EL RACKET O EXTORSIÓN DE LA ETA CONTINÚA OCHO MESES DESPUÉS DEL FALSO ALTO EL FUEGO

EXIGE ENTRE 50.000 Y 70.00 EUROS A EMPRESARIOS VASCOS
La ETA envía otra remesa de cartas de extorsión después de recaudar seis millones de euros durante la falsa tregua

LIBERTAD DIGITAL. Europa Press. Viernes, 17.11.2006

El terrorismo no interrumpirá el diálogo del Gobierno con ETA, si bien lo hará "más difícil", según ha indicado José Luis Rodríguez Zapatero. La violencia persiste en todas sus variantes, ocho meses después de la declaración de una falsa tregua de la banda terrorista y en contra de la verificación favorable del Gobierno. El diario El Correo publica este viernes que ETA ha enviado en las últimas semanas una nueva oleada de cartas de extorsión a empresarios vascos en las que les reclama una cantidad de entre 50.000 y 70.000 euros. Como en otras misivas que han llegado después de la tregua de marzo, la banda emplea un tono menos amenazante en su chantaje y exige a los empresarios "una contribución". Desde la declaración de la falsa tregua, ETA ha acumulado seis millones de euros procedentes de la extorsión.

Las cartas comenzaron a llegar a sus destinatarios en octubre y en las últimas semanas se ha producido un goteo de denuncias a los mandos de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Según fuentes de la lucha antiterrorista citadas por el mencionado diario, cuantificar el número de misivas recibidas es complejo, ya que se tiene el convencimiento de que muchos empresarios no han denunciado la llegada de estos mensajes. En algunos casos, los destinatarios se han limitado a poner las hechos en conocimiento de las distintas patronales vascas.  

Las cartas son idénticas a las remitidas el pasado mes de julio. En ellas, los terroristas exigen cantidades que oscilan entre los 50.000 y los 70.000 euros y se les asegura que el texto es una forma de "invitarle a participar en la construcción del futuro" del País Vasco. En la misiva se recuerda a los empresarios el proceso abierto en Euskadi tras el alto el fuego de las organización terrorista.  

"Euskal Herria se encuentra en un momento de cambio político" por lo que las cantidades exigidas son necesarias "en concepto de ayuda económica para el proceso de liberación y construcción nacional", agregan. Las cartas están en escritas en euskera y en castellano e incluyen el organigrama de la banda para autentificar su origen. Las cartas -fechadas en septiembre- se despiden con un "respetuoso y cálido saludo revolucionario".

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ETA acumula seis millones de euros procedentes de la extorsión a empresarios

LIBERTAD DIGITAL. Europa Press. Domingo, 12.11.2006

Los servicios de información españoles estiman que ETA posee unos seis millones de euros, procedentes en su mayoría de la extorsión a empresarios. El chantaje mediante cartas no ha cesado, como han denunciado reiteradamente parte de los extorsionados y confirmó la operación policial contra la trama de chantaje de la banda. Según las mismas fuentes, el capital acumulado podría durarles dos años. Los receptores de las cartas de septiembre fueron empresarios a los que la banda se dirigía por primera vez. Mientras la extorsión continúa, Batasuna-ETA ha vuelto a recordar sus condiciones al Gobierno sin condenar el ataque a dos policías.

Los expertos antiterroristas han calculado que el gasto de la banda al año asciende a 3 millones de euros, por lo que estiman que a finales de 2008 la banda agotaría las reservas hasta hoy acumuladas, y que han seguido aumentando gracias a la extorsión. ETA no ha dejado de ingresar debido al cobro del chantaje. Fuentes del empresariado vasco han reconocido a Europa Press que miembros del sector han recibido cartas en el mes de septiembre reclamando, de forma "amable", el pago de diferentes cantidades.  

Se trata, según los casos conocidos, de empresarios a los que ETA se dirige por primera vez. Para ello, la banda ha optado por el formato que viene utilizando en los últimos tiempos, en el que en lugar de exigir, los terroristas se limitan a "pedir" el pago de las cantidades. Asimismo, hacen referencia al "momento de cambio político que vive Euskal Herria" y se despiden dando las gracias "de antemano", añadiendo "un respetuoso y cálido saludo revolucionario".  

En este hecho y en la necesidad de realizar tareas de aprovisionamiento económico con vistas a un periodo de alto el fuego, más o menos prolongado, radica que los meses anteriores a la tregua los terroristas optasen por atentar contra objetivos empresariales, según las fuentes consultadas.  

Las primeras cartas tras el anuncio de alto el fuego fueron recibidas en abril por los empresarios y habían sido redactadas en marzo, sin poder determinarse por el código que las encabeza si fue antes o después del 22 de marzo. Con todo, los sellos de Correos demostraban que habían sido echadas al buzón en los primeros días de abril.   Desde entonces no se ha detenido el envío de las cartas, no sólo las que reclamaban plazos "pendientes" sino otras que llegan por primera vez a los empresarios, como es el caso de las enviadas el pasado mes de septiembre. Así, mes tras mes han sido conocidas misivas chantajeando a empresarios asentados en las tres provincias vascas y en Navarra.  

"Austeridad" en la banda, según fuentes antiterroristas  

En todo caso, las fuentes consultadas constatan que la banda terrorista pasa por apuros económicos. Los fondos asignados a los miembros de la banda, la mayor parte escondidos en Francia, distan mucho de ser los de hace años y la asignación económica que reciben les obliga a llevar unos hábitos de "austeridad", señalaron responsables de la lucha antiterrorista.   Esta situación se vuelve especialmente delicada para los jóvenes que han decidido cruzar la frontera cuando la Justicia les reclama para cumplir las condenas que se les impusieron por actos de terrorismo callejero. A diferencia de lo que ocurría en el pasado, la banda no se hace cargo de ellos, y no sólo por motivos económicos, sino por el temor a ser infiltrada por miembros de las Fuerzas de Seguridad o el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).   Esto provoca que decenas de jóvenes se establezcan en el sur de Francia con la única ayuda de organizaciones no gubernamentales del entorno de ETA y, en ocasiones, con las visitas de sus familiares. Estos, según han podido detectar los servicios de Información, llegan a viajar al país vecino con comida.