La presidenta de la República de China-Taiwán Tsai Ing-wen describe al Papa la persecución a la religión en China Comunista
AICA. Miercoles 12 Feb 2020 | 10:04 am Taipei (Taiwan):
La presidenta de la República de China (Taiwán),
Tsai Ing-wen, envió una carta al papa Francisco en respuesta al
mensaje del Papa por la Jornada Mundial de la Paz. En su
comunicación, la mandataria detalló las acciones de China que
considera abusos de poder y denunció la persecución a la
religión en ese país y las intenciones de anexar Taiwán a su
territorio.
"Con profunda admiración leí su mensaje para el Día
Mundial de la Paz", comentó la Presidenta. "Me
identifico fuertemente con la visión magnánima de Su Santidad y
su llamado a la humanidad a renunciar al deseo de dominar a los
demás, mostrar respeto mutuo y aprender a verse como hijos e
hijas de Dios y como hermanos y hermanas, para romper la espiral
de venganza".
Ing-wen afirmó que el deseo de dominación subyace en muchos de
los conflictos internacionales y expuso las dificultades que
Taiwán enfrenta en el mantenimiento de la paz en el estrecho de
Taiwán. "El quid de la cuestión es que China se niega a
renunciar a su deseo de dominar a Taiwán", alertó la
Presidenta.
"Continúa socavando la democracia, la libertad y los
derechos humanos de Taiwán con amenazas de fuerza militar y la
realización de campañas de desinformación, ataques
cibernéticos y maniobras diplomáticas".
La mandataria expresó su acuerdo con varias de las ideas
expuestas en el mensaje papal, como la necesidad de dejar de lado
la violencia en las acciones, los pensamientos y las palabras.
"Autoridades que envían a la policía armada para disparar
gases lacrimógenos y reprimir y arrestar a las personas que
expresan el deseo de defender la democracia y los derechos
humanos; celebridades de Internet o atletas amenazados con
rescisión de contratos o prohibiciones de competencias cuando se
pronuncian en defensa de la libertad de expresión; practicantes
religiosos que enfrentan detención y persecución por parte de
agentes de seguridad pública cuando, siguiendo su conciencia,
rehúsan ser obligados a firmar documentos para unirse a una
organización que viola sus doctrinas religiosas; todo esto
constituye a lo que se refiere en su mensaje como abusos de poder
y refleja la noción de diversidad como un obstáculo. De hecho,
solo sirven para alimentar el conflicto", alertó la
presidenta taiwanesa.
La mandataria expuso los esfuerzos de Taiwán en el cuidado del
medio ambiente, terreno en el que señaló varias similitudes con
la Ciudad del Vaticano en el uso de energías renovables. De
igual manera se identificó con el llamado del Papa a mantener
viva la esperanza, recordando que el tema de la esperanza fue
destacado por el gobierno de Taiwán con motivo del Año Nuevo
2019. "Creo firmemente que mientras la gente en Taiwán y en
todo el mundo abrace la esperanza y permanezca abierta a un
diálogo que rechace la exclusión y la manipulación, se puede
lograr la verdadera paz", concluyó la Presidenta.
"Acepte, Su Santidad, las garantías de mi más alta
consideración, así como mis mejores deseos para su bienestar
personal y el continuo crecimiento de la Iglesia Católica",
concluyó la carta.+