.. ...Saneamiento eclesiástico....Explicaciones y desarrollos

Los curas jóvenes de 1962 y el envejecimiento y disminución del clero en España desde aquella época

El 75% de los frailes y sacerdotes norteamericanos son mayores de 60 años en 2009

Casi la mitad de párrocos de la diócesis de Barcelona supera los 65 años en 2009

R. B./ReL Publicado el 27 Agosto 2009

De las 208 parroquias de la archidiócesis de Barcelona, 91 son regidas por sacerdotes de más de 65 años, lo que representa el 45% del total. De estos, 31 han superado la edad canónica de jubilación sacerdotal, fijada en los 75 años.

El envejecimiento de los párrocos en la archidiócesis de Barcelona es preocupante, a juzgar por los datos que ofrece el grupo de sacerdotes catalanes «Germinans germinabit» en su página web. De las 208 parroquias del territorio eclesiástico barcelonés, 91 están regidas por sacerdotes mayores de 65 años, edad de jubilación civil, lo que equivale al 45% del total. Además, 31 de ellos ya sobrepasan la edad canónica de jubilación, los 75 años.

Y el relevo generacional no está ni mucho menos asegurado en la diócesis, ya que, según revelan las estadísticas de la Conferencia Episcopal Española, el seminario diocesano de Barcelona ha pasado de tener 61 jóvenes formándose en sus aulas a 32 entre el año 2000 y el 2008, en una tendencia a la baja que prácticamente sólo se vió rota entre el curso 2002-2003 y el 2003-204, cuando se pasó de 61 a 68, aunque al año siguiente se volvió a caer hasta los 42 seminaristas.

Según denuncia «Germinans germinabit», desde el obispado «se demoran las jubilaciones, se insiste a los párrocos en que han de seguir, mientras el cuerpo aguante; todo ello sin la más mínima atención moral y personal a estos sacerdotes mayores, que se ven privados de su ganado retiro. Con el agravante de que en la Residencia Sacerdotal san José Oriol ya no cabe ni un cura más. Tienen que dejar salir antes de entrar».

Pero la denuncia va mucho más allá. Según exponen, el cardenal Luis Martínez Sistach «ha dividido el mapa de las parroquias barcelonesas entre corrientes sacerdotales, pero tiene un grave problema: casi no tiene curas jóvenes progres» y ha preferido una «supuesta paz diocesana», antes que afrontar el problema del envejecimiento de los sacerdotes de cara al futuro.

Un futuro de la archidiócesis que auguran negro: «Lo pagaremos todos. Y entonces, pensaremos por qué –cuando se podía- no se acometió la verdadera reestructuración de la diócesis y se confió en los sacerdotes más jóvenes. Simplemente por temor al progresismo eclesial».