeta en donde no se recogen y analizan mediciones (zonas blancas).  

Además, tal y como ha demostrado recientemente el prestigioso investigador canadiense Steve McIntyre, el calentamiento se ha congelado en los últimos años, al tiempo que la concentración de CO2 sigue en aumento.

 

McIntyre es conocido mundialmente por haber desmontado la polémica teoría del palo de Hockey, que incluía los primeros informes del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC). El mes de agosto de 2007 este científico también descubrió un error informático en el complejo registro de temperaturas que recopila el Instituto Goddard (GISS), perteneciente a la NASA. Su hallazgo obligó al GISS a reconocer que 1934, y no 1998, fue el año más caluroso de la historia de Estados Unidos. Al menos, desde que existen registros.  

Las mediciones de temperatura por satélite (RSS y UAH) registraron una anomalía de temperatura de -0,11 grados centígrados el pasado mes de junio con respecto a la temperatura media de referencia.  

 

Dicha tendencia se observa igualmente en los datos relativos al pasado mes de mayo. Desde que se toman medidas de la temperatura media global con satélites en la baja troposfera (de 0 a 4.000 metros de altitud), desde 1979, dicho mes fue el que presentó la anomalía negativa más importante (-0,18ºC). Además, en la zona tropical (20ºN-20ºS) fue en donde más se notó tal enfriamiento (-0,58ºC).

Así, no es de extrañar que las mediciones muestren que la temperatura media global no aumenta significativamente desde hace casi 10 años, tal y como muestra la evolución registrada en la troposfera (capa baja de la atmósfera donde se desarrolla el clima) desde enero de 1990. Algo que choca frontalmente con las propias previsiones del IPCC.  

Dichas variaciones se pueden observar mejor si se atiende a las anomalías que registra la temperatura media del planeta desde 1900. En este sentido, cabe recordar que muchos científicos y ecologistas que hoy defienden el calentamiento, alertaban en los años 60 y 70 de la llegada inminente de una nueva glaciación que sumiría en el caos al planeta.  

 

Fuentes gráficas: World Meteorological Organization; MET Office Británico; Klimanews; ClimateAudit; Desdeelexilio; CO2; National Oceanic and Atmospheric Administration; Mediciones RSS; Mediciones UAH.

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1934, y no 1998, fue el año más caluroso de la historia de Estados Unidos, desde que existen registros

Expansión. 6/09/2007, por Manuel Llamas

La corrección de un error informático establece que 1934, y no 1998, es ahora el año más caluroso de Estados Unidos. Además, la Unión Europea supera al Gobierno de Bush en el crecimiento de emisiones de CO2.

Su nombre es Steve McIntyre, un prestigioso investigador canadiense que ha logrado echar por tierra uno de los dogmas más asentados de los últimos años sobre la teoría antropogénica del cambio climático –es decir, que la subida de las temperaturas se debe a la actividad humana–. El pasado mes de agosto de 2007 este científico descubrió un error informático en el complejo registro de temperaturas que recopila el Instituto Goddard (GISS), perteneciente a la NASA.

El fallo no es baladí puesto que, tras las pertinentes correcciones aplicadas por esta entidad, 1998 deja de ser el año de referencia en lo que se refiere a temperaturas registradas en EEUU desde el inicio de este tipo de mediciones. Los registros a partir del año 2000 mostraban una temperatura media 0,15 grados superior a la real. El hallazgo de McIntyre ha modificado hasta tal punto la lista de los años más calurosos que, según el nuevo orden del GISS, 1934 figura ahora como el año con temperaturas más altas de la historia reciente de EEUU –un salto de 68 años–, cuando la inmensa mayoría de emisiones de CO2 que sufre el planeta en la actualidad aún no se había producido.

Y es que, según la comunidad científica de las Naciones Unidas (ONU), responsable de los informes sobre el calentamiento global (IPCC), la emisión a la atmósfera de este tipo de gases de efecto invernadero (GEI) es, “probablemente”, la causante del temido cambio climático. De hecho, en el top 10 de los récords de temperaturas registradas en EEUU figuran cinco fechas previas a la Segunda Guerra Mundial.

El tercer año más caluroso a nivel nacional, tras 1998, fue 1921, quedando 2006 en cuarto lugar. Tres de los cinco años con temperaturas más elevadas acontecieron antes de 1940. Incluso años recientes, como 2000, 2002 ó 2004 quedan por debajo del registro alcanzado en 1900. Sin embargo, si nos basamos en lo que afirman los Gobiernos adheridos al Protocolo de Kioto, dichos años deberían estar en teoría más expuestos a los efectos no deseados del CO2 sobre el clima.

En este sentido, según datos del Environmental Protection Agency de EEUU, la emisión de gases de efecto invernadero han experimentado un crecimiento del 1,6% desde 2000 a 2004, mientras que el CO2 ha aumentado algo más de un 2% durante ese mismo periodo. Por el contrario, la UE-15 ha incrementado la emisión de CO2 a la atmósfera en un 4,4%, según los últimos datos publicados por Eurostat. Por su parte, España ha elevado un 15,3% su volumen de emisiones durante esa etapa.

Y es que EEUU, a diferencia de la mayoría de los países europeos adscritos al protocolo de Kioto, sigue un modelo para la reducción de emisiones radicalmente opuesto: el Asia-Pacific Partnership On Clean Development and Climate, un acuerdo internacional para incrementar la eficiencia energética sobre la base de nuevas tecnologías. Incluso un avance de estadísticas de la ONU recogido por The Washington Post, indica que EEUU redujo un 1,3% su volumen de CO2 el pasado año 2004 respecto a 2005. Y ello, sin necesidad de firmar el Protocolo de Kioto.

Las emisiones se ralentizan

En 2006, las emisiones de CO2 crecieron algo menos de la mitad que en 2003. Así lo asegura el último estudio del Centro de Análisis de la Información sobre dióxido de carbono (Cdiac), dependiente del Departamento de Energía de EEUU. Esta dato no es una casualidad, sino que refleja una tendencia de ralentización del crecimiento de las emisiones globales. Según este organismo, entre 2003 y 2006 la evolución de esta aumento ha sido del 5,4%, 4,7%, 3,3% y 2,6%.

Una cuestión de coste económico

Según el último estudio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, será necesario invertir cerca de 200.000 millones de dólares anuales para poder mantener en 2030 los actuales niveles de emisión de gases de efecto invernadero.

El famoso informe Stern, encargado por el Gobierno británico, estimó que para mitigar los efectos del cambio climático se precisaría una inversión equivalente al 1% del PIB mundial, frente al elevado coste económico que supondría no hacer nada al respecto (20% del PIB global). Sin embargo, en esta materia existen opiniones diversas. El economista de la Universidad de Yale William Nordhaus, uno de los principales expertos en economía sobre el cambio climático, ha desarrollado un modelo de cálculo (DICE-2007) basado en las propuestas de Stern.

Así, según Nordhaus, una reducción drástica de las emisiones de CO2 supondría, a medio plazo, un ahorro económico cercano a los 12 billones de dólares, pero la puesta en práctica de tales medidas implicaría un coste de casi 34 billones. Con ello, el coste de aplicar reducciones drásticas de CO2 superaría en gran medida el supuesto daño que ocasiona el cambio climático.

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EL PALO DE HOCKEY de 2001 es la débil base científica del protocolo de Kyoto
Un nuevo estudio, elaborado por Stephen McIntyre de la Universidad de Toronto, dice que dicho gráfico carece de significación científica

Libertad Digital. 5-06-2005

Según informa el Wall Street Journal, ha sido publicado un nuevo estudio que pone en duda la teoría llamada “del palo de hockey”, que aseguraba que las temperaturas, tras permanecer más o menos estables durante el último milenio, han crecido espectacularmente durante el siglo XX. Según la gráfica resultante, 1998 habría sido el año más caliente del milenio, contradiciendo otros estudios que confirman la existencia de un "óptimo climático medieval" con temperaturas superiores a las actuales.

Michael Mann y otros climatólogos publicaron en 2001 un estudio respaldado por el el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el organismo de la ONU que recoge el "consenso científico" sobre el clima y que se usa como base para promover el protocolo de Kyoto. El estudio recogía las temperaturas de los últimos mil años. El gráfico se movía horizontalmente, con algunas variaciones; pero al llegar al siglo XX la temperatura media de la tierra experimenta un súbito aumento. Es por ese motivo que se ha denominado al gráfico "del palo de hockey”, ya que el resultado se asemejaría a uno de estos palos en posición horizontal.

Errónea gráfica del palo de hockey

Si bien el gráfico del palo de hockey ha sido contestado desde el principio, se ha publicado un nuevo estudio, elaborado por Stephen McIntyre de la Universidad de Toronto, que dice que dicho gráfico carece de significación científica.  

El motivo es que el método matemático utilizado entonces para el análisis de los datos tiende a dar gráficos con esa forma, incluso con datos elegidos de forma aleatoria. De este modo, el tratamiento por este método de los datos atesorados haya dado lugar a un gráfico con esta forma es calificado por McIntyre como "trivial". El nuevo estudio de McIntyre ha forzado al climatólogo Michael Mann a admitir que su tratamiento matemático de los datos tiende a producir este resultado. Pero ha añadido que, en su opinión, ello no quiere decir que los resultados estén mal. El de Stephen McIntyre no es el primer estudio que duda de la validez del gráfico “del palo de hockey”. El New York Times informaba el pasado octubre de 2004 sobre un artículo científico elaborado por Hans von Storch, del Instituto alemán GKSS que afirmaba que los datos del estudio de IPCC no respaldaban sus conclusiones.  

Años atrás, el propio McIntyre había publicado otro estudio, junto al profesor de la Universidad de Guelph, Ontario, Ross McKitrick, que mostraba cómo diversos errores en el tratamiento de los datos en el estudio original de Mann llevaban a una gráfica errónea. La gráfica corregida, aún usando el mismo método matemático ahora puesto en duda, certificaba la existencia del óptimo climático medieval:

Historia del clima desde el siglo XIV

El protocolo de Kyoto, que entra en vigor el 16 de febrero de 2006, obliga a 35 países industrializados a cumplir un programa de recortes de emisiones de seis gases con efecto invernadero. Entre los firmantes no se encuentra Estados Unidos. El cumplimiento de las condiciones de Kyoto tendrá graves efectos económicos, que para el caso de España, según un informe de PriceWaterhouseCoopers, podría ser de unos 19.000 millones de euros entre 2008 y 2012.  

Dimisión por la politización del IPCC  

Hace unas semanas, uno de los mayores expertos del mundo en huracanes y tormentas tropicales, Chris Landsea, ha dimitido como autor del próximo informe del IPCC, exponiendo en una carta abierta las razones que le han llevado a tomar esa decisión. Tras ser el autor principal en anteriores informes, donde se indicaba que la velocidad media de los vientos tropicales ha disminuido ligeramente entre 1944 y 1993, ha sido sustituido por Kevin Trenberth, que contra el consenso reinante en ese asunto aseguró en rueda de prensa que el calentamiento global provocaría un aumento de huracanes.  

Dado que ni Trenberth ni los expertos que le acompañaron en esa rueda de prensa ha realizado investigación propia sobre ese asunto ni han defendido su tesis en publicaciones o convenciones científicas, Landsea expresó a la dirección del IPCC su preocupación porque las declaraciones pusieran en entredicho la necesaria imparcialidad del panel, sin que se atendieran sus protestas. Por esa razón, consideró que el proceso estaba siendo movido por motivos no científicos y no quiso seguir formando parte de él.

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La Academia de Ciencias de Rusia niega que haya base científica para Kyoto

Libertad Digital. 26-08-2004

La Academia de Ciencias de Rusia organizó en Moscú un Seminario Internacional sobre Cambio Climático a principios de julio. Pese a que los defensores del protocolo tuvieron oportunidad de ofrecer sus opiniones, fueron incapaces de responder a preguntas de sus colegas y su posición quedó en una posición poco defendible.

Las aportaciones más interesantes del seminario fueron:  

1. Las temperaturas no siguen a los niveles de CO2 y, de hecho, los periodos más cálidos de los últimos 2.000 años fueron el romano y el medieval, que tuvieron temperaturas más altas y menores niveles de CO2. (William Kininmonth, Australian Climate Research)  

2. Las partículas solares afectan de forma decisiva a la temperatura. Hay mucha más correlación entre temperatura y partículas solares que entre temperatura y niveles de CO2. (Piers Corbyn, Weather Action London)  

3. No hay un aumento significativo del nivel del mar. En particular, las Maldivas no están en peligro de sumergirse, habiéndose reducido el nivel del mar en ellas durante los últimos 75 años. (Nils-Axel Morner, Universidad de Estocolmo)  

4. No hay riesgo de incremento inducido por la temperatura de enfermedades tropicales como la malaria, que están más relacionadas con las zonas pantanosas. De hecho, Rusia y Gran Bretaña las padecieron en diferentes épocas. (Paul Reiter, Instituto Pasteur de Paris)  

5. No hay ninguna relación discernible entre el "calentamiento global" y fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones en Centroeuropa. Incluso los asistentes favorables al protocolo reconocieron este punto. (Dr. Madhav L Khandekar, servicio meteorológico canadiense)  

Durante una conferencia anterior, el consejero económico de Putin, Andrei Illarionov, se quejó de que los rusos habían pedido a los participantes extranjero que apoyaban el acuerdo, y que insistían que los rusos debían firmarlo, una serie de preguntas especificas:  

En lugar de recibir respuestas a nuestras preguntas, estuvimos escuchando que las respuestas no importaban. Que lo importante era si Rusia confiaba en Gran Bretaña, la Unión Europea y los países que ya habían ratificado Kioto y que han estado ejerciendo una presión sin precedentes sobre Rusia para que ratificase el protocolo. Por ello es tan importante para nosotros organizar un encuentro de verdad y una discusión de verdad sobre problemas reales con la participación de científicos extranjeros que tienen visiones distintas.   Tras las conclusiones del seminario, parece improbable que Putin ceda a las presiones de la Unión Europea y ratifique el protocolo de Kyoto, lo que haría inservibles las medidas adoptadas en el Consejo de Ministros.

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El Protocolo de Kioto fue firmado en 1987 por más de 180 estados y entró en vigor el 16 de febrero de 2005

Libertad Digital. 16-02-2005

El texto del Tratado prevé que el Protocolo de Kioto entre en vigor a nivel mundial cuando haya sido ratificado por un total de países que emitan más del 55 por ciento de los denominados "gases contaminantes", según los índices establecidos en 1990.

El tratado prevé reducir la emisión de "gases de efecto invernadero" en 5,2 por ciento respecto a los niveles de 1990 en el período de 2008 a 2012. Los países que contaminen el entorno por debajo de las normas establecidas tienen derecho a vender cuotas de emisión a aquellos que superen los topes establecidos.

Siete años y casi dos meses después de ser firmado, el llamado Convenio Marco de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocido como Protocolo de Kioto, ha tomado valor jurídico para los 141 países que lo ratificaron.

Su objetivo es reducir entre 2008 y 2012, un promedio de un 5,2 por ciento las emisiones a la atmósfera de los denominados "gases de efecto invernadero": dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluocarbono, perfluorocarbono y el hexafluorocarbono de azufre.

Sin embargo, el optimismo que se percibió en el momento de la firma ha quedado rebajado por las retiradas de EEUU, China e India, tres de las naciones más contaminantes del mundo.

EEUU firmó el Protocolo pero decidió no ratificarlo en 2001 por los daños que iba a acarrear su cumplimiento en la economía del país. Además, la Casa Blanca también se mostró contraria a que a los países en desarrollo no se le exija el recorte de emisiones de gases. Así, la entrada en vigor se retrasó durante años enfangada en negociaciones interminables, ya que para que el pacto se convirtiera en jurídicamente obligatorio se necesitaban que los países causantes de un 55 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono lo ratificaran.

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Los gurús del cambio climático rectifican: no hay relación entre huracanes y calentamiento

Libertad Digital.14-04-2008 por Manuel Llamas

Uno de los más influyentes científicos sobre el cambio climático ha dado marcha atrás. Kerry Emanuel afirmó en 2005 que el aumento de la intensidad de los huracanes a lo largo de los últimos 30 años estaba relacionado con el temido calentamiento global. Tres años más tarde, Emanuel acaba de publicar un nuevo informe en el que contradice su tesis: o bien el creciente poder destructivo de los huracanes “no tiene mucho que ver con el cambio climático”, o bien los modelos que emplea el IPCC no reflejan la realidad.  

El científico Kerry Emanuel, uno de los autores más citados a la hora de analizar los efectos del cambio climático, publicó en 2005 un estudio en la prestigiosa revista Nature en el que demostraba un notorio aumento de la intensidad de los huracanes a lo largo de los últimos 30 años. Entonces, apuntó que la causa de este fenómeno se debía al calentamiento global.  

Sin embargo, dicha relación causa-efecto se acaba de desvanecer tras la elaboración de su nuevo trabajo, publicado en la revista de la American Meteorological Society. Él mismo se ha sorprendido del resultado: Los modelos econométricos empleados por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC) difieren de la “realidad que nos está mostrando la naturaleza”, o bien el aumento del poder destructivo de los huracanes a lo largo de los últimos 30 años “no tiene mucho que ver con el calentamiento global”, según señala en un entrevista en el New York Times.  

De hecho, el nuevo informe de Emanuel, investigador del Massachusetts Institute of Technology, establece una nueva técnica para predecir la actividad futura de los huracanes. Su conclusión resulta sorprendente ya que, “incluso en un escenario de calentamiento global dramático, la frecuencia e intensidad de los huracanes no aumentará sustancialmente durante los dos próximos siglos”.  

Así, dicho trabajo, recogido en el blog desdeelexilio, echa abajo uno de los mayores mitos sobre el temido cambio climático. Y es que, el propio Al Gore ha insistido en la tesis de que la temida subida de temperaturas potenciará, en gran medida, los fenómenos más destructivos de la naturaleza.  

Sin embargo, los últimos datos existentes al respecto, nuevamente, contradicen el temido Apocalipsis climático defendido por los ecologistas, los científicos del IPCC, y el propio Gobierno de España: 2007 cerró como la campaña de huracanes de menor intensidad destructiva desde 1977 en el hemisferio norte, y como una de las cuatro de más baja intensidad desde 1958.  

Son modelos de predicción  

Por otro lado, el jefe científico del Servicio Meteorológico británico (Met Ofiice) acaba de reconocer que “el calentamiento del planeta en el siglo XX sólo es posible atribuirlo a la interferencia humana usando modelos numéricos del clima”. Es decir, hoy por hoy, no existen datos científicos recogidos en la vida real que permitan establecer tal relación causal. De ahí que el IPCC hable en sus informes de “predicciones” y “escenarios”, afirma.   Y es que tales modelos emplean como variables centrales el CO2 y la evolución de la temperatura, sin tener en cuenta otros factores que también pueden incluir en el clima, según aseveran los propios científicos.   Mientras, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, centrará su acción de Gobierno sobre el eje de la lucha contra el calentamiento global, tal y como puso de manifiesto durante su debate de investidura.

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La Organización Mundial de Meteorología calificó la primera mitad de 2008 como la más fría desde principios del siglo XXI

DN. AGENCIAS. Madrid. Lunes, 22 de septiembre de 2008

El presente año hidrológico (octubre 2007-octubre 2008) se cerrará previsiblemente un nivel de precipitaciones entre un 7 y un 8 por ciento por debajo de lo normal, gracias a las lluvias previstas a partir de hoy, según adelantó hoy lunes, 22 de septiembre de 2008, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ángel Rivera.

En este sentido, destacó que, a falta de nueve días para el cierre del ejercicio, el déficit hídrico se sitúan un 11 por ciento por debajo del nivel medio normal (543 litros por metro cuadrado frente a 629).

Así, explicó que, el año hidrológico se ha caracterizado por un primer periodo (octubre de 2007 a marzo de 2008) "extremadamente seco" en España, con el menor volumen de precipitaciones registrado desde 1947. Sin embargo, esta situación se compensó con las "abundantes lluvias" que se produjeron durante la primavera, y que rebajaron en buena medida el "gran déficit" de agua acumulado hasta una situación calificada de "entre ligeramente seca y normal".

En cuanto al registro histórico, recordó que desde 1947 (primer año del que se recopilan los datos), los años que más ha llovido en España corresponde a los de finales de la década de los cincuenta y principios de los sesenta, así como el año 2000. Por el contrario, los más secos continúan siendo 2004 y 2005.

En la actualidad, por zonas, las precipitaciones acumuladas desde el 1 de octubre de 2007 hasta mediados de septiembre de 2008, superaron los valores medios en áreas del nordeste peninsular, así como en Baleares, áreas de Castilla y León y el Levante peninsular y en las islas occidentales de Canarias.

Sin embargo, en el resto del territorio no se llegó a compensar el déficit de lluvias en el otoño y el invierno, de tal forma que las precipitaciones se quedaron incluso por debajo del 75 por ciento en buena parte de Galicia y noroeste peninsular, en la meseta inferior y Extremadura, este de Andalucía y parte de Canarias. En algunos puntos de Galicia y este de Andalucía, el déficit de lluvias es cercano al 40 por ciento.

Superávit hídrico en Levante, La Rioja y Castilla y León

Al respecto, el portavoz de la AEMET considera que, aunque no hay una tendencia clara sobre las precipitaciones, sí se puede apreciar que "llueve de otra manera" y en distintas áreas, lo que lleva a un "cambio en el régimen de las precipitaciones", que sólo dejó superavit en Levante, La Rioja y Castilla y León.

En resumen, destacó que el año fue "ligeramente seco, pero sin características de extremadamente seco". Además, señaló que España está experimentando "irregularidad en el intercambio de lugares y cantidades de lluvia" porque las lluvias "ahora son más tormentosas", lo que iría "en consonancia" con las teorías del cambio climático.

Por otro lado, Meteorología prevé que el otoño de 2008 sea ligeramente más frío de lo normal, especialmente en el noroeste peninsular, mientras que el nivel de precipitaciones será el habitual.

Verano cálido sin olas de calor

En contraste, el verano fue más cálido que la media de los últimos años en el este y sur de la Península, con anomalías de 0,5 grados, definidas de leves o discretas. Durante junio, julio y agosto predominaron los vientos de poniente y suroeste en altura, y los frentes en el cuadrante norte peninsular y en el sur y este de la Península.

Además, este año no se registraron olas de calor, aunque sí algunos periodos cálidos en julio y principios de agosto. En cuanto a las lluvias, en verano fueron escasas y, aunque llovió "un poco más", no cabe destacar "nada significativo".

Para el conjunto del año, Rivera indicó que, aunque la Organización Mundial de Meteorología calificó la primera mitad de 2008 como la más fría desde principios de siglo, la situación en España fue contraria, ya que desde enero a agosto de 2008 las temperaturas fueron más cálidas de lo normal.

Temperatura promedio en 2008: 16,6 grados

Así, la temperatura promedio estimada fue de 16,1 grados centígrados, mientras la media de ese periodo desde 1971 a 2003 es de 15,3 grados centígrados. De los últimos años, el más cálido fue 2003, con un 1,4 grados centígrados por encima de lo normal, cuando se registró una temperatura media de 16,6 grados centígrados.

En el sureste de España el carácter de las temperaturas fue extremadamente cálido, e "incluso se batieron récord", mientras que en Baleares, y extremo noreste de Cataluña y gran parte de Castilla y León, fueron regiones cálidas. El 60 por ciento del territorio fue muy cálido.

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